La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, fue entrevistada este miércoles por Horacio Cabak en su programa Cabak 107.9, emitido por El Observador 107.9. Durante más de 25 minutos de conversación, Bullrich desarrolló con detalle los principales lineamientos de su cartera, entre ellos el nuevo protocolo migratorio, la gestión de las protestas callejeras, el proyecto para bajar la edad de imputabilidad penal y su postura frente al panorama político en la ciudad de Buenos Aires.
Consultada por la tradicional movilización de los miércoles frente al Congreso, la funcionaria explicó que las fuerzas de seguridad federales actúan según un protocolo definido. “La situación depende de la cantidad de gente. Hoy usamos vallas para concentrar la movilización en un solo punto”, explicó, al tiempo que advirtió: “La orden es clara: no se permite cortar la calle. El protocolo no se viola”.
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Bullrich sostuvo que las manifestaciones dejaron de ser una expresión legítima de sectores vulnerables para convertirse en una herramienta de presión política. “Más que una protesta de jubilados, es una protesta opositora. Se ven muchas banderas rojas, palestinas y partidarias”, dijo. Aseguró que el objetivo es mantener la ciudad funcionando con normalidad y que, si bien hay momentos de tensión, “las fuerzas rápidamente recuperan el espacio”.
Endurecimiento migratorio
Uno de los anuncios centrales de la jornada fue la decisión del Gobierno de endurecer los requisitos para la residencia de extranjeros en el país. Según Bullrich, en las últimas dos décadas ingresaron 1.700.000 inmigrantes irregulares a la Argentina, muchos de los cuales no aportaron al sistema y accedieron a beneficios públicos como la salud o la asistencia social.
“Argentina siempre fue un país abierto a la inmigración que aporta, pero eso se deformó. Ahora hay gente que viene a delinquir o a aprovechar servicios sin pagar impuestos”, señaló. A partir de ahora, se exigirá a quienes quieran ingresar al país que presenten certificados de antecedentes penales, una propuesta de trabajo y un lugar donde residir.
Bullrich fue tajante al afirmar que no se permitirá el ingreso de personas con condenas, incluso si son menores a tres años, ni de quienes entren por pasos fronterizos no habilitados. “Queremos cortar con la lógica de que cualquiera puede venir, cometer un delito y quedarse. Eso se terminó”, remarcó.
También defendió la posibilidad de que las universidades cobren aranceles a estudiantes extranjeros, en especial en el posgrado. “Las universidades son autónomas y podrán decidir, pero es importante que los extranjeros puedan pagar. Hoy se cobran cifras irrisorias”, sostuvo.
Frente a las críticas que tildaron este anuncio de oportunismo electoral, la ministra fue enfática: “Esto no tiene nada que ver con la elección en CABA. Es una reforma nacional trabajada por varios ministerios. No vamos a frenar la gestión por una elección legislativa local”.
Ficha limpia, baja de imputabilidad y el rol del Congreso
Bullrich también se refirió al rechazo del Congreso al proyecto de ficha limpia, que impide ser candidato a quienes tengan condenas judiciales. Atribuyó la caída del proyecto al peronismo: “Los que votaron en contra dijeron que no aprueban leyes que los puedan perjudicar. Eso es parte de su esencia. No creen en la transparencia como valor”, señaló.
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En relación al proyecto para bajar la edad de imputabilidad, confirmó que ya cuenta con dictamen en comisión y que hay mayoría para tratarlo. Si bien el proyecto original planteaba bajar la edad a 13 años, finalmente se acordó fijarla en 14 para facilitar consensos. “Es fundamental actuar cuando un joven comete su primer delito. Hoy un chico de 15 años puede matar y volver a su casa como si nada”, denunció.
Bullrich defendió el enfoque integral del proyecto, que incluye tratamientos educativos, sociales y penitenciarios para los menores infractores, y aseguró que es una deuda pendiente que otros gobiernos no quisieron resolver.
Al referirse a lo ocurrido con ficha limpia y otras iniciativas frustradas, lamentó la falta de compromiso legislativo. “Al final del día, cuando hay que votar leyes importantes, contamos con nosotros mismos. Algunos se dan vuelta, otros piden algo a cambio. Necesitamos más legisladores propios para impulsar el cambio”, concluyó.
Críticas a Larreta, defensa de Adorni y la disputa en CABA
La ministra no esquivó la discusión sobre la campaña en la ciudad de Buenos Aires. Cuestionó la decisión de adelantar las elecciones locales y sostuvo que la intención fue “quedarse con la ciudad”. “Queríamos un año sin elecciones. Esta fue una jugada para frenar el cambio”, dijo.
Bullrich respaldó con firmeza la candidatura de Manuel Adorni y llamó a concentrar el voto opositor: “El voto estratégico es a Adorni. Es el que le puede ganar al kirchnerismo”, afirmó.
Consultada sobre el rol actual del PRO en la ciudad, Bullrich fue directa: “La mayoría del PRO hoy está en el gobierno nacional, empujando el cambio. No le saquemos el culo a la jeringa. Dijimos que apoyábamos a Milei, ahora hay que sostener los cambios”.
Comparó la gestión actual con la de Mauricio Macri y fue crítica con el exjefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Recordó que durante su gestión como ministra en 2015 pidió ocuparse del tema piquetes, pero “me sacaron la responsabilidad y se la dieron a Larreta, que nunca tuvo la voluntad de actuar”.
También valoró el respaldo de Javier Milei desde el primer día y destacó el papel de Sandra Pettovello en desarmar el sistema de planes sociales. “El 20 de diciembre, el presidente estaba en la Policía Federal dando una señal clara. La decisión política marca la diferencia”, remarcó.
