Contexto
¿Qué desencadenó las críticas hacia Villarruel?
Las tensiones públicas entre Victoria Villarruel y Javier Milei aumentaron después de que el Presidente no la saludara cuando se cruzaron en la Catedral porteña durante el Tedeum del 25 de Mayo. Ese episodio fue interpretado como un desaire a la vicepresidente y generó cuestionamientos sobre la relación entre ambos dirigentes.
¿Cómo respondió Villarruel a los reclamos que recibe en redes sociales?
La vicepresidente utilizó su cuenta de Instagram para replicar comentarios de seguidores que la cuestionaban por supuestamente “jugarle sucio” a Milei. Villarruel manifestó con firmeza: “Yo no juego sucio ni por la espalda. Las cosas las digo siempre en la cara, incluidas las críticas”. Rechazó la idea de una traición y pidió que se deje de dudar de su rectitud.
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¿Qué argumentos esgrimió para defender su postura?
Villarruel recordó su práctica religiosa y aseguró que sus valores están fundamentados en su fe católica, frente a quienes le recomendaron tener “valores delante de Dios”. Asimismo, enfatizó que responde con educación y respeto, aunque itió el cansancio ante los “maleducados” del Poder Ejecutivo y de quienes le hacen reclamos en redes sociales.
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¿Qué dijo sobre su trayectoria política y su confrontación con la “casta”?
Se reivindicó como una militante de larga data en la “batalla cultural”, con más de 20 años de lucha en temas sensibles como Malvinas, el aborto, las Fuerzas Armadas y el campo. Destacó que no pertenece a la “casta” política, razón por la que, según ella, es blanco de ataques sistemáticos.
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¿Cómo se refirió a su situación salarial?
Villarruel se quejó por el congelamiento de su sueldo desde diciembre de 2023, un reflejo de la política de austeridad del presidente Milei y su gabinete. Detalló que con su salario debe afrontar gastos cotidianos como expensas, impuestos, celular, prepaga y comida, y señaló que trabaja “en silencio, todos los días”.
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Cómo sigue
La vicepresidente Victoria Villarruel utilizó una estrategia de comunicación activa en redes para defenderse de los ataques y mantener su imagen como una figura recta y patriota dentro del Gobierno.
La tensión con Javier Milei y su entorno político sigue latente, con episodios públicos que evidencian un distanciamiento difícil de reconciliar a corto plazo. A pesar de la fricción, Villarruel reafirma su compromiso con sus valores y su rol, incluso frente a la austeridad económica impuesta en el Ejecutivo.
Su posicionamiento, junto con la crítica a sectores mediáticos y políticos, sugiere que seguirá manteniendo un perfil firme, sin ceder ante las presiones internas ni externas.
