El impacto de los aranceles de Pekín afecta principalmente a medios de producción clave, como partes, componentes y químicos, que son esenciales para la manufactura.
Las empresas europeas sufren el impacto de la política arancelaria china.
Lo que importa
Las empresas europeas en China sufren más los aranceles impuestos por Pekín que los de Estados Unidos, a pesar de que los gravámenes estadounidenses son más altos.
El 44% de las empresas europeas reportan que los aranceles chinos afectaron las importaciones desde EE. UU., mientras que solo el 31% menciona los aranceles de EE. UU. como un problema para sus exportaciones.
El impacto de los aranceles de Pekín afecta principalmente a medios de producción clave, como partes, componentes y químicos, que son esenciales para la manufactura.
A pesar de la presión de los aranceles, las empresas europeas en China están mejor preparadas para enfrentar incertidumbres, gracias a lecciones aprendidas en crisis recientes.
Más de la mitad de las empresas europeas perciben un entorno de negocios más politizado y sienten que hacer negocios ha sido más difícil debido al aumento de las tensiones geopolíticas.
Los aranceles impuestos por Pekín tienen un impacto significativo en las empresas europeas que importan bienes desde Estados Unidos. Aunque los aranceles de EE. UU. son más altos, las empresas ven más afectadas sus cadenas de suministro por los gravámenes chinos. Esto se debe principalmente a que muchos de los productos gravados por China son medios de producción clave, como componentes y herramientas que provienen de EE. UU. Un ejemplo claro es que una empresa que necesita un componente muy específico, como un químico especializado, podría detener su producción completamente si ese componente es interrumpido, independientemente de que su costo sea una fracción del total de la fabricación.
La guerra comercial ha causado que las empresas europeas enfrenten más dificultades a nivel logístico y de confianza. La encuesta revela que un 59% de los participantes consideran que las tensiones geopolíticas han dificultado la realización de negocios, mientras que más de la mitad de las empresas (52%) sienten que el entorno empresarial se ha vuelto más politizado en los últimos meses. Los aranceles, aunque perjudiciales, no son lo único que preocupa a las empresas; la incertidumbre política y económica también está afectando su capacidad para planificar a largo plazo.
Las empresas, según Jens Eskelund, presidente de la Cámara de Comercio de la Unión Europea en China, han aprendido lecciones valiosas de crisis previas, como la pandemia del COVID-19 y las tensiones en el Mar Rojo. Esto les ha permitido mejorar la resiliencia de sus cadenas de suministro. Además, más del 50% de las empresas ven la situación actual como una oportunidad para reforzar sus estrategias a largo plazo. En este sentido, muchas están invirtiendo más en la diversificación de sus cadenas de suministro, aunque un 57% todavía prefiere observar el desarrollo de la situación antes de tomar decisiones drásticas.
Pese a las tensiones globales, las empresas europeas en China continúan teniendo una relación de colaboración con el gobierno chino. Jens Eskelund destacó que, a pesar de las tensiones políticas, las autoridades chinas han mostrado una disposición inusitada para dialogar con la comunidad empresarial. La "alfombra roja" ofrecida por el gobierno chino indica una apertura a mantener la actividad económica fluida, lo que puede ser positivo para las empresas que buscan adaptarse al entorno cambiante.
A medida que la guerra comercial entre China y Estados Unidos continúa afectando el panorama global, las empresas europeas en China se enfrentan a una serie de desafíos. Los aranceles de Pekín, aunque menos comentados, están afectando más de lo que se esperaba, especialmente en sectores que dependen de componentes especializados. Sin embargo, la tendencia de las empresas europeas es mantenerse comprometidas con el mercado chino, debido a la fortaleza y competitividad de sus cadenas de suministro.
En el corto plazo, las empresas probablemente continuarán observando la situación antes de hacer cambios estratégicos significativos, aunque algunas ya están incrementando sus inversiones en el país. A largo plazo, la comunidad empresarial europea en China probablemente se adaptará aún más a los desafíos impuestos por las tensiones geopolíticas, y las relaciones con las autoridades chinas seguirán siendo clave para sostener la actividad económica. A pesar de las incertidumbres, China sigue siendo un mercado crucial debido a su capacidad de ofrecer componentes de alta calidad a precios competitivos.