El gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, considera que todavía existe margen para ser "más ambiciosos" en el diseño de las pruebas de esfuerzo a las que la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y el Banco Central Europeo (BCE) someten a las entidades de la Unión Europea.
"Diría que aún hay margen para ser más ambiciosos y seguir avanzando en la forma en que lo implementamos", ha afirmado Escrivá durante su intervención en un coloquio junto a Klaas Knot, gobernador del Banco de Países Bajos y presidente del Consejo de Estabilidad Financiera (FSB).
En este sentido, en cuanto a la metodología empleada y a la base analítica, el banquero central español ha apuntado que, si bien en política monetaria se usan modelos de vanguardia, el instrumento utilizado para las pruebas de estrés "no es tan avanzado como el de la política monetaria", por lo que hay margen para mejorar su uso.
Además, si en la práctica europea se tiende a depender demasiado de las aportaciones de las entidades, en particular para las provisiones, considera que sería deseable avanzar en la línea implementada en Estados Unidos, donde el banco central dispone de mayor capacidad interna para generar provisiones previas.
"Esto también permitiría una mayor mejora, ya que no se trata de tener balances estáticos para el ejercicio. Estos son ejemplos de áreas en las que creo que deberíamos seguir avanzando", ha señalado.
José Luis Escrivá
Macroprudencial
Asimismo, para el gobernador del Banco de España, si bien la prueba de estrés que se lleva a cabo cada dos años "puede ser un ejercicio muy eficaz", considera que podría usarse para más cuestiones, además de los requisitos de capital, incluyendo macroprudenciales, ya que al agregar todos los datos se obtiene un análisis macro donde caben más escenarios de estrés que los utilizados actualmente.
"Podría tratarse de diversos escenarios, y diría que también podríamos utilizarlo analizando cierta parte del sistema, o un grupo de bancos, un grupo de entidades", ha apuntado Escrivá, para quien esto sería un trabajo interno en la evaluación de vulnerabilidades.
"Veo un gran potencial en ello, pero tenemos que trabajar en ambas direcciones: en los métodos que se utilizarán y en cómo emplearlos de forma flexible a nivel nacional, europeo, micro y macro", ha explicado.
FUENTE: El Observador
