El primer ministro polaco, Donald Tusk, superó este miércoles un voto de confianza en el Parlamento, lo que da oxígeno para su coalición liberal en un momento difícil tras el triunfo en las elecciones presidenciales de Karol Nawrocki, alineado con la oposición.
La moción, que había sido pedida por el propio Tusk para reafirmar la unidad dentro de su coalición, fue aprobada con 243 votos a favor y 210 en contra, sin abstenciones, en una votación precedida de un debate largo, duro y accidentado en la Cámara Baja del Parlamento que se extendió por más de siete horas.
Tusk tomó la delicada decisión de someterse a una moción de confianza tras las especulaciones sobre la continuidad del Gobierno y de la alianza de 12 partidos que lo apoya, que se pusieron en marcha cuando su candidato a las presidenciales, Rafal Trzaskowski, perdió frente a Nawrocki, apoyado por la oposición que lidera el Partido Ley y Justicia (PiS), el pasado 1 de junio.
El primer ministro polaco buscaba reafirmar su liderazgo y adelantarse a posibles mociones de censura de la oposición. Así, explicó que necesitaba "un voto de confianza, porque surgieron especulaciones sobre si el Gobierno se mantendría y en tales condiciones se trabaja mal".
El temor a los vetos presidenciales
La llegada de un nuevo presidente como Nawrocki, de signo político contrario al del Gobierno, generó más tensión a la ya polarizada escena política polaca, y se teme que haya un bloqueo continuo en forma de vetos presidenciales, algo que complicaría enormemente la legislatura a Tusk y su equipo. El presidente en Polonia tiene la atribución de vetar leyes del Parlamento.
La oposición conservadora pidió adelantar las elecciones y armar un Gobierno "apolítico" de transición a través del diputado del PiS Jan Kanthak, quien dijo que "el verdadero voto de no confianza fue concedido por la nación el 1 de junio", en referencia a las elecciones presidenciales.
Tusk camina por un sendero complicado, ya que por un lado tiene que lidiar con un presidente beligerante y en sus antípodas ideológicas y, por otro debe conducir una coalición que se convirtió en un rompecabezas cuyas piezas encajan peor cada día.
Para el futuro de Tusk ya se dan noticias inquietantes, como la consulta a los militantes del PSL -partido que integra su coalición- sobre si les gustaría negociar un acuerdo con la oposición para formar Gobierno.
Tusk: cambios en el Ejecutivo, nuevo portavoz y defensa de su política migratoria
La moción de confianza fue aprovechada por Tusk para delinear su agenda o como lo llamó: "plan de contingencias".
Además anunció una reestructuración de su Ejecutivo para el próximo mes de julio, que implicará "nuevas caras" y una "nueva estructura".
También se espera el nombramiento de un nuevo portavoz del gobierno en una semana, una figura que Tusk consideró innecesaria pero que este miércoles calificó de "importante y con peso".
El líder polaco también convirtió la tribuna en un escaparate para sus logros, como una frontera con Bielorrusia mucho más segura, una política migratoria muy restrictiva pero concertada con Bruselas, el aumento en el gasto de Defensa y, a falta de la liberalización del aborto, la puesta en marcha de un programa de fecundación in vitro del que nacieron más de 1.600 niños.
FUENTE: EFE