¿Por qué fuman los adolescentes? ¿Fuman más que hace unos años? ¿Qué fuman, cigarrillos o vapeadores?
Todas esas preguntas surgen al pasar por la salida de una escuela, cuando los grupos de amigos comparten el camino a casa y llevan en sus manos modernos rios mientras lanzan un humo blanco y perfumado. Muy pocos aspiran el humo de un cigarrillo electrónico o arman un cigarro con papel y tabaco.
Los abuelos o padres de esos jóvenes pertenecen a la generación que combatió el cigarrillo, lo quitó al tabaco de la publicidad, de los espectáculos deportivos y prohibió fumar en los bares, los espacios laborales y en algunos casos, en espacios públicos. Los mismos vencedores contra la industria tabacalera que consiguieron poner fotografías de los graves daños que causa el tabaco en la salud y decir en los paquetes de cigarrillos “fumar mata”. ¿Entonces qué pasó?
Sin necesidad de acceder a estadísticas sanitarias, es fácilmente comprobable que los adolescentes y los jóvenes cada vez fuman más, incluso muchos responden que se ha vuelto a poner de moda.
Según los especialistas, es difícil combatir el inicio de esta adicción ya que los jóvenes no se plantean los riesgos para la salud y además rechazan recibir esta información.
Un regreso frutal, de colores y por las redes
El protagonista del regreso de esta adicción es el vapeador, una mutación lograda con un gran trabajo de diseño que lo aleja del aspecto del cigarrillo y bajo la falsa creencia de que no es nocivo, llega con estéticas modernas, anatómicas y coloridas. Ofrecen múltiples sabores frutales que no dejan malos olores y cuya experiencia de compra es como la de un rio de moda.
Su principal herramienta para expandirse fue la falsa promesa de no ser nocivo para la salud.
El dato es preocupante: el vapeador creció exponencialmente entre los adolescentes que que inician su consumo desde los 12 años.
Salteando las regulaciones de casa país, los vapeadores llegan a los menores por los artilugios `tradicionales´que transitaban los cigarrilos: el baño del colegio, un hermano o amigo mayor, o incluso en en los `chinos´. Pero gran parte de la comercialización se hace a través de redes sociales, plataformas de venta online y máquinas de vending que logran evadir los controles.
Desechables, baratos y de fácil .
Hay distintas categorias de vapeadores, "los que compran los adultos" que son más caros y se recargan, y los que más consumen los adolescentes que son "los desechables que vienen por caladas que son más baratos" "los desechables que vienen por caladas que son más baratos"
cuenta un alumno de 14 años sobre la práctica habitual entre su grupo de amigos que reúnen 10 euros para comprar uno de estos dispositivos en plataformas de venta online o a través de redes sociales.
Los vapers no se miden en unidades sino en cantidad de `caladas´y los desechables son la mejor opción entre los menores: "es más barato, se puede comprar uno de 1000 caladas con un amigo por 10 euros y lo compartes" "es más barato, se puede comprar uno de 1000 caladas con un amigo por 10 euros y lo compartes"
cuentan. En este caso, el riesgo es mayor ya que no hay ningún tipo de información sanitaria del contenido y contienen probablemente ingredientes adicionales, como el acetato de vitamina E, pueden provocar serias lesiones pulmonares
Qué contienen los vapeadores
Algunas personas los usan para inhalar ingredientes activos además de la nicotina, como la marihuana, aceites de hachís y anfetaminas. Además del agua y el ingrediente activo, los líquidos de vapeo producidos comercialmente suelen contener propilenglicol o líquidos a base de glicerina vegetal junto con otros productos químicos y aromatizantes, incluyendo trazas de metales.
En Francia, recientemente, se ha prohibido la comercialización de los vapeadores desechables convirtiéndose en el segundo país de Europa después de Bélgica. Europa presiona a sus socios para que se avance en estas prohibiciones y medidas antitabaco en todos los países de la Unión.
España y Argentina consumos parecidos
España y Argentina presentan patrones de consumo muy parecidos a pesar de las distintas regulaciones de cada país, lo que demuestra que la demanda es la que manda.
Argentina es uno de los países pioneros en la prohibición de fumar en espacios públicos, empresas, bares y restaurantes y desde hace años, se registraba un fuerte descenso en el consumo de tabaco.
En Argentina, la comercialización de vapeadores está prohibida, sin embargo, los adolescentes lo consumen cada vez más ya que se consigue fácilmente. Si bien Argentina supera a España en cuanto a los espacios donde está prohibido fumar, el 61% de los consumidores de vapers iniciaron el consumo entre los 14 y 15 años.
En España su venta está permitida y se comercializa en los estancos junto con los cigarrillos y el tabaco. Sin embargo el ministerio de Sanidad no ha conseguido equipararlo al tabaco tradicional por lo que evade las regulaciones del tabaco. Desde hace un año, un Real decreto que le da un tratamiento equivalente al tabaco y a los dispositivos electrónicos, espera que sea tratado por el Congreso para poder entrar en vigencia.
Mientras tanto, la edad promedio de inicio en el consumo de tabaco se sitúa en torno a los 13 años y las Asociaciones médicas y los organismos gubernamentales siguen en tensión con la hostelería para prohibir fumar en las terrazas de los bares y es el país del Europa en el que los cigarrillos son más baratos.
Las chicas vapean más
El consumo de tabaco y vapeo en adolescentes españoles ha experimentado un preocupante crecimiento Según datos del Grupo Español de Cáncer de Pulmón (GE), el porcentaje de fumadores entre jóvenes de 14 a 18 años se duplicó, pasando del 18,4% al 43,7%. Esta expansión se acompaña de un fenómeno de feminización, ya que en ese periodo comenzaron a fumar 95.100 chicas, cifra superior a los 74.500 chicos.
El nuevo objetivos, los niños
Esta tendencia peligrosa que alcanza a niños cada vez más pequeños. El nuevo blanco son los menores de entre nueve y once años, a quienes intentan atraer mediante dispositivos con apariencia de juguete. Muchos de estos productos incluyen personajes reconocibles de programas infantiles, películas o videojuegos, como Bob Esponja, Los Simpson o los Minions, y vienen en envases llamativos acompañados de sabores dulces como fresa, melón o sandía. Todo está pensado para despertar la curiosidad de los más chicos y fomentar el inicio en el vapeo
El vapeo, en cifras
El vapeo se ha convertido en la forma de consumo de nicotina más popular entre los adolescentes. Más del 54% de los jóvenes de entre 14 y 18 años lo ha probado. Uno de los datos más preocupantes es entre los niños de 12 y 13 años la cifra asciende al 25,2%. Este descenso en la edad media de inicio del consumo aumenta el riesgo de dependencia y problemas de salud futuros.
Los desafíos ante un gran impostor
El vapeador logró su peligroso éxito saltando dos fronteras, primero presentándose como una alternativa para dejar el tabaco que no hacía daño a la salud y luego, con una gran estrategia de diseño, llegó a las antípodas estéticas del cigarrillo tradicional que estaba asociado a las campañas antitabaco. Sumado a esto, su proliferación por las redes sociales y los canales de venta online que escapan a todo control, plantean un enorme desafío a las familias, a los médicos y a las instituciones gubernamentales frente a un enemigo que avanza de una manera despiadada sobre adolescentes y niños.