El Canal estuvo bajo dominio estadounidense entre 1914 y 1999. Desde semanas antes de volver a la Casa Blanca, Trump mencionó a Panamá en discursos, entrevistas y publicaciones de Truth Social y amenazó con recuperar su control. Esa avanzada le valió una serie de concesiones de parte del presidente conservador panameño José Raúl Mulino. ¿Cuáles? El gobierno panameño auditó dos puertos adyacentes al canal operados por empresas chinas.
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Donald J Trump y Kevin Marino Cabrera
El gigante BalckRock, a su vez, anunció un acuerdo comercial para adquirir la firma china CK Hutchison, con sede en Hong Kong, dueña de ambas terminales portuarias de Balboa y Cristóbal, adyacentes al Canal de Panamá, por unos 19.000 millones de dólares. La operación, sin embargo, ahora está en pausa por presuntas presiones de Beijing.
En diálogo con este medio, Cabrera opinó sobre la estratégica importancia del Canal y la preocupación por la creciente influencia china en la región. Reveló las prioridades de Washington en el hemisferio y se refirió a la situación migratoria en el Darién, las inversiones (pausadas) de BlackRock y las tensiones geopolíticas que definen el futuro de Panamá y América Latina.
Está cumpliendo un mes como embajador en Panamá, un país que se volvió foco de atención por el conflicto alrededor del Canal. ¿Qué balance hace de sus primeros pasos?
Ha sido una bienvenida muy cálida. Panamá, en cierto modo, tiene mucho en común con Miami: las culturas, las personas, la comida, por lo que la transición ha sido bastante fluida. Es un puesto de gran importancia; pienso que fui uno de los primeros nombramientos que anunció el presidente Trump, un buen regalo de Navidad para mí. También fui uno de los primeros confirmados; antes que yo sólo lo fueron la OTAN, Japón, Israel, México y Canadá.
Trump tenía en mente su nombre casi desde el principio...
Sí, creo que fui de los primeros en ser confirmado, y por la importancia del puesto y el trabajo. El presidente Trump ha puesto mucho énfasis a la tarea de eliminar la influencia maligna de China, no sólo en el Canal sino en todo el hemisferio. Estoy orgulloso de trabajar para eso, porque este es un puesto muy importante. Estoy orgulloso de representar a Estados Unidos y avanzar sus intereses en Panamá y la región.
¿Por qué el Canal de Panamá tiene efecto en toda la región?
Porque más del 70% del comercio que pasa por el Canal está relacionado con Estados Unidos, ya sea entrando o saliendo del país.
La primera gira del secretario de Estado, Marco Rubio, fue a Panamá, y además fue el secretario de Defensa, Pete Hegseth. ¿Cuál es el objetivo concreto y qué falta por resolver respecto al canal y la influencia de China?
El presidente Trump es muy claro y directo, quizás el presidente más transparente que hemos visto. Ha expresado muchas preocupaciones sobre la influencia china en el área del Canal y nuestro hemisferio, influencias que no benefician ni a Panamá ni a Estados Unidos. Gracias a esas preocupaciones se pudo realizar una auditoría sobre las concesiones de las compañías chinas.
¿Qué reveló la auditoría sobre lo que deben las empresas chinas que operan en los puertos?
Los números son elevados, entre 600 millones y 1.200 millones de dólares que no han pagado al pueblo panameño. Esto es preocupante y refleja una operación que no favorece a Panamá, algo que salió a la luz gracias a las inquietudes del presidente Trump. Se trata de una cifra astronómica que no entra dentro del margen de error posible.
Panamá anunció su salida del plan chino de la Franja y la Ruta. ¿Qué opina?
Es uno de los grandes logros desde que el secretario Rubio y el secretario Hegseth han trabajado con Panamá. Panamá es el primer país en entrar y salir de la Ruta de la Seda. La Ruta básicamente implica préstamos predatorios y control posterior. China no es un buen aliado; hemos visto cómo Guatemala, Costa Rica, Paraguay y ahora República Checa han denunciado ataques cibernéticos de China. Estados Unidos, en cambio, ayuda a fortalecer los sistemas cibernéticos para proteger a estos países.
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Xi se refirió a la soberanía del Canal de Panamá.
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¿Qué piensa de la compra de las terminales portuarias de Balboa y Cristóbal por parte de BlackRock?
Es una venta entre dos compañías privadas. Estados Unidos no tiene nada que ver con eso, pero estamos a favor de que se venda a una empresa que no sea controlada por China. Sabemos que China intenta detener esta venta porque esas compañías chinas están vinculadas al Partido Comunista y su influencia en Panamá y en nuestro hemisferio no es positiva.
¿Cuál es el estado actual de esa operación, que está en pausa?
Esperamos que la venta se concrete pronto. La Corte Suprema de Panamá está revisando la legalidad de la concesión y su extensión, por lo que hay muchas preguntas abiertas. Nuestra expectativa es que, de una forma u otra, esa compañía china no continúe operando esos puertos.
¿Trump o su círculo hicieron gestiones para que BlackRock comprara la operación de los puertos a las empresas chinas?
Ese interés se relaciona con las declaraciones directas de Trump sobre la necesidad de eliminar la influencia china en el área del Canal. Cuando se descubrió que esa compañía debía cientos de millones al pueblo panameño, la preocupación aumentó. La idea es que quienes tienen la concesión paguen lo que deben, y que la operación sea justa para Panamá. Con esa dinero podrían haber creado hospitales, educación, numerosas obras. Es dinero que se le debe y no se ha pagado. Como se suelde decir, toma el chocolate y paga lo que debe. Han tenido la concesión, ahora que paguen. Es bien lamentable la manera en la que ha ocurrido esto.
El presidente de Panamá, José Raul Mulino, junto al secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio. EFE.webp
¿Cómo califica el despliegue de China en América Latina más allá de Panamá?
China ha tenido varios fracasos, como en Ecuador, con un proyecto minero que terminó en desastre. Las compañías estadounidenses son superiores y hacen un mejor trabajo, y por eso parte de mi labor es promover la inversión estadounidense en Panamá y asegurar que se trate justamente a estas empresas para que compitan y desarrollen la economía local.
¿Qué opina de las declaraciones de Trump sobre “recuperar” el Canal?
El presidente Trump es muy claro y transparente. No necesita vocero ni traductor. Sus declaraciones reflejan sus preocupaciones y estamos en conversaciones con Panamá para abordar esos temas. Nunca negociaríamos públicamente ni en contra de nuestros intereses.
¿Cómo avanza la negociación con Panamá sobre la migración en la selva del Darién?
El Darién era un paso peligroso por donde cruzaron más de un millón de personas, muchas de ellas víctimas de violencia, extorsión y crimen organizado. Bajo el liderazgo del presidente Trump y con cooperación panameña, se logró cerrar ese paso, beneficiando a Estados Unidos, Panamá y todos los países de la ruta migratoria.
¿Qué hay de la exención de pago para los buques militares estadounidenses que transitan el Canal?
Esto no es nuevo ni algo exclusivo mío. Tanto el secretario Rubio como el presidente Trump han expresado que si Estados Unidos es responsable de proteger el Canal, no debería tener que pagar por el tránsito de sus buques militares y auxiliares. Estamos buscando mecanismos legales para que esto se formalice, y tiene sentido: es como contratar a un guardia y luego hacerle pagar por estacionarse.
¿Hay posibilidades de que vuelvan las bases militares de EEUU en Panamá?
Actualmente no hay bases militares en Panamá. Se ha firmado un memorándum de entendimiento de seguridad con Panamá, algo legal y común desde la restauración de la democracia en el país. Lo que algunos políticos dicen es falso y solo busca generar relevancia. Todo lo que hacemos es en conjunto y legal, sin bases militares.
¿Cómo define su relación con el presidente Raúl Mulino y el gobierno panameño?
Hemos tenido varias reuniones y una buena cooperación en temas del Canal, migración y desarrollo local. Como siempre, hay diferencias, pero mi labor es representar y promover los intereses y prioridades de Estados Unidos, y eso hago día a día.
¿Estados Unidos recuperará el Canal de Panamá?
El presidente Trump ha sido claro en sus declaraciones, y estamos en conversaciones con Panamá. Pero no negociaré públicamente ni en contra de nuestros propios intereses.
¿Qué opinión tiene sobre la sequía y el cambio climático que afecta al Canal?
Estamos trabajando con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército y la Autoridad del Canal para buscar maneras de reutilizar y acceder a más fuentes de agua. El Canal usa mucha agua y, aunque ahora no hay sequía, hace uno o dos años hubo una que redujo el tráfico hasta un 27%. Queremos prepararnos para mitigar futuros impactos.
¿Cómo compite EEUU con China, dado que las empresas chinas reciben apoyo estatal directo y las estadounidenses se mueven con criterio de mercado?
Nuestras compañías son superiores y más eficientes. China ha causado desastres, como en Ecuador. Además, sus ataques cibernéticos contra países de la región contrastan con la ayuda estadounidense para proteger infraestructuras. La mayoría de los panameños apoyan una relación cercana con Estados Unidos.
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Trump junto al director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, a la derecha, durante el primer mandato presidencial del republicano.
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¿Qué piensa de la dependencia de algunos países latinoamericanos de inversiones o acuerdos con China, como el que tiene Argentina con el swap chino?
Nunca hay un almuerzo gratis. Lo que China ofrece viene con condiciones, esa es la diferencia con Estados Unidos. Por eso, muchos países prefieren trabajar con nosotros.
¿Cómo interpreta la actual disputa comercial y arancelaria de EEUU?
El presidente Trump ha sido claro en exigir un trato justo para las empresas estadounidenses, que han sido perjudicadas por altos aranceles en otros países. Cada nación defiende sus intereses y Estados Unidos hace lo mismo.
¿Existe el riesgo de que la presión estadounidense genere inestabilidad en Panamá, especialmente tras recientes protestas y despidos en empresas?
No puedo especular. Nosotros trabajamos para cumplir con las prioridades del presidente Trump y hemos sido muy claros en nuestra postura.
