Que la soja puede ir tras los pasos del girasol, advirtió Guigou (en algo que al toque generó lo que ADP promueve en cada ADP Zone: un semillero de discusiones).
El girasol fue un cultivo exitoso en Uruguay hasta inicios de este siglo y, debido a varios factores (no solo el ataque de las aves y las enfermedades) casi desapareció; hoy la soja es el cultivo más extendido en la chacra nacional y lejos está de desaparecer, pero afronta un conjunto de obstáculos que Guigou entiende debe ser una prioridad considerarlos, para lo cual señaló varias acciones emprendidas o a emprender.
La frase
“La propuesta de este espacio es desaprender en cierta forma y encarar a la soja de manera diferente, no poniéndola como la que está por encima de todo riesgo sino como un jugador del equipo agrícola que necesita mejorar enormemente para ser un pilar del sistema nuevamente y no ser el nuevo girasol”.
Marcos Guigou
Cuando no explota algo, pero algo hay que hacer
“En Apolo 13 ellos suben una llave y explota algo y a partir de ahí todo lo que era un proyecto que funcionaba para un determinado objetivo debe replantearse totalmente… el problema que veo en nuestra actividad es que esa explosión no se da, sí se va generando y acumulando todo un problema de competitividad en la soja, con aumento de costos y baja productividad en años secos pero también en años lluviosos… cuando al mismo tiempo otros jugadores grandes como Brasil y Estados Unidos, los más relevantes en el mercado, tienen una contundencia en la productividad por hectárea y en el volumen independientemente de sus adversidades… en Brasil, acá al lado, logra un aumento gigantesco del área: crece un Uruguay o dos cada año”, reflexionó para El Observador.
Si la soja lograse US$ 500 o US$ 600 por tonelada hay problemas que se disimulan… pero con los valores actuales, por debajo incluso de los US$ 400, “hay claramente un problema y es muy serio”, por lo tanto “el aporte con algunas reflexiones es que sin perder tiempo enfoquemos el tema soja sin verlo como un jugador que es un yuyo que funciona igual, que siempre anda… porque no es así, debemos reorganizarnos seriamente porque entendemos que es posible aumentar la productividad".
itió que “no tenemos las respuestas, la receta perfecta, hicimos algunos aportes para generar una discusión, porque en Apolo 13 explotó algo y no les quedaba otra que reaccionar… acá no explotó nada, pero igual hay que hacer muchas cosas” y mencionó, por ejemplo: acidez del suelo, sincronización de variedades e impacto de enfermedades vasculares.
En uno de los momentos de su oratoria –créanlo que, como se dice, no volaba ni una mosca, la concentración de la gente en el análisis de Guigou era la máxima–, señaló a un cultivo con el cual las cosas se hicieron del modo adecuado y se pudo aproximar la productividad a una meta que hace algunos años fue tema central en una jornada de ADP: 6.000 kilos en trigo.
“El trigo era un jugador de la rotación que estaba golpeado, había que buscar cómo recuperarlo y eso se hizo bien, o sea que se puede: lo que debería ilusionarnos en todo esto es que tenemos excelentes agrónomos, a la información, hay cómo buscar tecnología y ajustar modelos; estamos en un momento en el que todos debemos ayudar a la soja, para que la soja ayude al equipo agrícola”.
La frase
“Tenemos que acomodar nuestro equipo para ser más competitivos, y eso exige apertura mental, discusión, trabajo en equipo y uso de datos para lograr los insumos más eficientes”.
Marcos Guigou
El tema este año en la jornada de ADP-Agronegocios del Plata fue “Moonshot (Disparo a la luna) – Pensemos en lo inimaginable”.
Uno de los momentos del mensaje de Guigou que llamó la atención fue cuando propuso se viera desde el espacio lo bien parado que está en general la región del planeta que habitamos y especialmente Uruguay: si se observa a la tierra el país está en el continente capaz de exportar más alimentos al mundo y en un sitio de privilegio con base en múltiples ventajas comparativas: su nula deforestación, su conectividad, la ausencia de obstáculos geográficos, su bajísimo aporte al calentamiento global, casi todo el territorio sin ciudades desbordadas de habitantes, entre otras.
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ADP Zone 2024: Marcos Guigou.
La frase
“La perspectiva es de gran oportunidad, estamos en el lugar correcto, nuestra producción nunca va a ser tan grande como para afectar el mercado, y el mundo concentrado en ciudades (en 2025 el 90% de la población en América Latina y el Caribe vivirá en centros urbanos) cada vez demanda más energía renovable, alimentos y soluciones ambientales”.
Marcos Guigou
Esta 10ª ADP Zone comenzó temprano en la mañana y concluyó tras el almuerzo con una recorrida por ensayos con trigos, pero también con maíces recién instalados –con riego– y arvejas.
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ADP Zone 2024: la actividad fue conducida por Hernán Zorrilla.
En un predio sobre la ruta 21, cerca de Dolores, donde ADP-Agronegocios del Plata posee una de sus plantas de silos, áreas de ensayos y diversa infraestructura, tras el desayuno hubo dos segmentos de conferencias.
La soja, ¿acompaña?
Inicialmente, sobre el eje temático “¿La soja está acompañando al equipo agrícola?”, expusieron Marcos Guigou e Ignacio Ferri (responsable de I+D de la empresa, quien luego estuvo al frente de la recorrida por los ensayos).
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ADP Zone 2024: Ignacio Ferri.
Luego expusieron Nahuel Reussi, investigador en nutrición del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) de Argentina –sobre “Reaprendiendo la nutrición de soja”– y Andreomar Kurek, director de Investigación de Soja para Brasil y Argentina en Stine Seed –sobre “Stine y el camino para el alto rendimiento de la soja”–.
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ADP Zone 2024: Nahuel Reussi.
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ADP Zone 2024: Andreomar Kurek.
Uno de los conceptos destacados lo expuso Reussi, cuando señaló la importancia de salir de la zona de confort y pensar en rendimientos de hasta 5.000 kilos de soja por hectárea.
En el segundo segmento, dedicado a la ganadería, los conferencistas fueron: Daniel De Mattos, asesor de ADP-Agronegocios del Plata en el negocio de carne vacuna (“Lo que no se mide no se gana”); y Javier Sabbía, referente en ganadería de Agrifirm, y Sebastián Frade, gerente de Agrifirm (Una oportunidad oculta en el feedlot”.
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ADP Zone 2024: Daniel De Mattos.
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ADP Zone 2024: Sebastián Frade y Javier Sabbía.
Esta segunda parte de la jornada culminó con la participación de Rodrigo Sáa (ver más adelante).
Guigou, también Sáa, pusieron énfasis en el valor que tiene la persona y, así, las personas que conforman los equipos: “Es así, estamos convencidos, las personas realmente hacen la diferencia, pero ojo, porque no solo hacen la diferencia para arriba, también hacen la diferencia para abajo, si vos tenes gente desenfocada o que no logró entender el sentido de la compañía… eso empuja para un lado que no nos conviene. Realmente la potencia de hacer cosas, la capacidad de innovar, la capacidad de solucionar momentos difíciles, de resolver discusiones porque es válido que haya varios puntos de vista… está en las personas que hace esa diferencia para mejorar… a esa gente tenemos que buscarla, tenerla y ponerla a liderar y dejarlas hacer, a mí algo que me resulta muy bueno es mostrar cosas… pero después dejar que la gente haga y tratar de no meterme todo el día a opinar, para no cortarles capacidad de tomar riesgos, por ejemplo, la forma de crecer es realmente que las personas se lancen, se animen, capaz a veces se equivocan, pero en general ese proceso es súper positivo”.
Finalmente, Guigou reconoció como reconfortante que la gente se vaya de cada ADP Zone con ideas que no imaginaba, con aportes, sean o no compartidos, “pero a nosotros también todo esto nos despierta muchas cosas, nos quedan opciones y no solo hoy, porque pasan los días y la gente que vino te escribe, te pide una reunión, te plantea sus puntos de vista… creo que esto es algo que nos motiva a todos, por lo menos a nosotros mucho”.
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ADP Zone 2024: Sofía Guigou.
“Música para nuestros oídos”
Al concluir la jornada, en tanto los cientos de visitantes se dirigían a degustar el almuerzo (carne asada, pan casero y ensaladas), en la enorme pantalla los anfitriones instaban al público, utilizando un código QR, a “ponerle nota” a la jornada. Como los periodistas deportivo cuando califican del 1 al 10, por ejemplo, la actuación de un futbolistas.
Sofía Guigou, gerente Comercial y de Marketing de ADP-Agronegocios del Plata, cuando El Observador le preguntó que nota pondría ella a la 10ª ADP Zone, enseguida dijo: “¡Qué difícil la pregunta!, la verdad es que no sé, sí sé que terminamos muy contentos, que la gente está muy contenta y eso es música para nuestros oídos”.
Confesó que “realmente, lo disfrutamos por supuesto, pero nos lleva mucho tiempo pensar los contenidos, qué mensaje queremos dar, qué charlas organizar… y al final de todo ese proceso tan extenso y desafiante lo más importante, algo que nos encanta, es estar como estamos todos ahora, estar felices”.
Contó, a modo de anécdota, algo que había hablado hace algunos minutos con compañeros de esta aventura: “Nos deja muy contentos cuando tenemos un como el que hubo durante una de nuestras charlas de hoy, cuando se dijo que una charla anterior había sido inspiradora para buscar soluciones sobre qué es lo que está pasando en la ganadería, eso nos llena, realmente”.
Finalmente, sobre la satisfacción de haber llegado a 10 ediciones de la ADP Zone, consideró que “seguimos desde la primera vez con la ilusión de responder a un montón de expectativas que debemos satisfacer, siempre queremos que un evento sea mejor que el otro, porque la gente viene a ver qué podemos darles de nuevo, qué podemos crear para ayudar a generar nuevos puntos de vista, nos encanta sacudir a la audiencia y creo que pudimos cumplir con eso”.
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ADP Zone 2024: Rodrigo Sáa.
Como entrar a una iglesia: sin bulla
Un clásico en cada ADP Zone es el aporte que realiza un orador no con base en consideraciones agrícolas o ganaderas, sí sobre experiencias útiles para esas actividades… en realidad para cómo uno se desenvuelve en las comunidades de las cuales es parte.
En esta instancia, la charla de cierre, aún con el enorme galpón colmado de público pese a que todo había comenzado algunas horas antes, estuvo a cargo de Rodrigo Sáa, quien la tituló “Tres fuerzas de las organizaciones sustentables”.
Luego de su participación, muy disfrutada, dialogó con El Observador e inicialmente, de un modo bien atractivo, contó qué implica para él y para su señora visitar Uruguay y especialmente Dolores: “Estuve hablando con un amigo uruguayo que vive en Miami y él me dijo que venir a Dolores, porque sus padres son de Dolores, era como estar paseando por una ciudad grande y entrar a una iglesia… porque se acaba la bulla y uno entra en otro ánimo… y venir a Uruguay tiene eso, es menos bulla, menos gritos, más escucharse, más horizontalidad… venir acá es una pausa rica”.
Añadió que “toda esta actividad tiene mucho cariño, está llena de cariño, está llena de que ojalá a todos nos vaya bien y eso me encanta”.
Sobre las decenas de minutos en las que fluidamente interactuó con el auditorio, sobre qué procuró trasladarles, comentó: “Por un lado, que todo lo que hagamos en el trabajo tiene proyección fuera del trabajo, porque la experiencia que uno vive en el ambiente laboral hace que uno sea finalmente un mejor o peor ciudadano fuera de él”.
Por otro, señaló, “dimos tres recomendaciones, la primera tiene que ver con cómo activar la inteligencia colectiva, ser menos dueño de la verdad y creer en el equipo; la segunda, reconstruir confianzas y dejar de gritarnos porque pensamos distinto; y la tercera, que para mí es la más importante, es cómo le ganamos al miedo, discurso tan instalado por tantas personas y construir una esperanza activa, crítica, para poder avanzar”.