Cada vez más entonado, el mercado de ganado gordo sigue registrando subas con una demanda que no afloja a la par de los precios de exportación más altos desde 2022 y que ya superan cómodamente los US$ 5 mil por tonelada.
El hueco de oferta se empezó a notar en el mercado del gordo. La industria pide ganados de pasto bien terminados, que cada vez hay menos, y los animales se colocan con fluidez a precios que siguen al alza desde hace 16 semanas según la Asociación de Consignatarios de Ganado (ACG).
“La tónica de subas en el mercado de hacienda se sigue afirmando, con una firmeza más marcada desde que terminó la ventana de cuota 481 y la industria salió a presionar sobre la oferta limitada que hay de ganado de pasto; esa oferta agregada presionó los valores al alza”, afirmó Christopher Brown, director de Agro Oriental.
Por novillos pesados que no abundan, con carcasas arriba de 280 kilos se puede superar los US$ 4,85. “Es la categoría que más escasea y tiene poder de negociación”, afirmó Brown en Tiempo de Cambio de Radio Rural. Los mejores novillos, en volumen, pueden alcanzar los US$ 4,90 por kilo sobre el final de la semana.
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“Los frigoríficos están tratando de conseguir los ganados y en estos días subieron 5 centavos todas las plantas”, comentó un operador.
Las vacas pesadas por arriba de 240 kilos de carcasa se negocian entre US$ 4,60 y US$ 4,65 por kilo y las vaquillonas de pasto muy cerca del novillo a US$ 4,70 y US$ 4,75 por kilo en virtud de la también limitada disponibilidad de esta categoría.
Con “precios excelentes” los productores “no están especulando”, afirmó Brown. Los negocios se hacen con fluidez y las entradas a planta son ágiles, entre 4 y 7 días.
La firmeza y la estabilidad distinguen al mercado de hacienda uruguayo frente a sus vecinos del Mercosur.
En los últimos 15 días el novillo especial de exportación en Argentina bajó de US$ 4,88 a US$ 4,74 mientras que en Uruguay subió 10 centavos en el mismo período, de US$ 4,70 a US$ 4,80. En Paraguay la referencia bajó de US$ 4,15 por kilo a mediados de mayo –el pico de los últimos dos años- hasta US$ 3,80 en las últimas dos semanas. Y en Brasil, con mayor oferta estacional y escasa demanda los precios bajaron hasta 10% en mayo, tocando una referencia de US$ 3,55 que viene en recuperación en los últimos días para acercarse a US$ 3,70 por kilo.
Precio de exportación marca el ritmo
La faena bajó en las últimas semanas, aunque la industria pretende mantener el dinamismo que están imponiendo los precios de exportación. Por primera vez desde 2022 el promedio para la carne vacuna exportada superó los US$ 5 mil por tonelada. Fue de US$ 5.064 en mayo con un incremento de 18,5% interanual.
El promedio semanal fue de US$ 5.450 por tonelada según los datos preliminares de INAC publicados este miércoles, la tercera semana seguida por encima de US$ 5.200 ton.
Las solicitudes de exportaciones de carne vacuna alcanzaron US$ 256 millones en mayo de 2025, con un crecimiento interanual de 36%.
Estados Unidos se mantuvo como el principal destino en mayo, con envíos por US$ 83 millones y 11 mil toneladas, un aumento de 45% respecto a mayo del año anterior.
Le siguieron la Unión Europea con US$ 75 millones y 7 mil toneladas, casi duplicando lo exportado el año anterior (+78%), y China, desplazado al tercer lugar entre los principales mercados por primera vez en varios años.
Algunos mercados pueden estar llegando a los topes de precios que están dispuestos a pagar, pero no hay elementos para pensar en un cambio de escenario por el resto del año afirmó esta semana el CEO de Minerva en Uruguay, Patricio Silveira.
Terneros vuelven a subir
En el mercado de reposición, con demanda que ha estado activa todo el año, la oferta de terneros empezó a escasear y los precios se tonificaron y volvieron a una tendencia ascendente sobre el final de la zafra. La exportación en pie está activa y pone un piso al mercado.
La relación flaco gordo que mide la diferencia de precios entre novillos (en pie) y terneros volvió a bajar esta semana y se ubica en 1,13, un índice que no se registraba desde marzo de 2023 y que es el más favorable a los invernadores en más de dos años.