Este mes los aficionados a la astronomía podrán disfrutar de un espectáculo único: la Luna llena, que alcanzará su punto máximo de iluminación, mostrando una esfera completamente iluminada. Este fenómeno, conocido por su espectacularidad, será aún más notable por la coincidencia con el fenómeno astronómico denominado major lunar standstill, un evento que no se repetía desde hace 18 años y medio.
Un evento raro: el "major lunar standstill"
El major lunar standstill es un fenómeno inusual que ocurre cuando la Luna alcanza una de sus posiciones más extremas en el cielo, ya sea más alta o más baja, y mantiene esta posición durante un período prolongado. Este tipo de eventos son de interés tanto para la comunidad científica como para los amantes de la astronomía, debido a su rareza y los efectos que provocan en la apariencia de la Luna y otros cuerpos celestes.
Este año, además, se sumará a la conocida Luna de Fresa, un evento estacional que se produce en junio, y que hará que la Luna se vea más cerca del hemisferio norte, algo que no sucedía desde 2006. Esta proximidad, combinada con la fase llena, ofrecerá una imagen aún más impresionante para quienes se encuentren en el lugar adecuado para observarla.
La relación con el solsticio de junio
La baja elevación de la Luna en el cielo durante este fenómeno tiene que ver con la cercanía del solsticio de junio, que marca el inicio del verano en el hemisferio norte y el invierno en el hemisferio sur. Este día será el más largo del año en el norte y el más corto en el sur, lo que afecta la posición de la Luna y genera la espectacular visión que se podrá observar desde diversas partes del mundo.
¿Cómo observar la Luna de Fresa?
La NASA ha indicado que la mejor oportunidad para observar la Luna de Fresa será durante la madrugada del 11 de junio, cuando aparecerá más cerca del horizonte norte. Sin embargo, se espera que se vea considerablemente más alta en el sur, lo que permitirá a los observadores tener distintas perspectivas de este fenómeno.
Para aquellos interesados en una visión más detallada, la NASA recomienda el uso de binoculares o telescopios, ya que la luz reflejada por la Luna durante su fase llena hará que el cielo nocturno esté más brillante de lo habitual. Aunque el desplazamiento del astro será imperceptible a simple vista para quienes no lo sigan regularmente, los expertos sugieren observar los ciclos previos para identificar variaciones en su altura.
Un fenómeno adicional será la posible variación en el color del cielo. En el caso de que la Luna aparezca más baja en el horizonte, su entorno podría adoptar un tono rojizo debido a la refracción de la luz solar y la cantidad de aire que se encuentra entre el observador y el satélite.
En resumen
La Luna llena del 11 de junio no solo será una oportunidad para observar un astro completamente iluminado, sino también para experimentar el fenómeno astronómico del major lunar standstill, que traerá consigo una Luna de Fresa más cercana al hemisferio norte. Con una ubicación más baja en el cielo y su espectacular brillo, este evento promete ser uno de los más notables del año para los aficionados de la astronomía.
Con información de El Tiempo/GDA