Contexto
¿Por qué es relevante el crecimiento del 8,9% interanual en marzo?
Este crecimiento marca la tasa más alta en más de un año, desde enero de 2023. Además, representa un aumento significativo frente a febrero (incremento de 5,7 puntos), indicando un dinamismo creciente en la actividad empresarial.
¿Cómo han evolucionado las ventas en los diferentes sectores?
El suministro de energía y agua lidera el crecimiento con un 41,5% interanual, seguido por el comercio (+8,2%), la industria (+6,7%) y los servicios (+5,8%). Esta expansión generalizada muestra un impulso transversal en la economía.
¿Qué sucede al ajustar los datos por efectos estacionales y de calendario?
Al corregir estas variables, la cifra de negocios aumenta un 5,5% interanual en marzo, superior en 1,8 puntos al mes previo. Esta serie ajustada lleva siete meses consecutivos de crecimiento, confirmando una tendencia sólida.
¿Por qué no crece la facturación en términos mensuales?
Comparando marzo con febrero, la facturación no varió, acumulando dos meses de estancamiento. En este corto plazo, algunos sectores subieron (energía y agua +7,4%) mientras que otros, como la industria, experimentaron descensos (-1%).
¿Qué relevancia tiene el dato acumulado de los primeros tres meses de 2025?
En el trimestre enero-marzo, la facturación aumentó un promedio del 5,6% interanual, con el sector energético a la cabeza (+26,5%), lo que refleja una recuperación sostenida en el inicio del año.
Cómo sigue
Los próximos meses serán clave para confirmar si el crecimiento interanual pronunciado de marzo se consolida o si el estancamiento mensual detectado marca un cambio de tendencia. El sector energético seguirá siendo un factor decisivo para la evolución global de la facturación empresarial, dada su alta variabilidad y peso en el índice. Además, será importante observar cómo reaccionan la industria y los servicios, que presentan dinámicas más moderadas y que podrían influir en la estabilidad de la cifra de negocios. El INE continuará publicando datos que permitirán monitorear el impacto de factores externos, como la inflación o cambios en la demanda interna y externa, sobre la actividad económica.