A poco más de dos meses para las elecciones presidenciales en Bolivia, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) habilitó a 10 candidatos a participar. Los comicios se dan en medio de una fuerte crisis económica y alta tensión social, que llevaron a que el mandatario Luis Arce se bajara de la contienda, la fractura del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) y una oposición dividida. También será una elección sin Evo Morales, que quería participar con un partido que perdió su personalidad jurídica.
En este contexto, el presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, dijo el viernes que los próximos comicios son "de los más complicados y conflictivos" que afrontará el país, por lo que instó a la población boliviana a "dilucidar" los problemas que afronta Bolivia por la vía democrática.
"Garantizarle al pueblo boliviano que el 17 de agosto se harán las elecciones, aunque hay alguna gente que no la quiere hacer", señaló.
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El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, dio a conocer las candidaturas habilitadas para las elecciones
AFP
Hassenteufel explicó que el organismo no consideró la situación de Morales, por no tener partido. Morales, de 65 años, no pudo registrar su candidatura por el partido Pan-bol, porque el TSE anuló la personería jurídica de esta agrupación por no alcanzar el 3% de los votos en la elección de 2020. El ex mandatario persistía en su postulación, desconociendo un fallo de la justicia que impide más de una reelección presidencial. Morales gobernó tres veces entre 2006 y 2019.
De todas formas, sus seguidores mantienen desde el lunes bloqueos de rutas en todo el país, sobre todo en el departamento de Cochabamba, su bastión político, como forma de protesta. También demandan la renuncia del presidente Arce, al que responsabilizan por la crisis económica y acusan de manipular la justicia y el órgano electoral para excluir a Morales de las elecciones.
El ex presidente se encuentra desde octubre pasado en la zona cocalera del Chapare, en Cochabamba, donde se refugia de una orden de captura por un caso de presunta trata de una menor, que él niega.
La fractura del MAS y la división en la oposición
En la lista de los que sí pudieron inscribirse figura el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, quien rompió vínculos tanto con Morales, su mentor político, como con Arce, enfrentado a Morales, de quien fue ministro de Economía. La candidatura del dirigente cocalero, de 36 años y con diploma universitario, podría salvar al fracturado oficialismo, sumido en una feroz pelea interna y en riego de perder su hegemonía de casi 20 años de gobierno.
Rodríguez es el principal aspirante presidencial de un bloque de candidatos de izquierda que completan el ex ministro de Gobierno Eduardo del Castillo (del MAS), y la alcaldesa de la ciudad de El Alto, Eva Copa (del partido Morena), consignó AFP. Del Castillo reemplaza como candidato a Arce.
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El presidente Luis Arce con Andrónico Rodríguez
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"Honrando la memoria de héroes y mártires, hoy doy a conocer al pueblo mi decisión de declinar mi candidatura a las elecciones. No seré un factor de división del voto popular ni facilitaré un proyecto de derecha fascistoide, que quiere destruir el modelo que hemos construido", señaló el presidente el mes pasado al dar a conocer que bajaba su candidatura.
El bloque opositor de centro y de derecha también va dividido ante la posibilidad de derrotar al MAS en las urnas. Entre los candidatos de la oposición están el empresario Samuel Doria Medina (Unidad), el ex presidente Jorge Quiroga (Libre) y el alcalde de la ciudad de Cochabamba, Manfred Reyes Villa (Autonomía Para Bolivia).
Una encuesta de principios de mes de la empresa Ipsos CIESMORI, difundida por el canal privado Unitel, ubicó primero a Doria Medina, con 19,1% de la intención de voto, seguido por Quiroga (18,4%), Rodríguez (14,2%) y Reyes Villa (7,9%).
Bolivia, ante su mayor crisis en 40 años
La campaña se desarrolla en medio de fuertes protestas de sectores sociales y productivos por la aguda escasez de combustibles y una escalada de precios en los alimentos. Ante el creciente clima de malestar social, diversos sectores pidieron la renuncia de Arce a menos de tres meses de los comicios.
Bolivia sufre desde comienzos de 2023 la falta de liquidez de dólares y las restricciones impuestas en el sistema financiero para la emisión de la divisa. A su vez, la subvención a la gasolina y el diésel está desangrando a la economía y la moneda nacional se devalúa rápidamente. La inflación acumulada en lo que va del año fue del 9,81%, según el estatal Instituto Nacional de Estadística.
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Un indígena aymara en una protesta en La Paz por la crisis económica
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Arce culpa a Morales por la crisis, por haber descuidado las inversiones energéticas luego de la nacionalización del sector en 2006, cuando el precio del gas -que supo ser el principal producto de exportación de Bolivia- estaba en auge. Ahora Bolivia gasta aproximadamente 56 millones de dólares a la semana para importar gasolina y diésel de Argentina, Paraguay y Rusia.
Morales, por su parte, dice que el actual mandatario es el responsable de "hundir la economía" y los opositores señalan a ambos de "llevar al país a la quiebra con un modelo (estatista) fracasado", según el ex presidente Quiroga.
Para Gonzalo Chávez, profesor de economía de la Universidad Católica Boliviana, es la peor crisis económica en 40 años. "La economía está en coma y requiere una transfusión de sangre financiera, se requieren ajustes, pero el gobierno sigue apostando al gasto y al endeudamiento para pasar el día a día. Además, el país necesita estabilidad política", señaló el especialista a la agencia AP.