La Policía de Roma detuvo este jueves a un ciudadano argentino de 63 años acusado de ejercer ilegalmente la medicina en Italia y de estafar durante dos años a los padres de un menor con autismo severo, a quienes cobró más de 30.000 euros por un supuesto tratamiento experimental basado en sustancias prohibidas.
Afirmaba haber sido el médico del papa Juan Pablo II y otros cardenales
El hombre, que está bajo arresto domiciliario, se promocionaba en internet como un "eminente especialista" en patologías relacionadas con el autismo y afirmaba haber sido médico del papa Juan Pablo II y de 54 cardenales, lo que quedó desmentido durante las pesquisas, informó este jueves la policía de Estado.
La investigación se inició tras la denuncia de los padres de un adolescente de quince años con autismo severo que habían acudido al supuesto médico argentino después de leer la información que encontraron en línea.
"Presentaba su currículum bien estructurado y detallaba su experiencia en terapias altamente innovadoras", explicó la policía en una nota.
71432A99-2352-460F-BEEE-1198E317B8EA.jpeg
El falso médico decía haber atendido al papa Juan Pablo II y más de 50 cardenales en Italia.
Tratamiento "innovador y experimental"
Una vez ganada la confianza de los padres, el falso médico prescribió al menor un tratamiento terapéutico "innovador y experimental", basado en el uso de "trasplantes de células madre", que con el tiempo debían mejorar el comportamiento y el lenguaje del menor.
La terapia duró dos años y los padres pagaron alrededor de 30.000 euros en efectivo al supuesto médico.
"El tratamiento incluyó la istración continua de sustancias prohibidas", al tratarse de "productos con fuerte olor, con fecha de caducidad vencida y claramente deteriorados", afirmó la policía.
400 fichas de pacientes
Durante las investigaciones, los agentes registraron el domicilio del supuesto profesional y encontraron unas 400 fichas personales de pacientes, algunos con graves formas de autismo, así como numerosos tubos de ensayo con muestras de orina y sangre, y varias cajas selladas de medicamentos caducados desde hace años.
El material fue recogido por la policía científica y analizado por el Instituto Superior de Sanidad, que confirmó "la prohibición total de istración de las sustancias encontradas".
Al supuesto médico se le acusa de los delitos de ejercicio ilegal de la profesión médica en territorio italiano, dado que no consta inscripción alguna en el Registro Nacional ni autorización de la Región Lazio, cuya capital es Roma, para ejercer como médico extranjero en Italia, y de estafa agravada a "personas vulnerables psicológicamente, aprovechando su estado de ansiedad por la grave condición de salud de su hijo menor".
FUENTE: EFE