El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, hizo oficial este jueves su propuesta de elevar al 5% del PIB el objetivo de gasto en Defensa para todos los países de la Alianza Atlántica, desoyendo la opinión del Gobierno español, que públicamente se opone a ese aumento.
La iniciativa de Rutte sigue la línea marcada por el expresidente de EE. UU. Donald Trump y fue presentada este jueves al finalizar la reunión de ministros de Defensa de la OTAN celebrada en Bruselas.
En ese encuentro, la ministra de Defensa, Margarita Robles, reiteró el rechazo de España a ese incremento.
“No se trata de dar un porcentaje si luego las industrias no pueden asumir esa cantidad de dinero”, dijo Robles, insistiendo en que España cumplirá con el objetivo del 2% del PIB acordado previamente, lo cual considera suficiente para alcanzar las capacidades militares pactadas. “No se trata de dar un porcentaje si luego las industrias no pueden asumir esa cantidad de dinero”, dijo Robles, insistiendo en que España cumplirá con el objetivo del 2% del PIB acordado previamente, lo cual considera suficiente para alcanzar las capacidades militares pactadas.
“Respetamos la posición de todos; que respeten la nuestra también, pero siempre en un clima de diálogo, en un clima de confianza", añadió, pero dejó claro que el Gobierno de Pedro Sánchez no vetará un acuerdo que determine esa elevación de los gastos.
Rutte apela al consenso y recibe elogios de EEUU
No obstante, Rutte aseguró que la mayoría de los 32 de la OTAN ya respaldan su propuesta, y confía en cerrar un acuerdo definitivo durante la cumbre que se celebrará en La Haya a finales de junio, donde estará presente Trump.
"Si no lo hacemos, no estaremos seguros", defendió Rutte ante los medios, al finalizar el encuentro.
Desde Estados Unidos, el secretario de Defensa Pete Hegseth reafirmó que alcanzar el 5% es una “línea roja” para Trump en su compromiso con la OTAN. “No podemos depender únicamente de las capacidades de Estados Unidos. Todos deben arrimar el hombro”, advirtió.
"El 5 % en gasto en defensa cuando consideras las amenazas que afrontamos, la urgencia en el mundo, es crítico", señaló el jefe del Pentágono.
De hecho, el embajador estadounidense ante la OTAN, Matthew Whitaker, había insistido el miércoles en que Washington quiere ver "planes, presupuestos, plazos, resultados" para cumplir el objetivo.
Cómo es el plan de Rutte para subir el gasto en Defensa
El plan presentado por el secretario general contempla un 3,5% destinado específicamente a gasto militar, incluyendo nuevas capacidades acordadas por los ministros, y un 1,5% adicional para áreas más amplias de seguridad y defensa, como infraestructuras, ciberseguridad e industria.
El horizonte temporal para alcanzar este objetivo aún no es definitivo, aunque la propuesta de Rutte apunta a 2032. Además, los países deberán presentar planes anuales detallando sus avances hacia la meta del 5%.
La propuesta fue bien recibida por la mayoría de los aliados, incluidos países como Polonia, los estados bálticos, los nórdicos y Alemania, que inicialmente también expresaron dudas. “Hay un amplio apoyo, casi consenso. Estamos realmente cerca del acuerdo”, aseguró Rutte.
Países como Suecia, Lituania o Estonia solicitaron incluso que se alcance el 5 % en cinco años. Sin embargo, algunos otros buscan extender los plazos y proponen que el gasto básico en defensa aumente en 0,2 puntos porcentuales a cada año.
El dilema de España: Sánchez enfrenta el 'no' de sus socios de coalición
España, que debería alcanzar hasta finales de 2025 la meta actual de tener un gasto del 2% en Defensa, es el país que más claramente expresó su rechazo a la propuesta de Rutte.
“Muchos países quieren el 5%, lo respetamos. Pero España, como aliado responsable, va a cumplir con esos objetivos que se nos marcan con un porcentaje en el momento actual, del 2%" dijo este jueves Robles en Bruselas.
“Respetamos la posición de todos; que respeten la nuestra también, pero siempre en un clima de diálogo, en un clima de confianza", agregó.
En el plano interno, el presidente Pedro Sánchez se enfrenta a un contexto complicado ya que no cuenta con apoyos parlamentarios para aumentar el gasto militar más allá del 2%, y sus socios de gobierno, especialmente Sumar, rechazan lo que consideran una escalada armamentística alentada por la OTAN y Trump.