Una crisis sacude por estas horas a la selección de Polonia tras la renuncia de Robert Lewandowski, en la víspera del crucial partido de eliminatorias para el Mundial que jugará este martes contra Finlandia en Helsinki.
El delantero del Barcelona dio el portazo luego de que el entrenador de la rojiblanca Michal Probierz le anunciara que ya no sería el capitán en una breve conversación telefónica en la noche del domingo.
Probierz tomó la decisión de que Piotr Zielinski se convirtiera en el nuevo capitán después del juego de Polonia contra Moldavia, y así se lo comunicó a Lewandowski, leyenda viva del fútbol polaco y mundial y el jugador con más partidos (158) en la historia de la nacional y su máximo goleador de todos los tiempos, con 85 tantos.
"Considerando las circunstancias y la pérdida de confianza en el entrenador de la selección polaca, decidí renunciar a jugar en la selección mientras que él sea el seleccionador. Espero poder volver a jugar para la mejor afición del mundo", publicó Lewandowski en sus redes sociales, tras recibir la inesperada noticia de que era apartado de la capitanía.
"Una llamada sorpresa" que desató una crisis
Pero este lunes los coletazos de la crisis en la selección polaca continuaron con las declaraciones de Lewandowski, contando detalles de su alejamiento.
"Recibí una llamada sorpresa del entrenador Micha Probierz con la información de que había decidido quitarme el brazalete . No estaba preparado para ello; estaba acostando a mis hijos. La conversación duró casi un minuto", contó el delantero a a WP Sportowe.
"Ni siquiera tuve tiempo de informar a mi familia ni de hablar con nadie sobre lo sucedido, porque momentos después apareció un mensaje en la página web de PZPN. La forma en que me lo comunicaron me sorprendió mucho", añadió el blaugrana que fue capitán de la selección polaca desde diciembre de 2014.
Lewandowski se quejó del trato del entrenador a horas de un partido clave. "Además, tenemos un partido importante por delante y todo se comunicó por teléfono. No debería ser así. El entrenador traicionó mi confianza", sostuvo.
"Quiero enfatizar que no es que de repente me sienta ofendido con la selección. A lo largo de los años, siempre le he dado todo lo que tengo. La selección siempre ha sido lo más importante para mí. Al mismo tiempo, estoy muy dolido por lo sucedido . No se trata ni siquiera de la decisión sobre el brazalete, sino de cómo me lo comunicaron", insistió y valoró que Provierz "cedió a la presión mediática".
"La decisión de no ir a esta convocatoria fue un pacto mutuo y no se ha explicado. Antes del último partido ante el Athletic llamé al seleccionador y le dije que que pensaba sobre mi descanso. El me dijo que me iba a llamar sobre este tema y estuvimos de acuerdo. Estaba de acuerdo en presentarme a la concentración, pero quedamos que no", continuó Lewandowski sobre al acuerdo con el DT.
"Siempre he intentado encontrar la mejor solución con la selección y soy una persona con la que se puede hablar. Después de no ir hubo mucho ruido mediático y entiendo que por ahí se fueron sucediendo cosas hasta llegar a aquí", expresó.
Probierz defiende su decisión "por el bien del equipo"
Por su parte Probierz aseguró este lunes que tomó la decisión "por el bien del equipo", dijo que "nadie le cierra las puertas" de la selección al jugador del Barcelona y recordó que "en fútbol no hay que ofenderse por estas cosas".
"Tuve un día entero para reflexionar y tomar una decisión. Después de este análisis, decidí cambiar de capitán", señaló el entrenador que minimizó haberle comunicado por teléfono después de las 21 horas del domingo que le quitaba el brazalete de capitán.
El presidente de la Federación Polaca de Fútbol (PZPN), que confirmó el nombramiento de Zieliski como nuevo capitán solo unos minutos después del desencuentro, aseguró su "apoyo total" a Michal Probierz, al decir que "los jugadores presentes en la concentración aplaudieron el relevo de brazalete".
En tanto, Zieliski, el otro protagonista de la crisis y flamante capitán, se mostró reacio a comentar la decisión de Lewandowski, y sólo dijo que el artillero del Barcelona "es un futbolista sobresaliente, no hay nada que discutir al respecto". "El entrenador tomó la decisión, yo la respeto, la acepto con orgullo", zanjó.
Además, confirmó que está abierto a hablar con Lewandowski, pero "si esa conversación tiene que darse, será después del partido de mañana".
Dos leyendas de la rojiblanca critican al DT
En cambio, Waldemar Prusik, excapitán de la selección rojiblanca, criticó la actitud de Probierz. "Esto no debería haber sucedido así. Robert ha hecho mucho por el equipo y merece respeto. Estas cosas no se resuelven por teléfono", dijo a los medios polacos.
Lubaski, otra leyenda nacional, también lamentó la "falta de comunicación y deseo de acuerdo" entre el entrenador y el delantero del Barcelona.