La Universidad de Córdoba (UCO) dio un paso pionero en el ámbito de la agricultura sostenible con la creación del primer banco andaluz de germoplasma de leguminosas, un proyecto que busca preservar la biodiversidad agrícola de la región y apoyar el desarrollo de cultivos más resilientes frente al cambio climático.
Este innovador banco de semillas, impulsado por el grupo de investigación AGR-218 de la UCO, se centrará en la recopilación, conservación y estudio de variedades tradicionales de leguminosas —como lentejas, garbanzos y habas— que han sido cultivadas históricamente en Andalucía y que hoy corren riesgo de desaparecer por la industrialización del campo.
203C9673-DF61-478D-A717-1558BEBBB1B4.png
Fuente: Plataforma Tierra
Un recurso clave para la seguridad alimentaria
Las leguminosas no solo son una fuente fundamental de proteínas vegetales, sino que también cumplen un papel vital en la fertilidad de los suelos, gracias a su capacidad para fijar nitrógeno de forma natural.
La conservación de sus variedades locales no solo protege el patrimonio genético agrícola, sino que también favorece la innovación agronómica, permitiendo desarrollar cultivos más adaptados a condiciones climáticas extremas.
Además, este banco servirá de herramienta para la investigación científica, la mejora genética y la formación técnica, convirtiéndose en un recurso estratégico tanto para agricultores como para centros de investigación.
La iniciativa se suma al trabajo que desde 1994 desarrolla el Banco de Germoplasma Vegetal Andaluz, ubicado en el Real Jardín Botánico de Córdoba. Sin embargo, este nuevo banco especializado enfoca sus esfuerzos exclusivamente en las leguminosas, aportando una nueva dimensión al trabajo de conservación de la biodiversidad agrícola andaluza.