25 de marzo 2025 - 14:47hs

La incorporación de Elon Musk a la istración Trump generó desde el principio suspicacias por los conflictos de interés que eso podría representar con sus empresas. El magnate sudafricano aseguró que está siendo "lo más transparente posible" y comparó al escrutinio constante con una "prueba de proctología". De todas formas, el gobierno parece estar otorgando a sus compañías una serie de ventajas competitivas en licitaciones y uso de recursos públicos.

Además, varios empleados o ex ejecutivos de SpaceX han pasado a ocupar roles en agencias como la FAA (istración Federal de Aviación), o la NASA, desde donde participan en decisiones que pueden beneficiar a la empresa aeroespacial, según determinó una investigación de The New York Times.

La empresa fundada por Musk tiene cuatro pedidos activos ante la FAA y el Pentágono para ampliar sus lanzamientos y construir nuevas plataformas. Una de esas solicitudes ya fue aprobada este mes. La FAA autorizó duplicar la cantidad anual de lanzamientos del Falcon 9 desde Florida, pasando de 56 a 120 operaciones anuales desde la base de la Fuerza Espacial en Cabo Cañaveral.

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Además, la FCC autorizó a SpaceX a aumentar la potencia de sus satélites Starlink que puedan prestar servicios de telefonía móvil directamente desde la órbita, una decisión que recibió objeciones de competidores como Verizon y AT&T.

De asesor a beneficiario: el rol de Musk en decisiones clave

Musk fue un importante donante de Trump durante la campaña, a la que aportó unos 250 millones de dólares, y dentro del gobierno lidera el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), con el que la istración quiere recortar el gasto público. El presidente le dio en ese cargo amplios poderes para emprender una "reducción de plantilla a gran escala", que ha derivado en el despido o el retiro voluntario de miles de empleados federales.

"La gente votó a favor de una gran reforma del gobierno, y eso es lo que va a conseguir", dijo el mes pasado el dueño de Tesla y SpaceX en su primera comparecencia ante la prensa junto a Trump en la Casa Blanca.

Musk y Trump en la Casa Blanca - 11-2 - AP.jpg

El magnate sudafricano aseguró que estaba siendo "lo más transparente posible". Consultado por el posible conflicto de interés que podría representar que intervenga en acciones del Departamento de Defensa, cuando su empresa SpaceX es un importante contratista, respondió: "En primer lugar, no soy yo quien presenta el contrato. Es la gente de SpaceX". Y añadió: "Si ve algún contrato que se haya adjudicado a SpaceX y no haya sido con diferencia la mejor relación calidad-precio para el contribuyente, hágamelo saber, porque todos ellos lo han sido".

Sin embargo, no son pocos los que creen que el lugar que ocupa será beneficioso para los negocios del hombre más rico del mundo. "Elon está en la Casa Blanca y en Mar-a-Lago. Las probabilidades de que consiga lo que quiere son mucho más altas", dijo Blair Levin, exfuncionario de la FCC, al Times. "Nadie había previsto que un competidor del sector tuviera a ese tipo de palancas de poder", aseguró.

La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo en un comunicado que Musk recibió sesiones informativas sobre los límites éticos, incluidos los relacionados con los conflictos de intereses, y acataría todas las leyes federales aplicables.

Musk y su historial como contratista del Estado

SpaceX ya era uno de los mayores contratistas del país antes del inicio de la segunda istración Trump y se aseguró 3.800 millones de dólares en compromisos para el año fiscal 2024 repartidos en 344 contratos diferentes, según un recuento realizado por el diario.

Por eso, algunos creen que la empresa aeroespacial se merece tener ese a negocios con el Estado. "Él tiene la mejor tencnología", dijo Douglas Loverro, un ex funcionario de la NASA y el Pentágono que es asesor de Trump en temas espaciales. "Todo esto impulsará la industria espacial en su conjunto, obviamente, pero sin duda ayudará aún más a SpaceX", consideró.

Otros, en cambio, están preocupados por la posibilidad de que Musk logre tener un privilegiado, especialmente por la decisión del empresario de despedir a funcionarios responsables de investigar posibles violaciones éticas o conflictos de interés.

"Nunca sabremos si SpaceX ganaría auténticamente los concursos, porque todas las oficinas del gobierno destinadas a prevenir la corrupción y los conflictos de intereses han sido descabezadas o desfinanciadas", dijo Danielle Brian, directora ejecutiva de Project on Government Oversight, un grupo sin fines de lucro que rastrea los contratos federales.

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Lanzamiento de un cohete de SpaceX desde su Starbase, en Texas

Lanzamiento de un cohete de SpaceX desde su Starbase, en Texas

El Pentágono como cliente: de Starship a defensa misilística

SpaceX trabaja desde hace años para posicionarse como proveedor del Departamento de Defensa, incluso antes del regreso de Trump a la presidencia. Gary Henry, ex supervisor del programa espacial y de misiles de la Fuerza Aérea, fue un empleado clave dentro de la compañía para conseguir un contrato de 102 millones de dólares que estudia el uso de Starship para transporte militar.

El Pentágono proyecta crear una pista de aterrizaje en el Pacífico para probar el sistema. La nave podría transportar hasta 100 toneladas en menos de 90 minutos a cualquier parte del mundo. Actualmente el transporte se hace con aviones de carga C-130 de la Fuerza Aérea, que tardan gran parte del día en hacer el viaje.

La empresa también está bien ubicada para participar del programa Golden Dome, una iniciativa presidencial para interceptar misiles nucleares y de crucero, que podría implicar gastos por 100.000 millones de dólares anuales.

El desarrollo requerirá múltiples lanzamientos, vigilancia satelital y sistemas de respuesta. SpaceX ofrece todos esos servicios.

NASA y Marte: reformulando el programa espacial

Trump nominó a Jared Isaacman como nuevo jefe de la NASA. Isaacman es empresario, fue inversionista de SpaceX y voló en dos misiones privadas a bordo de naves de la compañía. El multimillonario, que ganó unos 25 millones de dólares por su participación en la compañía, se comprometió a cortar cualquier vínculo financiero con SpaceX

La NASA ya entregó más de 13.000 millones de dólares en contratos a SpaceX en la última década. Sólo el mes pasado adjudicó 100 millones para lanzar un telescopio que detecte asteroides.

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Exfuncionarios de la NASA prevén que Isaacman buscará reformar el programa Artemis, reemplazando a Boeing por proveedores comerciales como SpaceX para futuras misiones lunares y marcianas.

Musk se jactó este mes de que SpaceX lanzaría una nave sin tripulación a Marte a finales de 2026 y enviaría allí a los primeros humanos quizás en 2029, un esfuerzo que probablemente presionará a la NASA para que ayude a financiar.

Starlink como proveedor de banda ancha

Con la llegada de Howard Lutnick al Departamento de Comercio, Starlink ahora es elegible para participar del plan de conectividad rural financiado con 42.000 millones de dólares.

Durante el gobierno de Joe Biden, ese fondo priorizaba redes por cable. Ahora, el nuevo secretario apuesta por tecnologías híbridas: “Usemos satélites, inalámbrico y fibra. Lo más barato y eficiente que se pueda”, dijo Lutnick.

El cambio permite a Starlink competir por subsidios que antes le eran inaccesibles.

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