Donald Trump publicó el domingo en su red social Truth Social un mensaje que sacudió a Hollywood y al mundo del cine. El presidente estadounidense anunció que todas las películas que se produzcan y se filmen en el extranjero tendrán un arancel del 100%, con la intención de reimpulsar la producción hecha en Estados Unidos.
El anuncio se da en un contexto en el que los grandes estudios miran con preocupación su pérdida de competitividad con respecto a otros sitios del mundo, con Australia, Nueva Zelanda, Canadá y distintos países de Europa, que ofrecen a las producciones de Hollywood beneficios fiscales y costos más bajos en comparación a rodar en Estados Unidos.
“¡Queremos cine hecho en Estados Unidos otra vez!”, escribió Trump, tras advertir que la industria cinematográfica estadounidense “está muriendo rápidamente”.
El mandatario advirtió que otros países ofrecen todo tipo de incentivos para alejar a los cineastas y estudios de Estados Unidos. “Hollywood, y muchas otras zonas de Estados Unidos están siendo devastadas”, afirmó el republicano.
En paralelo a esto se produce la guerra comercial con China, que hace algunas semanas anunció que limitará el a sus salas de cine de películas estadounidenses, lo que puede significar un golpe adicional para Hollywood, que tiene al gigante asiático como su segundo mercado más grande por detrás de su propio país.
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La aclaración de la Casa Blanca y la necesidad de "hacer a Hollywood grande otra vez"
Luego del anuncio del presidente, este lunes la propia Casa Blanca aclaró que "no se tomaron decisiones definitivas" sobre los aranceles a películas, aunque sí confirmaron que están trabajando en una forma de implementar políticas que protejan a la industria audiovisual estadounidense.
"Aunque no se han tomado decisiones definitivas sobre los aranceles a las películas extranjeras, la istración está explorando todas las opciones para cumplir con la directiva del presidente Trump de salvaguardar la seguridad nacional y económica de nuestro país, a la vez que se hace a Hollywood grande de nuevo", dijo a la prensa el portavoz de la Casa Blanca Kush Desai.
Este lunes, Trump cargó contra el gobernador demócrata de California, Gavin Newsom, y lo acusó de ser responsable de "la incompetencia" por la que las producciones de películas abandonaron ese estado, donde históricamente se rodaron filmes y series.
"Nos reuniremos con la industria. Quiero asegurarme de que estén contentos, porque nos importa el empleo. Es muy importante. Es una industria grande, pero ahora está muy abandonada", sentenció el mandatario republicano.
Lo que hay detrás del anuncio de Trump y la postura de los estudios
Ante la asunción de Trump para su segundo mandato en enero de este 2025, la revista Variety publicó un artículo en el que distintas figuras de Hollywood comentaban que el ambiente en la industria es opuesto al que regía durante su primer gobierno, donde el cine se erigió como uno de los ámbitos vocalmente más contrarios a las políticas del líder MAGA.
En ese artículo, un productor señalaba que si bien no todos en Hollywood comparten su ideología o sus posturas, lo reciben de brazos abiertos por su promesa de proteger los rodajes en Los Ángeles, y como reacción a la idea de que el gobierno de Joe Biden "no hizo nada" por la industria.
En esa misma nota, la actriz Drea De Matteo, conocida por su papel como Adriana LaCerva en la serie Los Soprano, y votante de Trump, comentaba que "Hollywood va a acatar lo que sea porque al final del día, es una industria gigante y tienen que seguir facturando".
En base a esa situación, los estudios han acomodado el cuerpo en los últimos meses a la línea política de Trump, reduciendo sus políticas de inclusión y diversidad que se habían instaurado en la última década. Según un artículo del portal Vulture, "se han dado despidos de ejecutivos de estudios que habían sido contratados para promover la inclusión en el cine y la televisión. Hollywood se fue muy a la izquierda en los últimos años y en algún momento iba a haber una marcha atrás", comentó allí un productor, bajo la condición del anonimato.
Esas políticas se reflejan también en lo que se ve delante de cámaras, con algunas películas evitando quedar encasilladas como obras con un subtexto político, o la marcha atrás de algunos proyectos que eran considerados "demasiado woke".
A su vez, los estudios están ajustando sus posturas a la línea de Trump por la promesa del actual presidente de facilitar las fusiones y las compras de parte de las empresas de entretenimiento, que el gobierno de Biden había limitado.
A fines de abril, el productor del popular programa de investigación 60 Minutes, Bill Owens, anunció su renuncia, en medio de la batalla judicial lanzada por Trump contra el programa de la cadena CBS, propiedad de Paramount.
A finales de octubre de 2024, el republicano demandó al programa, acusándolo de haber manipulado una entrevista realizada el 7 de octubre a su rival demócrata Kamala Harris.
La disputa tiene como telón de fondo un proyecto de fusión entre las matrices de CBS News, Paramount y Skydance, que debe ser aprobado por la Autoridad Reguladora de las Telecomunicaciones (FCC), presidida por Brendan Carr, aliado de Trump.
FUENTE: Con información de EFE y AFP