“Fue como un rayo me hubiera caído la cabeza”, dice el docente a El Observador, cuando recuerda el momento en el que decidió armar un curso en torno al álbum. "Estaba caminando por las calles de Nueva Orleans, que es una ciudad con un sabor caribeño bastante fuerte, y escuchando el disco sentí una inspiración de que tengo que ofrecer una clase sobre este disco", asegura.
Laguna utiliza una metáfora que deja en claro el espíritu del curso: "Este disco es como un regalo que yo quiero desenvolver con mis estudiantes para hablar de temas importantes como la historia colonial de Puerto Rico, el pasado y el presente”.
El profesor recuerda que su curso no es el primero que se enfoca en las implicaciones sociales y culturales de Bad Bunny en los Estados Unidos y destaca, por ejemplo, el Bad Bunny Syllabus de Petra Rivera-Rideau y Vanessa Díaz. Y si bien no es el primero en impartirse en un ámbito universitario, sí es el primero en desarrollarse en una universidad de la Ivy League.
“La gente piensa que Bad Bunny y Yale no van juntos. Mi trabajo es decir que eso no es verdad”, destaca el docente y hace énfasis en que a través de la música de este disco es posible entender algunos aspectos clave sobre la historia del Caribe, la historia de Nueva York y la historia de la música.
Pero también hace una puntualización: “La música del Caribe ha moldeado el gusto global por la música: el son cubano, mambo, salsa, reggaetón. Bad Bunny es otro eslabón de la cadena de este interés global sobre la cultura popular del Caribe”. Para Laguna, el cantante puertorriqueño es otro ejemplo de la “obsesión global” por la cultura y la música caribeña.
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Durante 13 semanas, Albert Laguna y 18 alumnos se enfocarán en el envoltorio histórico y cultural del álbum de uno de los artistas latinos más importantes del momento. "Vamos a disfrutar la música y también ir un poquito más allá para entender la relación, por ejemplo, entre la política y el placer. Él está abordando estos temas a través de la alegría y eso no lo hace menos importante", explica.
El mundo a Puerto Rico
15 meses después de aquel show con Jimmy Fallon, Benito Antonio Martínez Ocasio abre la noche del mismo programa de televisión como el co-conductor junto a una parranda puertorriqueña al ritmo de Café con Ron.
Por la mañana, café; por la tarde, ron
Ya estamo en la calle, sal de tu balcón
Ya no habla español por necesidad sino por elección y lleva su prédica puertorriqueña a uno de los programas más vistos de la televisión. Esa noche no anuncia una gira internacional ni un tour por Estados Unidos, sino una residencia en el Coliseo de Puerto Rico, conocido por los puertorriqueños como "Choli". No me quiero ir de aquí: 30 conciertos en tres meses cuyas primeras fechas serían destinadas exclusivamente a residentes de Puerto Rico. Los demás, tendrán que volar a la isla más tarde.
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Cuando la trayectoria de la mayoría de los artistas tiene como definición del triunfo el éxito internacional, Bad Bunny regresa a su tierra natal para llevar al mundo con él. "Traer el mundo a Puerto Rico, en lugar de llevar a Puerto Rico al mundo creo que es un cambio en el cálculo que dice mucho, es increíblemente poderoso", destaca Laguna.
“Este álbum es un álbum muy político y él está haciendo elecciones muy políticas. Puerto Rico está enfrentando una crisis migratoria, la gente se va porque las condiciones están bien malas. Entonces esa residencia en Puerto Rico, con 30 conciertos, es un acto político", añade.
DeBÍ TiRAR MáS FOToS es el sexto álbum de estudio de Bad Bunny, en el que el artista de 31 años decidió dar un giro a su proyecto musical y crear un disco que se adentrara en la historia social y política de la isla con 17 canciones, entre las que hay colaboraciones de otros artistas puertorriqueños como RaiNao, Los Pleneros de la Cresta y Chuwi.
Cantando en español, con fidelidad a su jerga local, Martínez decidió mostrarle su identidad boricua al mundo en su momento de mayor expansión internacional.
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Laguna explica que algunos asuntos que Puerto Rico está enfrentando actualmente –y se ven reflejados en el disco– son muy específicos, vinculados particularmente a su estatus colonial. Sin embargo, señala que hay otros que se extienden a las Américas, como la crisis ambiental o la crisis migratoria.
"Él está poniendo una luz sobre cuestiones en Puerto Rico que son cuestiones de las Américas, sin dudas. Económicas, políticas y, ciertamente, migratorias. Creo que, de esa manera, tal vez parte del atractivo del álbum es que las cuestiones que él está abordando son cuestiones que la gente puede ver en su propio patio trasero", apunta.
La salsa, la bomba y la plena
¿Qué tal la música? El curso que Laguna plantea no aborda el disco exclusivamente desde sus letras sino también desde un énfasis en la creación musical, que encuentra en este álbum una mezcla de ritmos característicos. Puerto Rico como la bomba, la plena, el reggaetón e incluso la música jíbara. Pero también del encuentro del ritmo caribeño en la diáspora.
La música, dice Laguna, permite tener una conversación sobre la especificidad de un momento en particular en Puerto Rico hoy. Pero también mirar hacia el pasado.
"El mejor ejemplo es la salsa", dice el docente. "El tronco del árbol de la salsa es el son cubano. Hay migración de Cuba en los años 20, 30 y 40 a Nueva York. En Nueva York, los cubanos conocen a los puertorriqueños y hay una gran conexión en esa comunidad y es de ahí de donde salió la salsa. Parte de mi clase es abordar el contexto político en el Caribe yendo al siglo XIX para entender esas conexiones", asegura.
"Y también ponerlo en el contexto racial, porque estamos hablando de la diáspora afro-latinoamericana, afro-cubana, afro-puertoriqueña, y la forma en que se conectan. No solamente entre ellos sino también con los afroamericanos en Nueva York, donde estas posibilidades se están creando. Es extremadamente emocionante. A través de salsa, a través del sonido de la clave, puedes escuchar la historia completa de las Américas", añade.
De hecho NUEVAYoL abre el disco como un mensaje a la diáspora boricua en Nueva York, con un sampleo de Un verano en Nueva York de El Gran Combo de Puerto Rico.
“Recuerdo escuchar la canción por primera vez y me quedé frío", dice Laguna. "Inmediatamente reconocí El Gran Combo de Puerto Rico con Un Verano en Nueva York de 1974. Y fue como, oh, este hombre está haciendo otra cosa".
“Es fascinante porque no puedes contar la historia de Puerto Rico sin Nueva York. No puedes contar la historia de la música moderna de Puerto Rico sin Nueva York. Y no son solo conexiones musicales: es gente. Especialmente porque hay una explosión de migración en el medio siglo XX, eso ha formado a la ciudad de New York en formas profundas y ha formado a la ciudad de Puerto Rico en formas profundas".
Laguna considera la posibilidad de estudiar la historia de la isla, la migración y los problemas de Puerto Rico que está enfrentando a través de la música "es un privilegio" y una oportunidad de concebir el aprendizaje de otra manera. "No solamente a través de un libro de historia, sino con el oído también".
"Se puede escuchar la historia de Puerto Rico"
La propuesta de la universidad, y su interés sobre la estrella puertorriqueña, se desarrolla en un momento en que las universidades están en el centro de los discursos de la istración del presidente Donald Trump que desalientan la diversidad e inclusión en los campus.
Laguna, como parte del Programa de Etnicidad, Raza y Migración de la Universidad de Yale, entiende que esa discusión no afectará su área de trabajo. Señala que parte de la tarea de docentes e investigadores es entender diversos temas desde diferentes puntos de vista disciplinarios: antropología, historia, estudios culturales, literatura y su área particular, que es la producción cultural.
“Lo que puedo decirte es que los estudiantes están muy emocionados por esta clase, tengo 18 lugares en la clase y más de 100 estudiantes están intentando entrar. Hay mucho interés. Entonces, mientras estas conversaciones sobre la política racial en los Estados Unidos se están dando desde arriba hacia abajo, puedo decirte que en las bases hay mucho interés", señala.
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Pero, más allá del interés del ámbito universitario sobre DeBÍ TiRAR MáS FOToS, ¿cuál es el impacto que puede tener este disco en este momento? "Muchas personas en los Estados Unidos, ciudadanos de este país, no entienden nuestra relación con Puerto Rico", señala el profesor y destaca que el hecho de que el artista haya puesto el foco del mundo sobre la isla y las problemáticas que enfrenta en este momento puede ayudar a elevar la conciencia entre los ciudadanos de los Estados Unidos.
"Especialmente en el contexto de que está visibilizando muchos de los asuntos que Puerto Rico está enfrenando debido al pasado y presente colonial de la isla. Así que esa forma de crear conciencia es importante", dice.
La noticia de que Yale dará un curso sobre el último disco de Bad Bunny ha sido un titular en medios de prensa alrededor del mundo y la repercusión ha sido para el docente "increíblemente gratificante". Desde entonces, ha recibido mensajes de personas de "todos los caminos de la vida", desde jóvenes de 18 años hasta personas de 75.
"Este disco ha logrado una popularidad intergeneracional. Es una mezcla de bomba y plena, de la salsa de los 70s que bailaban mis padres en los clubes de Nueva York. Esa combinación es algo especial. Se puede escuchar la historia de Puerto Rico a través de la música”.