Ignacio González Palombo se presentaba entre sus conocidos y allegados como empleado de Pérez Marexiano desde hace años. Empezó alrededor de 2020 a ofrecer sus inversiones y muchas personas que lo conocían del ambiente en el que se movía, sobre todo en la colectividad judía, se convencieron de confiarle sus ahorros porque tanto él como sus familiares más directos les contaban que el negocio “estaba dando buenos rendimientos”.
Daniel*, que es uruguayo pero vive en el exterior, relató que varios integrantes de su familia le habían entregado sumas importantes de dinero a González Palombo para que lo invirtiera en negocios bursátiles.
En diálogo con El Observador contó que primero le entregó US$ 100.000, luego le entregó US$ 250.000. A los seis meses de la primera entrega, el corredor le pagó unos US$ 3.000 de supuesta rentabilidad.
El problema surgió en los primeros días de febrero cuando le pidieron el dinero para comprar una propiedad. Enseguida accedió pero pasaban los días y la plata no aparecía, por lo que se presentó un abogado en su representación en las oficinas de Pérez Marexiano en Carrasco para pedir su depósito.
El mismo González Palombo apareció para atenderlos. La respuesta fue que figuraba solamente un depósito por US$ 100 mil, pero en la cuenta quedaban US$ 635 ya que el resto “se había perdido en las inversiones realizadas”. Daniel desconoce qué inversiones hizo porque no figuraban en los reportes que le entregaba el corredor que, por otra parte, le aseguraba que había alcanzado a tener una suma mayor a US$ 500 mil.
Pero hay más. Otra persona relató que recibió la semana pasada un comprobante por un depósito de parte de González Palombo. Al llegar al banco para cobrarlo le advirtieron que era falso. En ese momento el banco le recomendó al cliente hacer la denuncia penal, pero prefirió esperar para intentar una negociación con la firma.
Otra persona que fue a reclamar a Pérez Marexiano sus depósitos se desayunó con que directamente “no tenía cuenta” en la empresa.
Y los relatos siguen. Según afirmaron otros denunciantes, entre los estafados figuran familiares directos del corredor de bolsa.
Tras rastrear qué bienes tenía a su nombre para pedir un embargo genérico descubrieron que no tiene ninguno a su favor, más allá de la camioneta BMW que utiliza. La casa en la que vive es alquilada así como también renta casas en Punta del Este en la primera quincena de enero.
Con respecto a Tamara Taube, también mencionada por los denunciantes, una uruguaya que vive en México contó que en su caso no trató con ella pero hace pocos días en una cena en la que coincidió con otros uruguayos, la mencionaron y contaron que tenían inversiones con ella.
Afirmaron que Taube, casada con un mexicano, captaba a muchos inversores en ese país haciendo gala de la "buena fama y reputación" de los uruguayos.
Las amenazas a González Palombo y su versión
Desde que trascendió que decenas de inversores fueron estafados y que entre ellos hay muchos extranjeros, González Palombo viene recibiendo amenazas por lo que debió irse de su casa. Además optó por sacar a sus hijos del colegio puesto que en las amenazas le han mencionado información sobre su familia.
González Palombo asegura que la empresa Pérez Marexiano estaba al tanto de los movimientos e inversiones que se hacían, pese a que muchos clientes llegaban a través de él. Según el corredor, había una especie de “contabilidad paralela” producto de dinero que provenía del exterior, sobre todo desde México y que presuntamente era fruto de negocios mal habidos.
Según supo El Observador, el corredor denunciado esta semana por la empresa Pérez Marexiano, alega que desconocía la estafa y se propone entregar a la Justicia elementos que dan cuenta de que su rol no era el de “un empleado infiel” y que sí tenía un vínculo con la compañía de inversiones que data de varios años.
La versión del corredor que hacía de intermediario, es que la “calesita” de pagos que llevó adelante y que había provocado las deudas millonarias, era conocida por la empresa.
El año pasado, González Palombo y un representante de la empresa fueron llamados por el Banco Central del Uruguay (BCU) para justificar si efectivamente era corredor de la compañía. El BCU no encontró ninguna irregularidad y por eso la operativa de Pérez Marexiano siguió con normalidad.
En tanto, en diciembre de 2022, el BCU sancionó a Pérez Marexiano por incumplir el artículo 62 de la Recopilación de Normas del Mercado de Valores. En la normativa se definen algunas puntualizaciones para tener la licencia de intermediario de valores.
En ese momento, la sanción que la Superintendencia de Servicios Financieros del BCU impuso a Pérez Marexiano fue de 50.000 unidades indexadas, que al valor de ese momento serían $ 280.000.
Se sumó nueva denuncia penal
Este jueves el abogado Ignacio Durán, que representa a unos 15 damnificados pero sigue sumando consultas, presentó la denuncia penal contra González Palombo y contra los directores de Pérez Marexiano en Zona II de Delitos Económicos para que sea derivada a la fiscalía.
Durán pide que se indaguen los delitos de apropiación indebida, estafa, lavado de activos y una eventual asociación para delinquir y que se tomen medidas cautelares como la prohibición de salir del país, el embargo preventivo de bienes y la prohibición de movilizar dinero de los indagados.
Según supo El Observador en la denuncia se menciona que González Palombo les entregaba a los inversores reportes con el logotipo y una presentación formal de Pérez Marexiano en los que mostraba un aumento sostenido del capital invertido, y la compra regular de nuevas acciones con lo que “reforzaba la confianza en la legitmidad de las operaciones y el respaldo de la sociedad mencionaada en cada operación”.
Los inversores denunciaron que se actuaba sin control interno serio, sin rendiciones de cuenta periódicas y sin respetar las condiciones pactadas o mínimamente razonables. Agregan que en algunos casos más que inversiones el corredor hacía “un verdadero despilfarro”, que no fue controlado jamás por los encargados de PM.
20250217 Jorge Barrera, Ignacio Durán. Primera audiencia de Conexión Ganadera.
Foto: Inés Guimaraens
Si bien los titulares de PM, Alfredo Pérez Lafone y Pedro Pérez Stewart, alegaron en su denuncia contra González Palombo que desconocían lo actuado y que no era dependiente de la empresa, la denuncia de Durán sostiene que ejercieron un rol central en la gestión empresarial y que concentraban el poder de decisión y supervisión sobre las actividades de la firma por lo que entiende que resulta imposible que desconocieran las prácticas irregulares y el manejo de fondos de los clientes que llevaban Gonzalez y Taube.
En ese sentido agregaron que el corredor atendía a sus clientes en las oficinas de Pérez Marexiano con lo que entienden que actuaba por orden y cuenta de PM o así se lo hacían saber al cliente.
Para los denunciantes “esa combinación de desidia operativa y desprecio por las normas básicas de diligencia resulta inaceptable para una sociedad de bolsa regulada y refuerza la hipótesis de una conducta sistemática orientada al beneficio propio en perjuicio de los inversores”.
Hay otros abogados que han recibido consultas de clientes y están analizando presentar denuncia penal. Uno de ellos dijo que se encuentra evaluando la documentación, cotejando todos los estados de cuenta, las compra y venta de acciones, y los perfiles de los inversores para definir si concreta la denuncia. El profesional confirmó que los estados de cuenta que está analizando eran truchos, con membrete de Pérez Marexiano.
*El nombre del inversor fue modificado para evitar que sea identificado