Contexto
¿Qué motivó la reorganización del gabinete porteño?
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires encaró una reorganización de su gabinete a raíz de la derrota electoral sufrida en las elecciones legislativas de mayo de 2025, en las que el PRO quedó relegado a un tercer puesto. Ante este escenario, el jefe de Gobierno Jorge Macri decidió ajustar la gestión y reorientar las prioridades de su istración con el objetivo de responder a las demandas de los ciudadanos y mejorar su imagen de cara a futuros comicios.
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¿Cuáles son los ejes estratégicos definidos para esta nueva etapa?
La reorganización se centrará en cinco grandes áreas. El primero y más destacado es el orden público, seguridad y limpieza, áreas que han sido foco de numerosas críticas y preocupaciones de la sociedad porteña. En segundo término, se prioriza el cuidado en salud, educación y desarrollo humano, sectores clave para el bienestar social. También se pondrá especial atención en la movilidad urbana, un desafío constante para la capital. Además, se impulsarán políticas vinculadas a la cultura, el deporte y el turismo, sectores que también forman parte del proyecto de gestión. Finalmente, se trabajará en la reforma y simplificación del Estado, buscando modernizar la istración pública, eliminar burocracias y mejorar la eficiencia.
¿Qué tipo de cambios implica la reorganización?
Hasta el momento, no se contempla la incorporación de nuevos funcionarios ni cambios drásticos en los cargos ejecutivos. La estrategia es más bien un ajuste interno de la gestión, con una redistribución de responsabilidades y un enfoque renovado en las prioridades establecidas. Esta decisión fue comunicada oficialmente por la vocera del Gobierno porteño, Laura Alonso, quien adelantó que Jorge Macri convocará próximamente a una reunión de gabinete para definir y comunicar con más detalle el nuevo rumbo.
¿Qué papel juega la salida de Antoni Gutiérrez-Rubí en este contexto?
En paralelo a la reorganización, se confirmó la salida del consultor catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, quien había asesorado la última campaña legislativa del PRO en la Ciudad. Su salida fue comunicada por Laura Alonso, quien indicó que “no están dadas las condiciones para su continuidad”. Este cambio responde en parte a las tensiones generadas con el presidente Javier Milei, quien había criticado duramente al publicista por considerarlo responsable de una “campaña sucia”. Aunque su salida es relevante, el foco principal del Gobierno está puesto en los ajustes del gabinete y el relanzamiento de la gestión.
¿Cómo impactaron los resultados electorales en esta decisión?
La derrota del PRO en las elecciones legislativas locales, donde fue desplazado al tercer lugar, activó una autocrítica interna y un llamado a la reorganización para revertir la percepción negativa que tienen los votantes, especialmente en cuestiones sensibles como la seguridad y el orden público. La decisión de Jorge Macri apunta a responder a estas demandas y demostrar un compromiso renovado con los temas que más preocupan a los vecinos.
¿Qué tensiones políticas existen entre el Gobierno porteño y el presidente Javier Milei?
El distanciamiento quedó en evidencia durante el Te Deum del 25 de mayo, cuando Milei evitó saludar a Jorge Macri en público y lanzó duras críticas contra Gutiérrez-Rubí. Este episodio marcó un quiebre simbólico en la relación entre ambos dirigentes y tensionó al interior del espacio político. La salida del asesor catalán también puede interpretarse como un intento de despejar tensiones y poner foco en la gestión.
Cómo sigue
La gestión porteña se prepara para implementar esta reorganización con una reunión de gabinete próxima donde Jorge Macri comunicará oficialmente las definiciones y pasos a seguir. Los ajustes estarán orientados a fortalecer la respuesta en seguridad, orden y limpieza, sectores prioritarios para la ciudadanía. Al mismo tiempo, se buscará avanzar en la reforma del Estado para optimizar recursos y mejorar la eficiencia istrativa. La salida de Gutiérrez-Rubí implica un cambio en la estrategia comunicacional y política del PRO porteño, en un contexto marcado por la necesidad de recomponer el apoyo electoral. El foco estará puesto en consolidar estos cambios y recuperar la confianza de los vecinos en los próximos meses.