Los médicos residentes del Hospital Prof. Dr. Juan P. Garrahan, uno de los centros de salud más importantes del país, decidieron levantar el paro que habían iniciado semanas atrás luego de recibir una intimación oficial por parte del Consejo de istración del hospital. Este organismo advirtió a los residentes que, si no retomaban sus tareas, se aplicarían sanciones laborales. La medida de fuerza se había iniciado en reclamo por una recomposición salarial, un pedido que ha encontrado eco en diversos sectores de la comunidad médica.
A las 17 horas de este miércoles, los residentes enviaron una comunicación formal al hospital en la que informaron que "la residencia de pediatría y articuladas retoma su actividad laboral de forma regular, tomando la guardia desde el día de la fecha". Esta decisión llegó tras recibir un correo electrónico del Consejo de istración del Garrahan que advertía sobre las consecuencias de continuar con el paro, que había dejado a muchas de las guardias del hospital sin cobertura adecuada.
La advertencia del Ministerio de Salud
El Ministerio de Salud de la Nación, encabezado por Mario Lugones, confirmó que el Consejo de istración del hospital había enviado una notificación a los 270 residentes, exigiendo el levantamiento de la medida de fuerza. En la carta, las autoridades del hospital expresaron que, si bien entendían el reclamo de los médicos, consideraban que el aumento salarial recientemente acordado de $500.000 no justificaba la continuidad del paro. Según el texto, el bono de compensación había sido una medida puntual tomada con recursos del hospital, no del presupuesto nacional, y se consideraba una respuesta suficiente.
A pesar de la advertencia, la postura del Ministerio de Salud fue clara: cualquier medida de fuerza posterior al anuncio de este bono ya no tendría justificación. Las sanciones que se evaluaban por parte del Consejo de istración incluían descuentos salariales, pérdida de la regularidad en el programa de residencia y, en el peor de los casos, la desvinculación de los residentes del hospital. Este panorama llevó a la Asamblea de Residentes a reconsiderar la decisión de continuar con el paro, aunque la tensión en el hospital no se resolvió por completo.
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Hospitales como el Garrahan y Bonaparte mostraron superposición de tareas, exceso de personal jerárquico y uso ineficiente de recursos.
La tensión persiste: médicos de planta convocan otra huelga
A pesar de que los residentes levantaron la medida de fuerza, el conflicto en el hospital no ha llegado a su fin. Mientras los médicos residentes regresaban a sus puestos de trabajo, el personal de planta votó ayer la realización de un paro de 24 horas para mañana, con movilización a Plaza de Mayo. Este nuevo paro fue respaldado por la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT), la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y otros sindicatos como el Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) y el Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba).
Durante la reunión de conciliación obligatoria convocada por la Secretaría de Trabajo, los gremios denunciaron que las autoridades del hospital estaban tratando de contratar médicos “intempestivamente” para cubrir las guardias, sin un proceso de selección adecuado y con condiciones laborales más favorables que las ofrecidas al personal propio. Esto fue considerado como una medida apresurada que podría poner en peligro la calidad del servicio prestado en un hospital de referencia en pediatría.
Un aumento salarial insuficiente
El conflicto en el Hospital Garrahan ha evidenciado la insatisfacción de los trabajadores con las condiciones salariales y laborales. Aunque las autoridades del Ministerio de Salud han aclarado que el aumento de $500.000 es una medida concreta para paliar la situación, la respuesta del personal de planta ha sido negativa. Según Norma Lezana, titular de APyT, las propuestas presentadas por las autoridades del hospital fueron insuficientes. “Nada de nada, es una vergüenza”, señaló Lezana, haciendo referencia a la falta de avances sustanciales en las negociaciones.
El aumento salarial anunciado para los residentes a partir del próximo mes, de $1.300.000, tampoco ha logrado aplacar el descontento de los médicos de planta, quienes sostienen que las condiciones laborales en el hospital son insostenibles y que la falta de personal adecuado complica aún más la atención de los pacientes.