Dicen que las modas van y vienen y el brutalismo es una muestra de ello en materia arquitectónica. Esta corriente de origen europeo nació en la década de los ´50, en un continente aún convulsionado por los efectos de la Segunda Guerra Mundial que necesitaba reconstruir con rapidez ciudades completamente devastadas por los efectos del conflicto armado.
Con el predominio del hormigón armado, las estructuras carentes de revestimientos o adornos y las formas geométricas macizas que priorizaban la funcionalidad sobre la estética, el estilo experimentó una fuerte expansión en países como Estados Unidos, Brasil y México hasta entrados los años ´70. Tras un declive, que los expertos coinciden en situar en los años ´80, en los últimos años el brutalismo ha experimentado un resurgimiento, captando la atención de arquitectos, diseñadores y urbanistas que han redescubierto su valor histórico, estético y funcional.
Ahora, además de volver a la escena arquitectónica, este movimiento saltó a la pantalla grande, con una película que tiene como protagonista a un arquitecto húngaro y judío que se exilia en Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial y explora el impacto del este en la arquitectura brutalista.
The Brutalist, dirigida por Brady Corbet y protagonizada por el actor Adrien Brody, fue galardonada recientemente con dos Globos de Oro y competirá en la categoría de Mejor película en los premios Oscar.
En este contexto, repasamos un ranking de los edificios más vistosos de este estilo, elaborado por la revista especializada en diseño y arquitectura AD Architectural Digest.
En la Universidad de San Diego, Estados Unidos, se encuentra la Biblioteca Geisel. Este edificio, diseñado por el arquitecto estadounidense William Pereira a finales de la década de 1960 fue construido íntegramente en vidrio y concreto, con estructura de ocho pisos.
En segundo lugar, la revista ubica al edificio del hotel Paradero, México, diseñado por Rubén Valdez y Yashar. La obra brutalista cuenta además con la particularidad de estar enclavada en más de dos hectáreas de paisaje desértico.
Viena, Austria aloja a la iglesia Wotrubakirche, del artista local Fritz Wotruba. Construida entre 1974 y 1976, la estructura imita un conjunto de bloques que se apilan de forma poco precisa.
También en Europa, precisamente en Madrid, España, las Torres Blancas, obra diseñada por Francisco Javier Sáenz de Oiza, que destaca con un diseño que se asemeja a enormes árboles, con troncos y follaje.
Por último, en quinto lugar la revista ubica a Le Brasilia, en Marsella, Francia, una oda a la obra del famoso arquitecto y fabricante de muebles Le Corbusier, un diseño que buscaba ofrecer viviendas a familias de ingresos bajos y medios.
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