En el primer semestre de 2024 las operaciones continuaron a buen ritmo, en sintonía con las perspectivas positivas existentes para este año
Real estate, vivienda promovida
La compraventa de inmuebles continuó con dinamismo en el primer semestre de 2024. Entre enero y junio de este año hubo operaciones por al menos US$ 1.000 millones.
Esa cifra fue calculada por El Observador tomando como base los ingresos del Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales (ITP), que recauda la Dirección General Impositiva (DGI).
Este impuesto grava con una tasa de 2% al comprador y con otro 2% al vendedor del inmueble de usufructo.
La información publicada por la DGI muestra que en el acumulado a junio de este año el ITP recaudado fue de $ 1.600 millones, lo que representó 7% más en la comparación interanual nominal. Tomando como referencia el tipo de cambio cierre del semestre, esa cantidad de pesos equivale a unos US$ 42,5 millones.
Si se tiene en cuenta que el impuesto representa el 4% del valor de las operaciones inmobiliarias, es que en la primer mitad de 2024 los negocios tuvieron un piso de US$ 1.062 millones.
El monto de dinero mencionado es tan solo una aproximación a los montos negociados en el área inmobiliaria –que son superiores– porque la base de cálculo del impuesto es el valor catastral que suele ser inferior a los precios de los acuerdos efectivos de compraventas.
En esos números tampoco están contempladas las unidades de Vivienda Promovida (VP – antes Vivienda de Interés Social), que están exoneradas en la primera venta.
Los últimos datos publicados por la Agencia Nacional de Vivienda (ANV), indican que entre enero y abril se habían registrado 1.136 declaraciones juradas nuevas de venta de vivienda promovida, 6,1% más que igual período de 2023.
Hoy se necesitan en promedio unos US$ 87.600 para comprar un monoambiente en Montevideo y una base de US$ 117.700 para adquirir un apartamento de un dormitorio construido bajo esa modalidad, según los datos publicados la semana pasada por El Observador.
Un reporte reciente de la Cámara Inmobiliaria Uruguaya (CIU), da cuenta que la construcción residencial continuó "firme". En particular, destaca que los proyectos promovidos bajo el régimen de Vivienda Promovida marcaron un récord histórico en 2023 y mantuvieron dinamismo al inicio de este año.
La cantidad de viviendas que supusieron esos proyectos también fue muy alta en 2023 y siguió aumentando este año.
Montevideo perdió participación en la distribución de los proyectos en los últimos años, al tiempo que hubo mayor desarrollo hacia el interior del país, principalmente en Canelones. El efecto acumulado de este régimen supuso un aumento grande de la oferta de nuevas viviendas en el mercado, dice el informe elaborado por CIU y la consultora Exante.
El vicepresidente de la gremial inmobiliaria, Matías Medina, dijo días atrás a El País que en el primer semestre el mercado mostró una dinámica similar al registrado en la primera mitad de 2023, pero con compradores que “pelean más los precios” de las propiedades.
En lo que va del año el mercado de campos se ha mantenido estable, tanto en valores como en transacciones, con "movimiento" e interés de compradores, y sin una “gran oferta”.
“Lo que va apareciendo se va comercializando y sigue habiendo cierta fluidez de negocio”, explicó Santiago Cortina de la firma La Consignataria al programa Punto de Equilibrio de Radio Carve.
Una de las operaciones que sobresale hasta el momento fue la compra realizada por la compañía japonesa Oji Holdings Corporation, que adquirió 41.000 hectáreas de tierra por casi US$ 300 millones en Rivera y Tacuarembó, según publicó Búsqueda en mayo pasado. La empresa es una de las líderes en la industria mundial de la pulpa de celulosa y el papel.