Desde este miércoles 21 de mayo de 2025, Aena ha puesto en marcha una restricción de a las terminales del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas entre las 21:00 y las 05:00 horas. Esta medida, comunicada internamente a los trabajadores del aeropuerto, implica que solo podrán entrar pasajeros con tarjeta de embarque, sus acompañantes y empleados del recinto aeroportuario.
La medida responde al creciente número de personas sin hogar que pernoctan en las instalaciones del aeropuerto madrileño. Un fenómeno que ha provocado intercambios de acusaciones entre el Gobierno central, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de la capital sobre quién debe hacerse cargo de este colectivo vulnerable.
Un aeropuerto convertido en refugio improvisado
El Comité de Seguridad Local de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) tomaron esta decisión, ante la presencia diaria de centenares de personas durmiendo en las terminales. Según fuentes sindicales, esta problemática ha sobrepasado la capacidad de gestión habitual del aeropuerto, forzando a implementar nuevas estrategias de control.
"El principal problema es la gente que reside y no sale del aeropuerto y/o que va a llegar antes de la hora de cierre", alertan desde Alternativa Sindical Aena/Enaire (Asae). Esta organización también advierte que "hay muchas puertas sin vigilancia en todo el recinto", lo que podría hacer ineficaz la nueva medida de control de .
Refuerzo de seguridad y controles de documentación
Para garantizar el cumplimiento de la medida, se ha incrementado el personal de seguridad nocturno hasta 22 efectivos. Estos vigilantes estarán distribuidos entre cinco puntos de control en las terminales T-1, T-2 y T-3, y cuatro en la T-4. Su función será controlar que las personas que ingresen cuenten con la documentación pertinente. En caso contrario, deberán dar aviso inmediato a la Policía Nacional.
"Se reforzará la presencia de vigilantes de seguridad hasta los 22 efectivos, en horario nocturno, entre las 21.00 y las 05.00 horas, y se establecerán controles de documentación en los s a las terminales", "Se reforzará la presencia de vigilantes de seguridad hasta los 22 efectivos, en horario nocturno, entre las 21.00 y las 05.00 horas, y se establecerán controles de documentación en los s a las terminales",
explicaron fuentes sindicales.
No obstante, también se han planteado dudas legales sobre la atribución de estas competencias a personal de seguridad privada en un espacio considerado público.
Reacciones sindicales y falta de comunicación oficial
Desde Asae han denunciado que "todavía no ha sido comunicada oficialmente ni a las compañías aéreas, ni a las empresas que trabajan en el aeropuerto, ni a los empleados, como es preceptivo". Una crítica que pone en entredicho la coordinación interna de una medida de tanto impacto.
Además, insisten en que "el al aeropuerto de personas sin hogar se seguirá produciendo pese a las limitaciones anunciadas", cuestionando así la eficacia real del nuevo protocolo de Aena.
Una crisis social sin dueño claro
El conflicto va más allá de las puertas de Barajas. La presencia de personas sin hogar en el aeropuerto ha generado una auténtica disputa entre istraciones. Mientras el gestor aeroportuario sostiene que "los aeropuertos no están diseñados para servir como refugios", desde el Ayuntamiento de Madrid se pide "una solución de albergue o habitacional alternativa a estas personas sin hogar y que se desaloje el aeropuerto".
"No es humano ni digno que la gente malviva así", subraya el sindicato, evidenciando el trasfondo humanitario de esta polémica.
El futuro de Barajas bajo lupa: ¿es esta la solución?
Aena asegura que la intención es “contribuir a que la situación no empeore”, reforzando controles en franjas horarias de baja intensidad operativa. Sin embargo, expertos en derechos sociales y organizaciones humanitarias han advertido que las medidas de exclusión no abordan el problema de raíz, y que se requiere un plan conjunto entre istraciones para atender adecuadamente a estas personas.
"Se ha trasladado a los trabajadores del aeropuerto un refuerzo de la vigilancia en las instalaciones para garantizar que el y salida de las terminales sea únicamente a pasajeros con tarjeta de embarque, junto a sus acompañantes", han reiterado fuentes internas, en un intento por mantener el orden sin entrar en conflictos de competencias.
Conclusión: entre el control y la urgencia social
La nueva política de Aena de restringir el nocturno al Aeropuerto de Barajas se presenta como una medida de control frente a una problemática social mucho más amplia. Mientras se incrementa la vigilancia y se endurecen las normas, el foco sigue estando en la falta de soluciones habitacionales para las personas sin hogar.
Lo que está claro es que la situación actual ha puesto sobre la mesa la necesidad de una estrategia humanitaria integral, donde todas las istraciones asuman su parte de responsabilidad.