15 de febrero 2025 - 20:28hs

Manuel Muñiz Villa es abogado y uno de los mayores expertos en política exterior y relaciones internacionales de España. Actualmente es Provost de la prestigiosa Universidad IE.

Entre 2020 y 2021, fue designado como secretario de Estado para la España Global en el ministerio de Asuntos Exteriores. Ha sido consultor de apoyo de las Naciones Unidas y formó parte del Comité de Expertos que asesoró al gobierno de España durante la peor etapa del Covid.

Este fin de semana Manuel Muñiz viajó a Munich, para formar parte de la Conferencia de Seguridad, a la que llaman "el Davos de la Seguridad", y asistieron entre otros el flamante vicepresidente de EEUU, JD Vance; el Secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio; el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, y los ministros de Defensa y de Seguridad de los 27 países de la Unión Europea.

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En medio de las tensiones por la guerra entre Rusia y Ucrania, y antes de presidir una mesa de diálogo con el candidato a presidente de Venezuela, Edmundo González Urrutia y la presidenta del Parlamento Europeo, la italiana Roberta Metsola; Manuel Muñiz accedió a hablar con El Observador España.

La conflictiva relación de Donald Trump con Europa; los riesgos que corre Ucrania y el papel de España en estas cuestiones fueron algunas de las definiciones cruciales que este gran analista internacional deja en esta entrevista.

- Usted participa de la Conferencia de Seguridad y Defensa en Munich. ¿Cuál es el clima después del diálogo entre Donald Trump y Vladimir Putin por la situación de Ucrania?

- El ambiente es de enorme expectación. Porque la semana que ha precedido, pero sobre todo en las últimas 48 horas han sido de enorme tensión y de generación de noticias sobre sobre la relación transatlántica muy relevante. Desde la conversación de Trump con Putin sobre Ucrania, seguido de la conversación de Trump con el propio Zelenski y el encargo a su vicepresidente Vance y al Secretario de Estado, Marco Rubio, de tener una conversación aquí sobre un posible acuerdo de paz en Ucrania. Y hasta las declaraciones del Secretario de Defensa en Bruselas (Pete Hegseth), cuestionando aunque luego se ha retractado, es un mensaje prácticamente de abandono de Europa por parte de Estados Unidos. Y de sus compromisos y garantías de seguridad continental, y otra serie de cosas que están muy en el corazón de la presencia norteamericana en Europa. Entonces, todo todo esto converge en las conversaciones con una delegación norteamericana muy potente, congresista, senadores, el propio vicepresidente Vance, el secretario de Estado Rubio, y luego una representación europea muy extensa también. Desde la presidenta de la Comisión Europea, el presidente de Francia, el presidente de Alemania, un montón de líderes de otros países europeos. Es una una gran conversación sobre la relación transatlántica y sobre el orden internacional en la era Trump.

- Esa tensión de las últimas 48 horas a la que se refiere, ¿se siente en los pasillos de Munich?

- Mucho, mucho. En el fondo hemos vivido un gran ciclo en el que esto recién empieza. En una primera istración Trump, que dificultó la relación transatlántica mucho en su discurso y en sus políticas. Después, una istración Biden que empezó con un mensaje de EEUU que fue "We are back", literalmente, "Hemos vuelto". Esa fue la forma en la que Biden quiso representar la nueva política exterior americana, volvemos a la relación transatlántica y al consenso de del mundo occidental que Estados Unidos ha construido y sostenido desde la Segunda Guerra Mundial. Y ahora, con esta segunda istración Trump, en el fondo volvemos a recibir aquí un mensaje de Estados Unidos: pues vuelve a retirarse de partes muy importantes de ese orden internacional y vuelve a introducir muchas más dudas sobre sus compromisos transatlánticos. Y con un punto más de contundencia porque es la segunda istración. Trump parece mucho más decidido a implementar esta agenda y mucho más capaz de hacerlo también, tanto por el mandato democrático que ha recibido, que es mayor, como por su propio conocimiento ya de la istración y de sus resortes. Parece un líder mucho más efectivo y eficaz en el despliegue de su agenda. Este es el telón de fondo de las conversaciones que están teniendo lugar aquí en Munich. Claro. Hay un encuentro entre entre J. D. Vance y Zelenski y hay una gran preocupación. Porque hubo un mensaje por parte del secretario de Defensa (de EEUU) que parecía indicar que los norteamericanos querían plantear a los ucranianos concesiones territoriales sustanciales no solamente en Crimea sino el Donbás. O sea una consolidación de la situación territorial que hay ahora mismo sobre el terreno en el campo de batalla lo cual, para Ucrania, supone perder más de una cuarta parte de su territorio. Y parece que esto también incluiría un rechazo a la membresía de Ucrania en la OTAN, siendo entonces una de las grandes reclamaciones de Putin. Y luego, se habla de garantías de seguridad a Ucrania que tendrían que ser de naturaleza bilateral, preeminentemente europeas, porque no implicarían el despliegue de tropas norteamericanas.

- ¿Hasta donde puede llegar la negociación para que vuelva la paz en Ucrania?

- No sabemos desde qué posición se va negociar, pues parece un planteamiento de claudicación. Hay una gran preocupación de que lo que aquí se produzca sea una consolidación de territorio y de ganancias por parte de Rusia, después de lo que ha sido una agresión y una violación del derecho internacional. Y el otro tema que preocupa es que esto se haga por encima de la cabeza de los ucranianos y de los propios europeos. Que sea un diálogo entre Putin y Trump, y que luego sean una serie de condiciones que se les imponen a los ucranianos y estos se ven obligados a aceptarlas y y punto. Rompiendo la la cohesión transatlántica y europea norteamericana en esta cuestión. Aquí hay un comentario que circula por los pasillos, y es que este Munich del 2025 tiene aromas a aquel Munich de 1938, cuando se concedieron los Sudetes a los alemanes de Adolfo Hitler y hubo un apaciguamiento y concesiones a la Alemania nazi. Pues esto puede ser otro escenario de concesión importantes a un agresor, porque es evidente que Putin no tiene ningún incentivo de alcanzar un acuerdo de paz en el que él tenga que renunciar a adquisiciones territoriales que ha consolidado en los últimos meses. Él ha dicho que hay una serie de líneas rojas que no estaría dispuesto a cruzar para alcanzar la paz, o sea que algún tipo de concesión territorial relevante parece que va a tener que haber. En este momento, si de verdad se quiere alcanzar una paz ahora en esta ventana, parece que para Rusia también es una línea roja la membresía de la NATO para Ucrania. Realmente, lo que estaríamos aceptando es ese mundo de esferas de influencia que Putin defendía, en el que la soberanía de los estados está cercenada por sus circunstancias geográficas. Y como Ucrania está cerca de Rusia, pues tiene que aceptar que no es libre de elegir sus alianzas.

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"Es el momento de la verdad para Europa"

- ¿Y qué margen tiene Europa para poder modificar este escenario que parece estar planeando y llevando adelante Donald Trump?

- Esta es la la gran pregunta que sobrevuela esta conferencia. Cuál es el futuro de la política exterior y de seguridad europea en un entorno donde Estados Unidos ya no solamente no es el sostenedor del orden internacional liberal en en lo diplomático, en la seguridad, en lo comercial. Si EEUU deja de financiar el sistema multilateral, abandona organismos de la ONU, impone sanciones a la Corte Penal Internacional, abandona el acuerdo de París, etcétera, no cuestiona la OTAN, o sea, si en todos esos frentes EEUU no solamente abandona el entorno, sino que tiene una política de erosión de esa arquitectura, ¿cuál es el papel de Europa? Y al margen del dossier está Ucrania. Y yo creo que la respuesta está muy clara: este es el momento de la verdad para Europa, donde se va a poner a prueba su voluntad de gastar más, de invertir más en seguridad y en defensa, y hacerlo mejor, o sea, integrándose más, coordinando más las políticas de desarrollo y compra de armamento. Para mí es muy evidente que todo este entorno lo que pide es más Europa, y apoyo a la Comisión Europea nueva. Más Europa para ser capaces de enfrentarnos a esto. Y es una coordinación de una posición europea para que tengamos mayor fuerza y mayor peso en esa triangulación de Rusia, EEUU y luego los países europeos, incluida Ucrania claro. A Europa le llega un momento absolutamente trascendental en su historia pues, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la Europa libre e independiente ha tenido una una sobre dependencia del paraguas de seguridad norteamericano y ahora tiene que hacerse mayor.

"España puede jugar un papel muy constructivo"

- Habiendo sido parte del gobierno de España en su momento, ¿cuál es la influencia que pueda tener España en esta discusión?

- España es un país muy leal dentro de la Unión Europea, muy europeísta. En el fondo somos un país bastante sencillo en el marco europeo, en el sentido de que tenemos opiniones públicas ampliamente mayoritarias a la integración europea, incluido en el ámbito de la seguridad y la política exterior. Eso, por desgracia, no se da en todos los países de la UE, porque la UE también tiene sus divisiones internas que ahora se van a volver más trascendentales. Opiniones en Hungría o en Polonia, tal vez pronto en Francia o en Italia. Pero España es un país en ese sentido profundamente europeísta que siempre ha defendido una mayor integración y coordinación a nivel europeo. Tiene una gran agenda multilateralista, una gran agenda en defensa de los derechos humanos y de las minorías, una gran agenda climática y todas estas posiciones generan grandes consensos en el espectro político en España. Entonces, yo creo que España puede jugar un papel muy constructivo en todo esto y ser un país que ayuda. Aquí el ministro de Asuntos Exteriores (José Manuel Albares), que ha participado en la conferencia y pues tenemos una voz de socio relevante y leal.

"Los europeos deberíamos invertir más en defensa"

- ¿Cree que es inevitable para Europa, y para España, aumentar los gastos de defensa como pide Trump?

- Sí, absolutamente. No me cabe la menor duda. Era necesario antes porque teníamos una situación evidente de dependencia de la provisión de seguridad norteamericana, que por cierto es una política perfectamente racional. Si hay un tercer país que está dispuesto a sufragar una parte de tus gastos en seguridad y en defensa para que tú puedas invertir en otras cosas, pues lo normal es que los países lo hagan. Y es lo que ha pasado en Europa, que hemos tenido a Estados Unidos con una presencia inmensa en el continente proveyendo una una serie de garantías. De seguridad incluida, de defensa continental. De la integridad territorial europea y, por lo tanto, los europeos nos hemos acostumbrado a no tener que resolver esa seguridad nosotros. Y tenemos carencias importantes en la provisión de seguridad, en inteligencia, en capacidad de despliegue de tropas en el exterior, carencias en tecnología. Y los norteamericanos han tenido que entrar y suplir esas carencias a lo largo de las últimas décadas en Bosnia, en Libia, ahora en Ucrania. Por lo tanto, la respuesta de los europeos es que deberíamos estar invirtiendo más y mejor, con mucha más eficiencia y coordinación, porque ahora Europa tiene 27 presupuestos de defensa y 27 ejércitos. Europa gasta más de 200 000 millones de euros al año en defensa y, sin embargo, eso no se ve reflejado en nuestra capacidad de influencia y de despliegue. Y eso es un producto de ineficiencias. Europa tendría que ser uno de los grandes actores en el ámbito securitario del mundo. Si uno mira su tamaño poblacional y el tamaño de su economía, no se justifica que seamos un gigante económico y un enano en cuestiones de seguridad.

- ¿Eso también involucra a España, que no llega al 2% de su presupuesto en gastos de defensa?

- Sí, y muy singularmente. España es uno de los países grandes de la Unión Europea que tiene un gasto bajo, y aunque también te diré que hemos doblado ese gasto en los últimos años. España ha doblado su presupuesto en defensa en los últimos años, de una cifra inferior al 1% a una cifra cercana al 1,5%. Y hemos asumido compromisos de llegar hasta el 2%. Pero vamos, España claramente es uno de los países que tiene más camino tiene que recorrer. También estamos en un mundo mucho más inseguro. Un mundo donde Estados Unidos en retroceso va a producir una carencia de seguridad y de provisión de bienes públicos globales. Por ejemplo, ahora está el cierre de USAID, que es una de las grandes agencias de desarrollo del mundo y que financia programas de resiliencia institucional, de alimentos, de salud en muchos países. La desaparición de este actor va a tener consecuencias a medio plazo de desarrollo de pobreza, de estabilidad, de seguridad. Los europeos nos tenemos que empezar a acostumbrar a un mundo en el que EEUU está menos presente, y eso va a exigir fuertes inversiones y compromisos en el ámbito de la seguridad. No sé si estamos plenamente preparados, porque aunque tomásemos la decisión de gastar mucho más en defensa, van a pasar muchos años hasta que tengamos las capacidades de defendernos. Porque la capacidad de defensa es una medida de stock, no una medida de flujo. Uno decide empezar a gastar hoy, pero las capacidades realmente llegan en 15 o 20 años. Una cosa que me preocupa es que lleguemos a tiempo en la provisión de esas virtudes y acompasarlo a la retirada de EEUU del escenario internacional, y sobre todo del vecindario europeo.

"Europa va a ser la región más afectada del mundo por el efecto Trump"

- ¿Cree que esta estrategia de Donald Trump para Europa es irreversible?

- Sí, yo creo que Trump ha sido muy consistente en sus posiciones ideológicas desde hace mucho tiempo. Ha defendido el uso de aranceles, ha cuestionado el sistema comercial internacional, ha cuestionado la utilidad de las alianzas para Estados Unidos, incluida la OTAN, ha sido muy crítico con Europa y con la Unión Europea en general. También ha sido muy crítico con la burocracia americana y con el sistema democrático estadounidense, muy crítico con los medios de comunicación y con la judicatura. Lo que ha cambiado es que ahora tiene un mandato mayor y es más eficaz en el despliegue esas políticas. Entonces creo que esto va a continuar y que nos esperan cuatro años de un EEUU bastante revisionista. Y Europa es probablemente la región del mundo que se va a ver más afectada por esta incidencia. Porque estamos justo en la intersección de toda esa arquitectura que hemos construido juntos, en la parte comercial, en la parte climática y en la seguridad. Uno de los elementos más chocantes de esta conferencia de Munich ha sido que el discurso de JD Vance y fue de salirse de las agencias de la ONU, de su financiación, de cuestionar la alianza transatlántica y de salirse del acuerdo de París. Y a eso le ha seguido un discurso el ministro de Asuntos Exteriores chino (Wang Yi) donde, básicamente, ha defendido todo lo contrario. Ha sido realmente extraordinario porque el ministro chino ha defendido el orden internacional basado en reglas, la lucha contra el cambio climático, el comercio global, la política exterior ordenada, la previsibilidad. Ha defendido todo el orden multilateral y el sistema de la ONU. Y China se ha querido posicionar como un actor constructivo y estable en el orden internacional frente a otro. Y era evidente a todos los que estaban en la sala que el mensaje de China estaba siendo: bueno, estos espacios que abandona a Estados Unidos ya los ocupo yo.

"La realidad es que en Europa estamos en guerra"

- Mencionó a Munich de 1938, que recuerda a Chamberlain y una Europa débil que termino en al Segunda Guerra Mundial. ¿Cree que pueden volver a explotar los tiempos de guerra en Europa?

- Bueno, la realidad es que en Europa estamos en guerra. La invasión rusa de Ucrania es el primer caso desde la Segunda Guerra Mundial de un ataque mayor a un país europeo con el ánimo de ocupación. En el fondo, ánimo de eliminación de ese país porque esa era la ambición inicial. Ucrania es un país que supera en escala a Alemania, con más de 40 millones de habitantes. A veces se nos olvida la escala de lo que los rusos desplegaron. Entonces, en Europa ya hay una guerra y eso ha hecho también que el discurso de JD Vance sea tan extraordinario porque lo primero que ha dicho es que la mayor amenaza para Europa no es externa. Europa tiene una amenaza interna de calidad democrática, básicamente ha venido a decir. Ese ha sido el contenido de su discurso. Luego ha venido a describir una Europa que no escucha a sus minorías, o incluso a sus mayorías, que silencia voces sobre todo conservadoras o que cuestionan las virtudes de la inmigración. Ha hecho una gran defensa de la agenda MAGA y de esa agenda en Europa. Y, como diciendo que las democracias europeas la estaban silenciando. Pero claro, el mensaje de partida es muy extraordinario, y es que aquí no hay una amenaza externa, sino interna. Por lo tanto, la agresión rusa vamos a ponerla en contexto. Por eso, el ministro de Defensa alemán ha intervenido después de JD Vance ha empezado su intervención diciendo: "Yo tenía unas palabras preparadas, pero me veo obligado a redactar de nuevo mi discurso porque quiero dejar muy claro que en este continente estamos en guerra y tenemos un agresor que se llama Rusia". O sea, el ministro de Defensa alemán se vio obligado a decir: "Yo estoy enviando armamento y ayuda a un país limítrofe que está en guerra en Europa con otro que es el agresor". Yo creo que un mundo donde tú tienes un Estados Unidos que está renunciando a su papel central de provisión de seguridad, de provisión de una arquitectura multilateral, de un sistema de reglas, te vas a un mundo mucho más imperfecto, mucho más ruidoso. Por ejemplo, va a haber más casos de inseguridad en los mares, de piratería, de problemas para el comercio global. Problemas de mantenimiento de la paz en distintos lugares y, sobre todo, creo que lo vamos a vivir en la periferia del sistema. Soy de la opinión que un mundo en el que EEUU juega un papel sustancialmente menor es un mundo más inestable.

- ¿Cuánto impactó el atentado terrorista en Munich justo antes de la Conferencia?

- El vicepresidente JD Vancde lo ha usado de forma poco amable para con sus anfitriones porque ha dicho que esto lo ha producido un inmigrante afgano, un tenedor de asilo en Alemania. Y ha dicho que esto no es un ataque aislado, que se producen recurrentemente y que hasta cuándo va a estar dispuesta la sociedad alemana a tolerar este nivel de inseguridad por una política migratoria demasiado laxa. Entonces, esto alimenta el discurso de la derecha, alimenta el discurso antiinmigración y, por cierto, parte del público aquí lo ha leído como una forma de blanquear a la AFD (el partido de ultra derecha Alternativa por Alemania), en pleno proceso electoral. Parecía que parte de su mensaje iba dirigidos a decir: "Oye, es no solo legítimo, sino deseable que Europa empiece a elegir liderazgos de extrema derecha que cuestionen toda esta agenda tradicional de integración, cosmopolitismo, apertura". Entonces, pues sí, tiene consecuencias y claramente aquí alimenta un discurso que beneficia fundamentalmente a la AFD eh alemana. Tú puedes tomar estos casos y explotarlos hasta el absurdo, pero vamos, Munich sigue siendo una de las ciudades más seguras del mundo, Alemania sigue siendo un país extremadamente seguro, con niveles bajísimos de violencia de todo tipo, pero uno puede coger estos casos y utilizarlos políticamente para justificar políticas mucho más conservadoras.

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