Ucrania ejecutó la operación "Telaraña", un ataque sin precedentes que resultó en la destrucción de más de 40 aeronaves rusas, incluyendo los emblemáticos bombarderos Tu-95 y Tu-22M3.
Estos aviones, conocidos por su poderío estratégico y su capacidad de ataque a larga distancia, fueron alcanzados por drones kamikaze ucranianos en una acción que ha sido comparada con el ataque a Pearl Harbor por su audacia y efectividad.
Tu-95: la "bestia del cielo"
El Tupolev Tu-95, apodado la "bestia del cielo", es un bombardero estratégico de turbohélice que ha estado en servicio desde 1956. Es el único bombardero de turbohélice en uso operativo y uno de los aviones más ruidosos del mundo debido a sus hélices contrarrotativas. A pesar de su antigüedad, sigue siendo una pieza clave en la aviación estratégica rusa.
Embed - Tu 95 MS Bomber TakeOff
Tu-22M3: el "asesino de portaviones"
El Tupolev Tu-22M3, conocido como el "asesino de portaviones", es un bombardero supersónico con alas de geometría variable, capaz de transportar hasta 24 toneladas de armamento, incluyendo misiles antibuque de alta velocidad. Su apodo se debe a su capacidad para lanzar misiles de largo alcance que pueden destruir portaaviones enemigos.
7CA02E37-A1D7-467F-931D-ACF67FC89BD6.webp
La operación "Telaraña" fue planificada durante 18 meses por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SSU) y ejecutada con precisión el 1 de junio. Utilizando drones kamikaze ocultos en camiones civiles, los ucranianos atacaron simultáneamente cinco bases aéreas rusas, incluyendo instalaciones en Siberia y el Ártico.
Según fuentes ucranianas, los ataques destruyeron al menos 13 aviones confirmados por imágenes satelitales, y hasta 41 según Kiev. Entre las aeronaves alcanzadas se encontraban los Tu-95 y Tu-22M3, junto con un avión de alerta temprana A-50.
Embed - Operación Telaraña: Ucrania destruye 40 bombarderos rusos con drones y ataca por primera vez Siberia
Este ataque ha sido calificado como el más significativo contra la aviación rusa desde el inicio del conflicto. La destrucción de estos bombarderos estratégicos representa una pérdida considerable para las fuerzas aéreas de Rusia, afectando su capacidad de proyección de poder y disuasión nuclear.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó la operación como un hito histórico, mientras que expertos internacionales compararon el ataque con el ataque a Pearl Harbor por su audacia y efectividad. Por otro lado, Moscú ha minimizado el impacto, señalando incendios sin víctimas y la detención de participantes en el ataque, y se prepara para una posible ofensiva de verano.