El plan fiscal y presupuestario del gobierno de Trump, al que bautizó como “el único, grande y hermoso proyecto de ley”, propone recortes poco agresivos en el gasto público y busca extender las exenciones fiscales sancionadas en su primer mandato, así como añadir nuevas rebajas, como las exenciones a las propinas y a los pagos para comprar automóviles fabricados en el país. El proyecto de ley preocupa a inversores, economistas y representantes republicanos, que temen por un fuerte aumento del déficit.
Pero la deuda es un problema mucho mayor ahora que hace ocho años. Los inversores exigen primas más altas para continuar financiando la deuda, que ya supera los 36,1 billones de dólares. Las tasas de interés de los bonos a 10 años del Tesoro rondan actualmente el 4,5%, un notable aumento respecto al 2,5%, cuando se aprobaron los recortes de 2017.
Según un informe realizado por la agencia AP, la respuesta de los mercados financieros al presupuesto presentado por el gobierno hasta el momento fue escéptica, ya que observan que Trump muestra dificultades para reducir los déficits, tal como prometió. Michael Strain, director del Instituto Empresarial Estadounidense, un centro de estudios de tendencia conservadora, afirmó al medio: "Toda esta retórica sobre reducir billones de dólares del gasto no ha llegado a nada, y la reforma fiscal lo codifica. Existe cierta preocupación sobre la competencia del Congreso y de este gobierno, y eso hace que añadir al déficit un montón grande de dinero sea más arriesgado".
No solo inversores y analistas presentaron dudas con respecto al presupuesto, sino que el magnate tecnológico Musk, quien hasta hace poco formaba parte del círculo íntimo de Trump como líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), también cuestionó el proyecto económico del gobierno. "Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gasto, que no solo no reduce, sino que aumenta el déficit presupuestario y socava el trabajo que está realizando el equipo de DOGE", dijo Musk en diálogo con CBS News.
La defensa desde la Casa Blanca
Karoline Leavitt. AP.webp
La Casa Blanca criticó duramente cualquier expresión de preocupación por el impacto creciente de la deuda durante su mandato.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se refirió a la cuestión en la conferencia de prensa del jueves pasado, y dijo que quería “desmentir algunas afirmaciones falsas” sobre los recortes de impuestos de Trump.
"La afirmación evidentemente errónea de que el 'Proyecto de Ley Único, Grande y Hermoso' aumenta el déficit se basa en las suposiciones deficientes de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) y otros analistas que históricamente han sido pésimos en sus proyecciones, tanto en gobiernos demócratas como republicanos", apuntó.
Sin embargo, fue el propio Trump quien insinuó que la menor cantidad de recortes en el gasto público, en comparación con lo prometido para compensar las reducciones de impuestos, se debía a la necesidad de mantener unida a la coalición republicana en el Congreso. “Tenemos que conseguir muchos votos. No podemos estar haciendo recortes”, declaró el presidente la semana pasada.
El crecimiento económico y los aranceles como solución al déficit
El gobierno confía en que el crecimiento económico resolverá el problema. A pesar de las preocupaciones, el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca asegura que la implementación de sus políticas generará un crecimiento económico tan rápido que los déficits presupuestarios anuales se reducirán en relación con la economía en su conjunto, lo que situará al gobierno estadounidense en una senda fiscalmente sostenible.
El consejo argumenta que la economía se podría expandir a un promedio anual de 3,2% durante los próximos cuatro años, en contraste con el 1,9% pronosticado por la CBO, y que se crearían o salvarían hasta 7,4 millones de empleos. La mayoría de los economistas consideran que la CBO, una entidad no partidista, es el estándar fundamental para evaluar políticas, a pesar de que no elabora estimaciones de costos para las medidas adoptadas por el poder ejecutivo, como los aranceles unilaterales de Trump.
Sin embargo, la mayoría de los economistas ven la proyección de la Casa Blanca como optimista. Stephen Miran, presidente del Consejo de Asesores Económicos, había indicado que con el crecimiento esperado y los ingresos por aranceles sería posible disminuir los déficits sin generar nuevas presiones inflacionarias. “Quiero asegurarles a todos que el déficit es una preocupación muy importante para este gobierno”, aseguró Miran a los medios. También Russell Vought, director de presupuesto de la Casa Blanca, acordó con esta perspectiva.
En ese sentido, la Casa Blanca confía además en que los ingresos arancelarios ayudarán a cubrir los déficits adicionales, a pesar de los fallos judiciales que amenazan con dar marcha atrás con la medida.
Cuando Trump anunció sus aranceles casi universales en abril, dijo específicamente que sus políticas generarían suficientes ingresos nuevos para comenzar a pagar la deuda nacional. “Es nuestro turno de prosperar y, al hacerlo, utilizar billones y billones de dólares para reducir nuestros impuestos y pagar nuestra deuda nacional, y todo eso sucederá muy rápidamente”, dijo el presidente hace dos meses al promover sus impuestos a las importaciones e instar a los legisladores a aprobar por separado los recortes fiscales y de gasto.
¿Podrán impulsar el crecimiento lo suficiente para reducir el déficit?
Trump firma orden ejecutiva. EFE.avif
En este contexto, según AP, economistas advierten que el endeudamiento adicional mantendrá las tasas de interés más altas y desacelerará el crecimiento económico general, mientras que el costo de los préstamos para viviendas, automóviles, empresas e incluso la educación universitaria aumentarán.
“Esto simplemente agrava el problema que enfrentarán los futuros responsables de las políticas públicas”, manifestó Brendan Duke, ex asesor del gobierno de Joe Biden y ahora miembro del Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas, un grupo de expertos de tendencia liberal a AP. Duke agregó que, dado que se establece que los recortes de impuestos en el proyecto de ley expiran en 2028, los legisladores tendrían que “lidiar al mismo tiempo con la Seguridad Social, Medicare y los recortes de impuestos que expiran”.
“No conozco a ningún analista serio que haya aumentado significativamente su pronóstico de crecimiento debido a esta legislación”, manifestó Jason Furman, profesor de la Universidad de Harvard y presidente del Consejo de Asesores Económicos durante el gobierno de Barack Obama. “Estos no son, en su mayoría, recortes de impuestos orientados al crecimiento ni a la competitividad. Y, de hecho, el aumento de las tasas de interés a largo plazo tendrá el efecto contrario y perjudicará el crecimiento”, consideró.
"El gobierno de Trump está en lo correcto al afirmar que el crecimiento puede ayudar a reducir las presiones deficitarias, pero no es suficiente por sí mismo para lograrlo", aseguraron los economistas Douglas Elmendorf, Glenn Hubbard y Zachary Liscow.
Ernie Tedeschi, director de economía del Laboratorio de Presupuesto de la Universidad de Yale, dijo que “un crecimiento adicional ni siquiera nos acerca a donde necesitamos estar”. El gobierno necesitaría 10 billones de dólares de reducción del déficit a lo largo de los próximos 10 años solo para estabilizar la deuda, explicó Tedeschi en la investigación que presentaron los autores. Y aunque la Casa Blanca afirma que los recortes fiscales impulsarán el crecimiento, la mayor parte del costo se destina a preservar las exenciones fiscales ya existentes, así que es poco probable que estimulen la economía de forma significativa.
La discusión llega al Senado
Congreso de EEUU. AP.webp
AP
El presupuesto aprobado por la Cámara de Representantes ahora pasa al Senado y la incapacidad de la Casa Blanca para calmar las preocupaciones sobre el déficit genera una reacción política negativa.
Varios senadores republicanos, como Ron Johnson y Rand Paul, ya expresaron sus dudas con respecto al aumento del déficit y plantearon la posibilidad de retrasar el avance del proyecto de ley hasta que se aborden estos problemas. “Creo que tenemos suficientes para detener el proceso hasta que el presidente se tome en serio la reducción del gasto y reduzca el déficit”, dijo Johnson en una entrevista con CNN.