Xi Jinping firma acuerdos estratégicos con Brasil y Colombia, uno de los aliados más cercanos de Washington, anuncia su adhesión a la Ruta de la Seda. Además, Pekín anuncia créditos e inversiones para los países de la Celac y, en clara alusión a EEUU, señala que “no hay ganadores en las guerras arancelarias y comerciales”.