En el Poder Ejecutivo suponían que la salida de Pablo Moyano de la conducción de la CGT sería suficiente para, finalmente, avanzar con la conformación de la “mesa tripartita” para discutir la letra fina de la reforma laboral. Sin embargo, la decisión del ministro de Economía, Luis “toto” Caputo, de imponer un techo paritario por debajo de la inflación detonó esa posibilidad.
El Gobierno estaba confiado y convencido de que con la impronta dialoguista que se impuso en la cúpula de la CGT, a partir de la salida de Pablo Moyano, no habría problemas para conseguir una foto de fin de año que le pusiera el moño a la garantía de paz social que puede brindar una relación amistosa con la central obrera.
Por eso convocó a una reunión para el martes por la tarde y filtró desde Casa de Gobierno que la cúpula sindical en pleno asistiría a Balcarce 50 para posar con funcionarios y empresarios.
Lo cierto es que la decisión del ministerio de Economía de fijar el techo paritario por debajo de la inflación generó malestar en todos los gremios, pero en especial en Sanidad y Camioneros, dos de los sindicatos que tienen representación en la conducción de la CGT.
En ese contexto, ayer por la noche, desde la central obrera dejaron en claro que no participaran de ninguna reunión mientras los funcionarios del Poder Ejecutivo sigan pisando las paritarias.
“Nadie de la CGT va ir a la Rosada si antes no se firman algunas paritarias que den una pauta de recuperación”, explicaron desde el edifico de Azopardo ante la consulta de El Observador y agregaron: “están sin definición y pisadas por el Gobierno las paritarias de Camioneros, de Sanidad y de La Fraternidad, por ejemplo”.
Por estas horas en la CGT aseguran que este año no habrá foto ni encuentro, por lo menos antes de fin de año.
En la agenda sindical aparecen tres cuestiones centrales que pueden determinar un aumento en la tensión en la relación entre el Gobierno y los gremios. Esta misma tarde habrá una nueva reunión por las paritaria de Camioneros, con final incierto. Por otra parte, La Fraternidad, espera por algún llamado de última hora que evite la medida de fuerza que se llevaría a cabo mañana y que afectaría a toda la zona metropolitana.
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"Nos están pidiendo sangre", aseguró Héctor Daer.
En una situación parecida está el gremio de Sanidad que conduce Héctor Daer. Hay negociaciones que buscan cerrar la recomposición salarial de los trabajadores del sector para los primeros dos meses de 2025. Por ahora no hay acuerdo.