Cuando salimos hacia afuera y mencionamos todo lo que Uruguay está haciendo, la gente se sorprende. También hay quienes de entrada ya nos conocen porque cada vez más se escucha de Uruguay y de su vínculo con el ecosistema tecnológico, pero de todas formas, creo que como país tenemos mucho más para hacer, tenemos mucho espacio para crecer. En Estados Unidos nos conocen más, en Europa un poco menos, en Latinoamérica somos irados por estas políticas que trascienden las istraciones, por nuestra estabilidad y por lo que el gobierno ha venido haciendo en diferentes periodos para consolidar la posición que Uruguay está teniendo hoy. El hecho de ser receptores de inversiones extranjeras, de startups que buscan instalarse en Uruguay, nos posiciona. Fuera del país nos ven incluso más lindos de lo que nos vemos nosotros mismos, nos iran más de lo que lo hacemos nosotros. Creo que estando acá no sabemos valorar estas cosas, la interacción público-privada, el hecho de que cuando salimos (a posicionarnos fuera del país) somos uno solo, todo eso es muy bien visto.
¿Cuál es el objetivo de UIH a corto plazo?
Recién inauguramos el campus donde nos vamos a instalar. Estamos trabajando mucho para eso. Ya vino el equipo de OurCrowd (la aceleradora de orígen israelí que liderará las operaciones en Uruguay) y están por comenzar sus operaciones; lo mismo con el company builder que va a comenzar a funcionar en el segundo semestre; y también estamos avanzando con el programa de Matching Funds para coinvertir con fondos de capital de riesgo y con inversores ángeles, ahí ya estamos en proceso de evaluación de los inversores que se presentaron para formar parte del registro y que van a quedar habilitados a invertir en startups uruguayas.
También estamos prontos a sacar un llamado a nuevos laboratorios abiertos. Así como tenemos a Microsoft, NewLab y el Antel Open Digital Lab, firmamos también un acuerdo con IBM para que el laboratorio de inteligencia artificial que ellos ya tienen se pueda poner a disposición del ecosistema uruguayo.
¿Qué características tiene ese llamado?
La idea es que sean propuestas nuevas de laboratorios que busquen instalarse acá. Algunos pertenecen a empresas de afuera, como puede ser el caso de Microsoft o el de IBM, pero otros tienen que ver con propuestas vinculadas a otras tecnologías. El objetivo es que pongan su tecnología, equipamiento o licencias a disposición de los emprendedores y las empresas uruguayas, de forma de poder bajar las barreras que enfrentan y así desarrollar sus proyectos pilotos, pruebas de concepto y escalar sus emprendimientos. Ese tipo de propuestas son las que estamos buscando y tienen que estar relacionadas siempre con tres verticales: tecnologías profundas (deep tech), biotecnología y/o tecnologías "verdes".
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¿Qué incentivos tienen los actores privados para participar de este llamado?
Les damos apoyo para la instalación del laboratorio, ya sea para la inversión en capital de trabajo o los gastos vinculados al funcionamiento. El apoyo está dado para que los laboratorios se instalen por una equis cantidad de años.
¿Y en contrapartida, a qué se comprometen?
Ese laboratorio lo que tiene que demostrar es que tiene un modelo de negocio, que tiene un caso. Es decir, más allá del apoyo que recibe del programa, tiene que demostrar que está resolviendo un problema o una necesidad que hay latente. Por ejemplo, si estuviéramos hablando sobre el desarrollo de una industria determinada que requiere de licencias, hay ciertas licencias para poder desarrollar software o aplicaciones que el a esas las licencias son muy caras y es imposible que un emprendedor pueda comprarlas. Sin embargo, si esas licencias están abiertas, ya sea porque la empresa equis la pone a disposición o porque el laboratorio paga por esas licencias y las comparte con el ecosistema, entonces ahí se disponibiliza, la gente puede generar sus emprendimientos porque así como está abierta para investigadores, puede estarlo también para estudiantes universitarios, por ejemplo. Si una empresa o un emprendedor tuviera que pagar por esa licencia para hacer una prueba, ya no le resulta conveniente, pero si está disponible en un laboratorio, sí.
¿Hay nuevos laboratorios interesados en esto?
Sí, de hecho el programa surge porque nos fueron llegando propuestas. Ahí vimos que teníamos que evaluarlas bien y sopesarlas para ver justamente cuál es la necesidad que van a cubrir, qué es lo que proponen y qué es lo que más nos sirve. A partir de eso es que vamos a atender a una o capaz que más de una propuesta.
¿De dónde son los interesados?
Hay de todo. Algunos locales y otros de afuera de Uruguay. No necesariamente estamos esperando que se presenten las multinacionales, sino que pueden ser soluciones adhoc que se armen para lo que están buscando.
Además de los ya existentes, ¿en qué otros mercados hay oportunidades de crecimiento para las startups y los emprendimientos uruguayos?
Vemos que hay oportunidades en Estados Unidos, en Miami concretamente tuvimos bastante o con organizaciones que ayudan a startups uruguayas a desembarcar, pero también a mostrar lo que Uruguay tiene para ofrecer. El objetivo es que la relación sea de ida y vuelta. También trabajamos bastante con Brasil, con San Pablo que allí está Cubo (la incubadora de startups) de Itaú que ahora va a venir a instalarse a Uruguay y está buenísimo que eso pase porque es el primer país que eligen por fuera de Brasil para escalar sus emprendimientos a Latinoamérica desde Uruguay. También estamos trabajando con Río Grande Do Sul porque tenemos muchas similitudes con ellos entonces cuando quieren mirar a Latinoamérica, ven que Uruguay es un buen lugar y mercado de prueba para, desde acá, poder salir a Latam.
En Buenos Aires también hay un potencial enorme porque nosotros creemos que nos conocen pero en realidad hay muchas oportunidades. Estuvimos por España y también en Alemania donde hay mucho conocimiento de Uruguay en todos los temas energéticos por cómo está posicionado nuestro país. Dado que una de nuestras verticales son las tecnologías "verdes", entendemos que todos los proyectos que Uruguay está proponiendo en esta materia, van a necesitar que haya startups alrededor que puedan favorecer que estos emprendimientos. La idea en todos los casos es que haya posibilidades para las startups uruguayas de desembarcar en otros mercados y a su vez que puedan venir acá y ofrecerles esa posibilidad también.
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Sabrina Sauksteliskis, directora ejecutiva de Uruguay Innovation Hub (UIH)
En Uruguay el sector tecnológico está desarrollado, pero en los sectores tradicionales de la actividad económica uruguaya cuesta más ver la innovación. ¿Tiene el país un debe con eso?
Sí, falta innovación en las empresas de la economía real, en el agro, por poner un ejemplo. Nosotros creemos que hay una oportunidad enorme para que las empresas puedan innovar, pero no innovar porque ese sea el fin o la meta, sino innovar como un medio y un camino para lograr eficiencias, bajar costos, mejorar procesos. Esa innovación puede venir desde dentro de la compañía porque hay empresas que tienen la capacidad de generar las innovaciones desde adentro pero, en general, esas mentes brillantes y esa gente que tiene ideas disruptivas, no necesariamente están adentro de las empresas, si no que están fuera, en las universidades, en las startups que se van generando. A eso se le llama innovación abierta: salir afuera a buscar innovación y eso es lo que se está buscando desarrollar más en el país. Hay herramientas y proyectos, pero falta mucha sensibilización.
¿Cuáles son los principales obstáculos que enfrentan hoy los emprendedores uruguayos?
El tema regulatorio es algo que siempre se puede mejorar y es en lo que estamos intentando trabajar. Acotadamente y con las limitaciones del caso, estamos tratando de detectar cuáles son las duplicaciones de costos que enfrentan o los trámites innecesarios. A veces no tiene que ver con ir al Ministerio de Economía y Finanzas para plantearles rebajas tributarias, pero sí tiene que ver con ciertos requisitos, costos, o trámites innecesarios. Si quiero hacer un proyecto piloto de determinada cosa, no puede ser que pague más de impuestos que del insumo que estoy haciendo. Hay regímenes disponibles pero muchas veces lo que falta es su comunicación y divulgación, entender los instrumentos que hay disponibles. Hay mucha herramienta disponible pero que mucha gente no conoce entonces esa es una oportunidad de mejora. Por eso estamos trabajando un proyecto piloto junto con Microsoft y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en un chatbot de innovación que pueda unificar toda la información de los instrumentos disponibles.
El otro (obstáculo) es el talento. Ahí me meto con temas de educación, pero si cada vez egresa menos gente de Secundaria, eso significa menos gente que entra a las universidades. Por tanto, es menos gente que está preparada para poder desarrollar este tipo de emprendimientos tecnológicos. Ahí hay un trabajo fuerte para hacer. El país está yendo en esta dirección (de posicionar a Uruguay como un hub tecnológico) pero entonces tenemos que pensar cómo estamos haciendo para motivar a que los estudiantes chicos se metan en estas carreras que como país nos interesa. Ceibal hoy por hoy tiene 90.000 chicos que están haciendo pensamiento computacional y eso es prometedor porque quiere decir que hay gente que está sensibilizándose más con estos temas, por tanto, seguramente esa gente va a querer más, va a estar más involucrada con la educación y va a querer continuar sus estudios. Ahí el hecho de que Uruguay tenga educación gratuita a nivel universitario es muy bueno, lo damos por sentado como si fuera algo obvio pero no lo es. En otros lugares no es gratuito o es muy difícil acceder pero acá no hay ninguna dificultad para entrar a la universidad. Las dificultades acá vienen de antes, en cuanto a que la gente pueda llegar a estar en condiciones de ir a la universidad. Ahí hay que hacer un trabajo fuerte. No alcanza con que nosotros trabajemos desde acá en la etapa en las que les vamos a dar financiamiento o vamos a acelerar (sus emprendimientos), es antes.
Uruguay adhirió al Tratado de Cooperación en Materia de Patentes (PCT), ¿qué consecuencias cree que va a tener para el ecosistema emprendedor uruguayo?
Era un debe importantísimo. Los investigadores uruguayos ya lo estaban haciendo de alguna manera, patentando sus inventos fuera del país, en Estados Unidos, pero era un sinsentido decir que somos un país que apostamos a la innovación y no reconocerlo localmente. Y sobre todo, si vamos a pensar en atraer empresas multinacionales que quieran desarrollar sus productos o que puedan hacer sus pruebas desde acá, si no podían registrar eso desde Uruguay, era algo que directamente nos impedía poder seguir ciertas conversaciones.
Como por ejemplo, el ingreso al tpp (en alusión al Acuerdo Amplio y Progresista de Asociación Transpacífico), ahí el acuerdo de patentes era un requisito de entrada, es decir que si no lo teníamos ni siquiera podíamos seguir conversando. Lo teníamos que tener aprobado.
¿Han mantenido conversaciones con los actores del sistema político para asegurar la continuidad de UIH a partir de 2025?
Sí. Estamos en esa dirección, hemos conversado con el equipo de Yamandú Orsi (del Frente Amplio), con gente del Partido Colorado también. La semana pasada, en la inauguración, invitamos a todos y estamos en ese camino, ahora las agendas de los candidatos son complejas, pero seguro está en nuestro corto y mediano plazo hacerlo. Cuando pasen las elecciones vamos a hacer ese recorrido porque es de nuestro interés que se conozca lo que estamos haciendo y que esto trascienda todas las istraciones.