El gobierno uruguayo anunció este viernes cómo se ajustarán los precios de los combustibles de ahora en más, siguiendo con lo prometido por el presidente Yamandú Orsi de revisar el viejo modelo heredado de la istración de Luis Lacalle Pou.
Además de anunciar los precios de los combustibles que regirán para junio –donde bajarán el gasoil, la nafta y se mantendrá el supergás–, el ministro de Economía, Gabriel Oddone, y la ministra de Industria, Fernanda Cardona, explicaron en conferencia de prensa cómo será la nueva metodología del gobierno.
Los cambios, a juicio del Poder Ejecutivo, introducirán "mejoras" a la normativa vigente, determinada por la Ley de Urgente Consideración (LUC) de Lacalle Pou.
El gobierno anterior definía los precios de los combustibles mes a mes, pero la LUC establecía un plazo máximo de 60 días, es decir, dos meses. Es así que la istración de Orsi decidió hacer uso de ese plazo máximo y fijar los precios de manera bimestral.
Según explicó Cardona, el análisis del gobierno es que no hay margen durante este año –con la discusión de la Rendición de Cuentas y la Ley de Presupuesto por delante– de introducir cambios a nivel legislativo.
"Teniendo en base la agenda del Parlamento este año, nosotros en este momento vamos a usar el máximo que nos habilita la norma vigente, que es pasar a una fijación del precio de los combustibles bimestral", señaló la ministra.
Por otra parte, argumentó que el precio de paridad de importación (PPI) será una "referencia" que "no se va a abandonar". "Va a continuar utilizándose como lo que es. Por supuesto que la URSEA va a continuar, como también pasó esta semana, con la publicación de este informe, que seguirá siendo mensual", señaló.
Defendió entonces que no se perderá información y que lo que se están introduciendo son "mejoras".
El gobierno también hizo referencia al "factor de estabilización". En los primeros meses de vigencia de la LUC el Ejecutivo de Lacalle Pou fijó ese factor de estabilización en $2,97. Según Cardona, "eso funcionó durante los primeros tres meses". "Después lo que ocurrió es que, sin perjuicio de la volatilidad de los precios a nivel internacional, no se predeterminó más".
"Lo que estamos haciendo ahora es volver a predeterminar, que la ciudadanía sepa, que nosotros mismos tengamos parámetros y reglas claras", apuntó Cardona y sostuvo que el valor pasará a ser $1,5.
Este valor regirá por lo que queda de 2025 y, en principio, se ajustará de manera anual.
"Queremos ver con esta metodología y mejoras cómo se comporta, y además porque una de las cuestiones que queremos comunicar y ha sido muy trabajado es dejar claro que este peso con cincuenta que quedará predeterminado para que se sepa cuál va a ser no lo vamos a modificar hasta el final del año tiene que ver con que esto no hace caja", afirmó.
Cardona insistió en que no es para que "sobre dinero", sino para "que la canasta de energéticos se equilibren entre sí". "Es lo que necesitamos para que pueda solventarse el subsidio del supergás. Va destinado a pagar el subsidio al supergás. Entre otras cosas para no subir la garrafa. Porque si trasladáramos el PPI de manera directa, la garrafa de 13 kilos debería subir 156 pesos por garrafa", dijo.
Por su parte, el ministro de Economía Oddone explicó los "topes" que regirán. Aseguró que esto formaba parte de los "criterios no reglados" que ya regían y que se basaban en que la volatilidad de los precios de los combustibles no podía trasladarse "enteramente" al precio al consumidor.
La intención de las nuevas autoridades, entonces, es "hacerlo explícito" para que la población haga un "seguimiento".
De esta manera, explicó que toda variación de los precios que se dé en el rango de -7% y 7% marcará que los precios se ajusten en línea con la referencia.
Si la variación está entre -21% y -7%, entonces el precio se ajustará a -7%. Y si la variación está entre 7% y 21%, entonces el ajuste será de 7%. Esos serán los topes en cada caso.