La situación de las personas sin hogar en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas c ontinúa siendo crítica. Vinculada directamente a la crisis habitacional que atraviesa la capital española.
Más de 400 personas duermen cada noche en sus instalaciones, muchas de ellas trabajadoras empadronadas en Madrid que, pese a tener ingresos, no pueden acceder a una vivienda digna debido al alto coste del alquiler.
La problemática, que se multiplico durante los últimos meses, derivó en un aumento de la presión política y social. La empresa pública AENA puso en marcha controles nocturnos en las terminales, restringiendo el entre las 21:00 y las 05:00 horas exclusivamente a pasajeros con tarjeta de embarque o justificante válido.
Como consecuencia, muchas personas sin hogar se desplazaron al aparcamiento de la Terminal 4, buscando un refugio alternativo.
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Almeida, en el centro de la polémica
Durante el último Pleno de Cibeles, la concejala de Más Madrid, Pilar Sánchez, denunció que una de cada tres personas que pernoctan en Barajas tienen empleo, pero aun así no logran acceder a una vivienda. “Es una salvajada”, sentenció. Sánchez acusó al alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, de utilizar la situación como arma política contra el presidente Pedro Sánchez y no asumir las competencias sociales que le corresponden al Ayuntamiento.
“Decir que rechazan recursos es vomitivo y deben pedir perdón”, declaró la edil, quien exigió la creación urgente de 500 plazas de acogida y la contratación de más personal especializado.
Además, desmintió que la mayoría de los afectados sean solicitantes de asilo. Según datos de Cáritas, el 50 % están empadronados en la ciudad y el 33 % tienen empleo, aunque no logran cubrir los costes de alquiler, que se sitúan entre los más altos del país.
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Medidas insuficientes y listas de espera
El Ayuntamiento, en tanto, asegura haber ofrecido alojamiento a 105 personas, aunque ite que no puede obligar a nadie a aceptar ayuda. Sin embargo, según denuncias de la oposición y entidades sociales, la lista de espera para acceder a recursos municipales puede superar el año, especialmente en centros como el de San Blas.
En respuesta a la crisis, AENA acordó con el Consistorio que una entidad social actúe como intermediaria para identificar y asistir a las personas sin hogar, aunque sin un seguimiento personalizado la medida resulta insuficiente para muchos expertos.
FUENTE: Europa Press
