Cada día, miles de microplásticos se sientan cada día a la mesa de muchas familias que los consumen dentro de los ultraprocesados que, lejos de alimentar, presentan un grave peligro para la salud mental.
De acuerdo a diferentes estudios, se ha comprobado que los microplásticos presentes en alimentos ultraprocesados y que se acumulan en el cerebro en "cantidades alarmantes" constituyen un peligro oculto que podría estar contribuyendo "potencialmente" al aumento global de trastornos de salud mental como depresión, demencia y ansiedad, advierten cuatro estudios publicados este martes en la revista Brain Medicine.
¿Qué son los microplásticos y cómo afectan al cerebro?
Estas partículas diminutas —menos de 5 milímetros— se desprenden del plástico al degradarse y, silenciosamente, se incorporan a nuestra dieta, especialmente a través de alimentos ultraprocesados. Lo alarmante es que estas partículas logran acumularse en el cerebro humano, afectando la salud mental a través de "múltiples vías biológicas interconectadas".
La portada de la revista ilustra este riesgo invisible: un cerebro humano salpicado de coloridas partículas junto a una cuchara de plástico, que simboliza la inquietante realidad de que nuestros cerebros contienen aproximadamente "una cucharada" de material microplástico.
Alimentos ultraprocesados: la fuente oculta de contaminación
Los primeros dos estudios, firmados por expertos de universidades internacionales, proponen una hipótesis innovadora que conecta "el consumo de alimentos ultraprocesados, la exposición a microplásticos y los resultados en salud mental".
Nicholas Fabiano alerta: "Estamos viendo evidencia convergente que debería preocuparnos. Los alimentos ultraprocesados ahora suponen más del 50% de la ingesta energética en países como Estados Unidos, Los alimentos ultraprocesados ahora suponen más del 50% de la ingesta energética en países como Estados Unidos,
y estos alimentos contienen concentraciones significativamente más altas de microplásticos que los alimentos integrales. Hallazgos recientes muestran que estas partículas pueden atravesar la barrera hematoencefálica y acumularse en cantidades alarmantes". estas partículas pueden atravesar la barrera hematoencefálica y acumularse en cantidades alarmantes".
Además, datos revelan que alimentos como los nuggets de pollo contienen "30 veces más microplásticos por gramo que las pechugas de pollo naturales", evidenciando el impacto oculto del procesamiento industrial.
Mecanismos biológicos: un daño silencioso pero profundo
Wolfgang Marx destaca que "esta hipótesis es particularmente convincente porque vemos una superposición notable en los mecanismos biológicos".
Explica que "los alimentos ultraprocesados se han vinculado a salud mental adversa a través de inflamación, estrés oxidativo, epigenética, disfunción mitocondrial y alteraciones en los sistemas de neurotransmisores. Los microplásticos parecen operar a través de vías notablemente similares".
Este daño silencioso, oculto en lo cotidiano, podría estar en el centro de la creciente crisis global de salud mental.
¿Cómo eliminar los microplásticos del cuerpo?
Un tercer estudio explora la técnica de aféresis terapéutica —filtrado extracorpóreo de la sangre— como una posible vía para eliminar los microplásticos acumulados en el cuerpo. Aunque reconocen que "se necesita mucha más investigación", los científicos creen que podría ser una herramienta clave para combatir este peligro oculto.
Stefan Bornstein subraya: "Si bien necesitamos reducir nuestra exposición a los microplásticos a través de mejores elecciones alimentarias y alternativas de envasado, también necesitamos investigación sobre cómo eliminar estas partículas del cuerpo humano".
Una alerta que debe cambiar nuestra forma de pensar
El editorial titulado "La calamidad de una cuchara de plástico en tu cerebro", firmado por Ma-Li Wong, invita a un cambio de paradigma.
Se necesitan medidas urgentes
Aunque se necesita más investigación, los autores insisten en que ya hay evidencia suficiente para actuar: reducir el consumo de alimentos ultraprocesados y desarrollar tecnologías para detectar y eliminar microplásticos del cuerpo.
Fabiano concluye con una advertencia clara: "A medida que los niveles de alimentos ultraprocesados, microplásticos y resultados adversos para la salud mental aumentan simultáneamente, "A medida que los niveles de alimentos ultraprocesados, microplásticos y resultados adversos para la salud mental aumentan simultáneamente,
es imperativo que investiguemos más a fondo esta posible asociación. Después de todo, somos lo que comemos".
