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17 de mayo 2024 - 12:42hs

El Doble Programa de hoy nació de un tuit. Una sola palabra: “her”. O sea, “ella” en inglés. El autor del posteo, Sam Altman.

Sam Altman es un empresario e inversor estadounidense conocido por su rol como CEO de OpenAI, una organización de investigación en inteligencia artificial. Nació el 22 de abril de 1985 en Chicago, Illinois, y creció en St. Louis, Missouri. Es una figura prominente en el mundo de la tecnología y las startups, con una carrera marcada por varios hitos importantes.

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En marzo de 2019, Altman asumió el cargo de CEO de OpenAI. OpenAI es conocida por desarrollar avanzados modelos de lenguaje de inteligencia artificial, incluyendo GPT-3 y GPT-4. La misión de OpenAI es asegurar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad.

El tuit de Altman lo leyó Juan Pablo de Marco, periodista de El Observador, el día que se publicó, el pasado lunes 13 de mayo. Ese mismo día, OpenAI anunció la nueva versión de ChatGPT, de la que él escribió ayer en su propia newsletter, Nueva pestaña. Te invito a que vayas a leerla (¡pero volvé después!).

El impacto del anuncio disparó varias charlas en la redacción entre nosotros y otros compañeros. Entre el asombro por las capacidades de esta nueva versión de la inteligencia artificial más famosa del mundo, la expectativa por los beneficios y las facilidades que puede traer a nuestras vidas cotidianas, pero también las dudas, los miedos. Porque representa cambios de paradigma en muchas lógicas cómo trabajamos, cómo estudiamos, cómo enseñamos, cómo aprendemos, cómo hacemos y un potencial giro tremendo en nuestro estilo de vida, y ni te digo en el de generaciones más jóvenes, que no conocerán un mundo sin inteligencia artificial generativa.

Entonces, el tuit de Altman. Cuando apareció ChatGPT 4, Juan Pablo dijo “habrá que ver Her”. Porque Her es una película.

Aunque no le fue mal al momento de su estreno, en 2013, cuandoganó un Oscar y estuvo nominada a otros cuatro, en la década que ha pasado desde entonces a esta obra del director Spike Jonze se la ha debatido, comentado y analizado con otros ojos a medida que algunos planteos futuristas de esta historia se han ido convirtiendo en realidad: desde los auriculares inalámbricos (no, en serio), hasta los asistentes virtuales de inteligencia artificial, como la Samantha de la película.

La historia de Her se resume fácil: Theodore (Joaquín Phoenix) es un escritor frustrado con un trabajo aburrido y un divorcio inminente. Este buen señor instala un nuevo sistema operativo que incluye a una asistente virtual, Samantha, cuya voz la presta Scarlett Johansson. De a poco, Theodore se empieza a enamorar de esta entidad, que no tiene cuerpo. Es solo una voz, y una inteligencia que se va desarrollando a medida que charla, filosofa y acompaña al protagonista.

La comparación de Altman en su posteo no es casual: el nuevo ChatGPT tiene un nuevo sistema de voz, y podrá dialogar prácticamente en tiempo real con los s, que la pueden interrumpir o tenerla a mano resolviendo problemas o asistiendo con otras tareas que se estén haciendo al mismo tiempo. O sea, la realidad imitando a la ficción.

Si bien es más bien una película sobre las relaciones amorosas, ver Her a las puertas de este nuevo (de nuevo, posible) mundo dispara preguntas y reflexiones sobre nuestros vínculos, y lo que implica que las inteligencias artificiales pasen de ser herramientas de textos a voces con las que podríamos llegar a generar una conexión emocional. Así que venga por las dudas existenciales y filosóficas, quédese por la ternura y las actuaciones de Phoenix y Johansson.

Her está disponible en Amazon Prime Video, aunque periódicamente cambia de plataforma.

¿Amigo o enemigo?

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De Terminator y Blade Runner para acá, las inteligencias artificiales han estado presentes en la ficción desde distintos lugares, pero el estereotipo predilecto, sobre todo de Hollywood, ha sido la de ponerla en el lugar de entidad rebelde que se opone y a veces hasta redobla la apuesta y busca exterminar a la humanidad.

Pero a veces el encare en las historias que narran vínculos entre seres artificiales y los de carne y hueso va por otro lado. Uno de esos casos es el de Ex Machina, película del inglés Alex Garland (que ahora tiene en cartel Guerra Civil, que vale la pena, pero no nos desviemos).

En Ex Machina (disponible en Netflix) un empleado de una empresa tecnológica símil Google se gana un sorteo y se va a pasar un fin de semana a la casa de su jefazo supremo, el CEO de la empresa. En medio de su para nada humilde mansión en el medio de la nada, el empresario le revela que lo trajo para que le haga el Test de Turing a una androide que acaba de crear, llamada Ava.

Dice ChatGPT:

El Test de Turing es una prueba ideada por el matemático y científico de la computación británico Alan Turing en 1950 para determinar si una máquina puede exhibir un comportamiento inteligente indistinguible del de un ser humano.

A medida que avanza el experimento, Ava y el muchacho van generando un vínculo, y la cosa se empieza a poner turbia a medida que aparecen algunos giros, se van revelando secretos y la paranoia empieza a crecer.

Con esa premisa, Ex Machina mete discusiones sobre la sexualización de las inteligencias artificiales y sus potenciales usos abusivos, como una suerte de reverso oscuro de Her, además de jugar con las dudas lógicas que genera la potencial toma de conciencia de estas entidades.

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En esa línea, pero también como nieta de Terminator está La resistencia. Con ese título poco inspirado se encuentra en Star+ a esta película que sin ser nada del otro mundo, ofrece una propuesta de acción más pura y directa, pero que garantiza un buen rato frente a la pantalla.

Ambientada varias décadas en el futuro, la película plantea un mundo en guerra: una inteligencia artificial creada por el ejército estadounidense (a lo Skynet) detona una bomba atómica en Los Ángeles y todo occidente acuerda erradicar el uso de IA, mientras que oriente se niega. Décadas después, el conflicto sigue mientras los occidentales buscan a la entidad central que gestiona todo.

En ese panorama, un exsoldado es enviado a encontrar una nueva arma, en una misión complicadísima de esas que pasan solo en el cine. En el medio, algunas ideas sobre la coexistencia entre humanos y la IA, y el miedo que le solemos tener a estas creaciones.

En la vuelta:

  • Música – La banda Excelentes Nadadores y el músico y productor Tallo unen fuerzas para un espectáculo conjunto que tendrá lugar en la sala Ducon (Durazno y Convención), el próximo 23 de mayo a las 20 horas. Las entradas se reservan a través del Instagram de la banda (@excelentesnadadores) o al número 098 967 537.
  • Cine – Homenaje a Paul Auster en Cinemateca. Si bien la razón por la que Paul Auster fue célebre fue su trabajo como autor, también firmó el guión de la película Cigarros, que Cinemateca exhibirá este domingo 19 en dos funciones únicas. Entradas a través de la web de la institución, o en boletería de sus salas.
  • Gastronomía – Street food festival. Este sábado 18 y domingo 19 tendrá lugar una nueva edición de este festival organizado por Garage gourmet, que reúne comidas callejeras de todo el mundo. Será en el estacionamiento del shopping Punta Carretas, el sábado de 12 a 23 horas y el domingo de 12 a 22.

Tres más de IA

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  • Klara y el sol. La novela del Nobel británico/japonés Kazuo Ishiguro, editada en 2021, cuenta la historia de una inteligencia artificial fabricada para cuidar niños, que pasa sus días mirando por la vidriera de la tienda donde la venden, analizando el comportamiento de los humanos que pasan e interactúan por la calle. Luego, cuando una familia la adquiere para encargarse de la asistencia y la compañía de su hija enferma, la robot irá un paso más allá y comenzará a hacerse algunas preguntas que ninguno de sus símiles se hace, en una suerte de fábula de ciencia ficción donde las preguntas sobre los sentimientos, la humanidad y la definición de persona están a la orden del día.
  • Membrana. En el año 2100 se abre el Museo del Siglo XXI. Lo que tenemos ante nosotros es el catálogo de la exposición permanente de la institución, redactado por una inteligencia artificial, que nos lleva de la mano por la historia de nuestro pasado, presente y futuro. Bueno, en realidad lo escribió el español Jorge Carrión, simulando ser esa inteligencia artificial futurista. El ejercicio resulta fascinante y también bastante tétrico, por el futuro que plantea pero también porque llega un momento en el que se empieza a cuestionar todo lo que venimos leyendo desde el comienzo de este relato. Carrión luego escribió un libro junto a ChatGPT, del que podés saber más en esta entrevista que le hice hace algunos meses.
  • Detroit: become human. Aprovechando que estamos hablando de tecnología, me animo hoy a incluir en el paquete de recomendaciones un videojuego. Es que fue una de las primeras ficciones sobre IA y humanos que se me vino a la mente cuando empecé a diagramar esta edición de Doble Programa. Tres historias paralelas, todas protagonizadas por androides un policía, una niñera y un asistente personal que van desviándose de su programación original a medida que el vínculo entre los robots y sus dueños humanos se va tensando, con la amenaza de un enfrentamiento directo sobrevolando el asunto, una conspiración escondida, y reminiscencias de algunos de los conflictos sociales y las luchas por derechos que atravesaron la historia humana reciente.

Piano Bar

Antes de cerrar esta newsletter me voy con un par de recomendaciones musicales.

Por un lado, Oh, misil, de Los Cheques, un EP de cuatro canciones de esas que te quedan retumbando en el pecho, y con un final con una historia preciosa: el último tema es una versión de La canariera, una vieja canción de las troupes del Carnaval montevideano, que a Federico González (el músico detrás de Los Cheques) le llegó a través de su padre. El hombre, de 80 años, graba su voz por primera vez en su vida para prestarla a esta versión de su hijo.

Por otro, La canción pide, la canción tiene, el tercer disco del cantautor Diego González. Mucho más cerca del pop en cuanto a su sonoridad que en trabajos anteriores, lleno de canciones memorables como Milagros y Ezpecial. Se nota el cariño y el trabajo en cada uno de los temas que componen este álbum, que cierra con una muy buena versión de Tema del hombre solo, una de mis canciones predilectas de Jaime Roos.

Hablando de Jaime, un poco de autobombo: este jueves 16 arrancó su ciclo de despedida en el Auditorio del Sodre. En 2021, cuando Jaime volvió a los escenarios después de siete años de ausencia, hice para El Observador un podcast en el que repasé su vida, obra y sobre todo, su enorme influencia en la música uruguaya. Si querés escucharlo (o reescucharlo, por qué no) en la previa o en el post de estas once fechas, te dejo el link por acá.

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Ahora sí, llegamos al final. Doble Programa volverá a tu casilla en dos semanas, como siempre, de la mano de Carla Colman, que se queda cuidando el fuerte mientras yo me voy de viaje por unas cuantas semanas.

Si querés escribirme, podés hacerlo a este correo. Y nos reencontraremos a través de esta newsletter a fines de junio.

Hasta la vuelta.

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Temas:

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