Marzo, el Mes de la Mujer, es una oportunidad para reflexionar sobre el papel crítico que desempeñan las mujeres en nuestras economías y sociedades. Sin embargo, también es un recordatorio de los desafíos que aún enfrentan, especialmente en América Latina y en la diáspora latina en Estados Unidos.
A pesar de su capacidad comprobada para generar crecimiento y oportunidades, las mujeres latinas siguen siendo subestimadas y subfinanciadas. Invertir en ellas no es solo una cuestión de equidad, sino un imperativo económico que puede transformar mercados enteros.
Las cifras hablan por sí solas. Las mujeres son responsables del 70-80% de las decisiones de compra a nivel global y, en América Latina, representan el 45% de la fuerza laboral. Además, las empresas lideradas por mujeres en la región han demostrado ser altamente rentables: un estudio de McKinsey indica que las compañías con mayor diversidad de género pueden generar hasta un 25% más de rentabilidad que aquellas que no la tienen.
Sin embargo, cuando se trata de a financiamiento, la brecha es alarmante. De acuerdo con datos de LAVCA (Latin American Venture Capital Association), solo el 5% del capital de riesgo en América Latina se destina a startups fundadas exclusivamente por mujeres.
Cuando las mujeres prosperan, las economías prosperan. Según el Banco Mundial, cerrar la brecha de género en la participación laboral en América Latina podría agregar hasta 2,6 billones de dólares al PIB regional. Cuando las mujeres prosperan, las economías prosperan. Según el Banco Mundial, cerrar la brecha de género en la participación laboral en América Latina podría agregar hasta 2,6 billones de dólares al PIB regional.
En Estados Unidos, la situación no es mucho mejor: en 2023, apenas 2% del capital de riesgo fue invertido en mujeres fundadoras latinas. Esto, a pesar de que las empresas lideradas por mujeres tienden a generar mayor retorno por dólar invertido que aquellas dirigidas exclusivamente por hombres.
¿Por qué sigue existiendo esta disparidad? Existen múltiples factores estructurales que limitan el de las mujeres al capital y a las oportunidades de crecimiento. Entre ellos:
- Falta de representación en redes de inversión: las mujeres tienen menos a inversionistas, mentores y redes de financiamiento clave. Sin embargo, iniciativas como WeXChange, cofundada por Susana García-Robles, han surgido para cerrar esta brecha. WeXChange, una plataforma del Banco Interamericano de Desarrollo, conecta a mujeres emprendedoras con mentores, inversionistas y otras empresarias.
- Sesgos inconscientes: las emprendedoras latinas enfrentan dudas constantes sobre su capacidad para liderar y escalar empresas.
- Desafíos culturales y de expectativas sociales: a muchas mujeres aún se les asignan roles de cuidado que dificultan su capacidad de asumir riesgos financieros y empresariales.
A esto se suma una falta de políticas públicas y programas de financiamiento diseñados para apoyar el crecimiento de empresas lideradas por mujeres. La mayoría de los programas existentes no están adaptados a las realidades de las emprendedoras en la región.
Sin embargo, diversas organizaciones y líderes están trabajando para cambiar esta situación:
- Marta Cruz, cofundadora de WeInvest, ha impulsado una red de inversionistas mujeres para aumentar el capital disponible para emprendedoras.
- Gretel Perera, cofundadora y presidenta de L500, ha creado una red privada de ejecutivas latinas que promueve el a oportunidades para mujeres en posiciones de liderazgo.
- Rocío Medina van Nierop, cofundadora y CEO de Latinas in Tech, ha desarrollado una plataforma que apoya el crecimiento de latinas en tecnología y negocios digitales.
- Alessandra Zonari y Carolina Reis, emprendedoras destacadas en Brasil, han demostrado que las startups lideradas por mujeres pueden competir a nivel global y atraer inversión significativa.
Cuando las mujeres prosperan, las economías prosperan. Según el Banco Mundial, cerrar la brecha de género en la participación laboral en América Latina podría agregar hasta 2,6 billones de dólares al PIB regional.
En Estados Unidos, las latinas son el grupo demográfico de empresarias que más rápido está creciendo, con un aumento del 87% en la última década en la creación de negocios.
Invertir en mujeres no solo fortalece a las empresas que lideran, sino que también tiene un efecto multiplicador en sus comunidades. Se ha demostrado que las mujeres reinvierten hasta el 90% de sus ingresos en la educación, salud y bienestar de sus familias, creando un impacto de largo plazo en la reducción de la pobreza y la mejora de la calidad de vida.
Socorro Manzano dueña de Tacos Manzano - Foto por Jessica Pons.jpg
El rol del capital y la urgencia de actuar
El sector de inversión, desde fondos de venture capital hasta instituciones financieras, tiene la responsabilidad de ser parte del cambio. Algunas estrategias clave incluyen:
- Aumentar la inversión en fondos liderados por mujeres: los fondos de inversión con mujeres en posiciones de liderazgo tienen dos veces más probabilidades de invertir en startups fundadas por mujeres.
- Crear programas de financiamiento adaptados: se necesitan productos financieros que consideren las barreras específicas que enfrentan las mujeres latinas emprendedoras.
- Incluir a más mujeres en los procesos de toma de decisiones: desde juntas directivas hasta comités de inversión, la diversidad en liderazgo es clave para cambiar la dinámica del financiamiento.
- Fomentar redes de apoyo y mentoría: conectar a mujeres emprendedoras con inversionistas y líderes del sector puede generar oportunidades transformadoras.
Más que una opción, es una necesidad
No podemos seguir ignorando el potencial de las mujeres latinas en América Latina y en Estados Unidos. Invertir en ellas es invertir en el futuro de nuestras economías.
El llamado es claro: los inversionistas, el sector público y la comunidad empresarial deben comprometerse a cerrar la brecha de financiamiento y a crear un ecosistema que impulse el liderazgo femenino.
El talento ya está ahí. Lo que falta es la voluntad de apostar por él. ¡Yo sí estoy dispuesta a apostar en ellas!