El resultado de las elecciones nacionales dejó en claro que, ganara quien ganara en noviembre, el Parlamento iba a ser un foco de tensión y negociación permanente. Porque se trata del primero sin mayorías de los últimos 20 años y donde se define buena parte de la suerte del Poder Ejecutivo.
Y, hasta ahora, las noticias que vienen desde el Palacio Legislativo no son positivas para Yamandú Orsi. Si bien fueron pocos los proyectos enviados por el gobierno, tuvo dos derrotas en las que no logró reunir las mayorías necesarias en la cámara baja y los proyectos que sí logró aprobar tenían puntos de continuidad con la gestión anterior o eran de segundo orden.
Incluso, en una votación menor (un homenaje a Raúl Sendic Antonaccio) no logró llegar a los 50 respaldos, pese a que había acordado con Identidad Soberana de Gustavo Salle, porque uno de sus legisladores no estaba en sala al momento de votar.
Proyecto a proyecto
El primer proyecto que logró aprobar el Parlamento fue el que liberaba fondos para el Casmu. Era una iniciativa que tenía puntos de continuidad con la intervención sin desplazamiento de autoridades definida por la istración de Luis Lacalle Pou. El texto fue aprobado con el respaldo de casi todos los partidos políticos tanto en el Senado como en Diputados.
Pero esa fue la única victoria del gobierno en el Parlamento. Al día siguiente la Cámara de Diputados rechazó el proyecto de ley por el que pretendía crear tres nuevos municipios antes de las elecciones departamentales. Se trataba de zonas en las que el Frente Amplio había ganado en las elecciones de octubre y de noviembre.
Y si bien casi todos los partidos estaban de acuerdo en crear los municipios –de hecho la ley los obligaba porque habían superado los 2.000 habitantes–, ninguno de los partidos de oposición prestó sus votos en Diputados para que se crearan antes de las elecciones departamentales que era el objetivo del proyecto.
Incluso, el Partido Nacional votó el proyecto en el Senado –donde el Frente Amplio tiene mayoría y no precisaba de la oposición– pero en Diputados cambió de posición y no acompañó. Solo el diputado blanco de Rocha, Jorge Méndez (suplente del intendente electo Alejo Umpiérrez) acompañó el texto pero faltó otro voto para llegar a los 50 necesarios.
La otra victoria que consiguió la coalición en Diputados fue en la votación por la reforma y rescate de la Caja de Profesionales. El texto enviado por el Poder Ejecutivo planteaba que el salvataje fuera financiado por el Estado (a través de rentas generales y del ajuste de los timbres), por los afiliados con un aumento de los aportes y por los jubilados profesionales con un impuesto.
Sin embargo, la coalición acordó con Identidad Soberana y Gustavo y Nicolle Salle se retiraron al momento de votar el financiamiento. De esa forma, el bloque opositor hizo valer sus 49 votos contra los 48 que tiene el Frente Amplio. Entonces, el rescate de la Caja de Profesionales aprobado por Diputados no aumenta la carga para los activos ni pone impuesto a los jubilados. Como contrapartida, el aporte del Estado es mayor que el que planteaba el gobierno.
De todos modos, este es un proyecto que todavía está a estudio del Parlamento. Los senadores del FA están intentando llegar a un acuerdo con la oposición porque, de aprobarse con cambios en la cámara alta, deberá volver a Diputados que solo podrá aceptar o rechazar el proyecto en su totalidad.
Las dificultades
Uno de los temas que han manejado en el Frente Amplio es la dificultad que les genera negociar con Gustavo Salle. El líder de Identidad Soberana es un actor clave en Diputados ya que la coalición, hasta ahora, se ha movido mayoritariamente en bloque. Sin embargo, los legisladores frentistas no logran avanzar en negociaciones con Salle porque “no tiene una agenda”.
El mediático abogado, dicen en el FA, no tiene iniciativas concretas que le interese impulsar. Y eso hace difícil la negociación, porque no hay temas sobre los cuáles discutir para ver si se puede llegar a un acuerdo o no.
El discurso antisistema de Identidad Soberana no se traduce en proyectos concretos.
Con Cabildo Abierto, sin embargo, es distinto. Los liderados por Guido Manini Ríos tienen intereses particulares e iniciativas que les gustaría que sean aprobadas. Eso permite un intercambio para intentar llegar a puntos en común.
Optimismo
Y esos intereses de Cabildo Abierto generan cierto optimismo en el oficialismo para buscar las mayorías necesarias para aprobar el Presupuesto. Ya a principios de abril el diputado cabildante Álvaro Perrone le declaró a Búsqueda que ellos estaban afín a votar el proyecto “en general” con algunos planteamientos.
Durante la anterior legislatura el partido liderado por Guido Manini Ríos presentó una serie de iniciativas que no pudo llevar adelante porque ni sus compañeros de la coalición ni el Frente Amplio le prestaron sus votos. Sin embargo, hay algunos temas en los que en el oficialismo entienden que pueden llegar a puntos en común.
Uno de ellos es la usura y la situación de los cientos de miles de uruguayos que están en el clearing. Cabildo impulsó una recolección de firmas para llevar el tema a un plebiscito pero no llegó al mínimo necesario.
