La exvicepresidenta Lucía Topolansky habló por primera vez tras la muerte de su esposo, el expresidente José Mujica, en una entrevista para el programa Nada Que Perder (M24), en la que se refirió a las distintas "tareas" y "preocupaciones" que dejó el exmandatario y sobre los recuerdos que le quedaron de su despedida pública.
Topolansky valoró que la ceremonia para despedir a "Pepe" el 14 de mayo, con una caravana que fue de la Plaza Independencia al Palacio Legislativo, donde su cuerpo fue velado por dos días, fue "una cosa enorme".
"Uno podía imaginar una despedida grande porque uno veía en el correr de los años de militancia lo que él convocaba, pero después esto desbordó. Uno tiene que tomar un poco más de perspectiva", expresó la exvicepresidenta, quien aclaró que tiene las "impresiones básicas" de esas jornadas.
Recordó ver desde "gente muy humilde hasta gente importante del país", de "todo el arco político", y "gente que vino del extranjero". Luego rememoró los "detalles", como un niño que dejó una "pelota de fútbol" como ofrenda, una de las cosas "más importantes" para los jóvenes, o "una señora que cantó algo hermoso, con un gran sentimiento" durante el velorio en el Palacio.
"Me di cuenta que la gente puso una escucha profunda, escuchó con mucha atención. Todo ese arco de manifestaciones, que era de lo más variopinto, no se puede asimilar en cuatro días", agregó.
Además, cuando se despidió del programa Topolansky declaró: "En el mismo lugar que le tomé juramento como presidente (a Mujica), algo único en la historia del país, lo despedí. El que tenga buena pluma o sea un poeta puede entender la simbología de esto. Son cosas que se te vienen todas juntas a la cabeza".
Las tareas y preocupaciones que dejó Mujica
Topolansky fue consultada sobre las "tareas" que Mujica dejó a sus allegados, como contó el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, tras la muerte del expresidente .
En ese sentido, la exvicepresidenta se refirió a distintas "preocupaciones" que Mujica dejó planteadas. "Siempre dijo desde tiempo inmemorial que el mejor dirigente era el que dejaba una barra que lo superara con ventaja. Eso era como una obsesión, construir una generación (...). No creía en los imprescindibles ni en los legados, sino en la necesidad de generar continuidad a las causas", marcó en primer lugar.
En ese sentido, recordó que el día que el MPP se convirtió en "la lista más votada de la historia del país" en las elecciones nacionales del pasado más de octubre, Mujica dijo: "Este es el mejor regalo", porque "detrás de eso había una cantidad de militantes de todo el arco que juntos formaron esa barra, que no es nada sencillo de construir".
"Suele pasar que cuando desaparece una figura política queda el agujero, o a la sombra de esa persona no crece el pasto. Esa era la enorme preocupación y la enorme tarea", continuó.
Luego, Topolansky indicó que Mujica estaba "obsesionado con la amplitud" y "no cerrar la puerta a nadie". En esa línea, puntualizó que el último caso fue el de Blanca Rodríguez, y valoró que "Pepe" asistió a su presentación. "Salió ese mediodía del hospital y en la tarde fue a la Huella porque quería estar presente".
Para Lucía, Rodríguez no era una persona que se amoldara al "rito clásico" de llegar a las esferas altas de la política creciendo desde abajo en un sector, pero Mujica "captó que había una persona con todas las capacidades y dijo 'tenemos que darle la oportunidad'", que además era darle "una oportunidad al país, a la política del país". "Fue polémico y él lo sabía, pero él lo hizo", enfatizó.
El tercer punto era "la integración latinoamericana": "Él decía que estábamos en un continente balcanizado. Somos el 6% de la población del mundo, pusimos el 30% de los muertos de la pandemia, y los presidentes no hicieron ni por zoom una conversación para juntarse, comprar las vacunas en conjunto, o decir a las farmacéuticas 'ponés la vacuna o no pisás más el continente', como se negocia en esos casos".
A Mujica siempre le preocupó "como un continente con la biodiversidad más grande, con enormes posibilidades, está tan desarmado que es incapaz de defenderse de cosas pequeñas, en un mundo que no va a tener piedad contigo".
El expresidente tenía un ojo puesto en la ganadería, ya que entendía que "para poder desarrollar distintas políticas había que crecer, y que este país había sido desde sus inicios un país ganadero".
También había "incorporado" a sus discusiones "el nuevo mundo de la informática y la inteligencia artificial", aunque Topolansky aclaró que "reconocía sus límites" en la materia. "Para la gente que nació en el siglo anterior nos cuesta un disparate", ironizó.
Por último, la exvicepresidenta aseguró que su esposo "le daba muchísima importancia a la descentralización" del país, y recordó que en la última campaña asistió a un evento en Florida junto a Orsi y el intendente de Durazno, Carmelo Vidalín, para "hablar de ese enorme potencial que tiene el Congreso de Intendentes".
"No se le ha dado la importancia que debe de tener en la descentralización y la participación real del ciudadano", lamentó Topolansky, que rememoró que durante su presidencia Mujica "invitó más de una vez a Anchorena" al Congreso.
"Pacha" Sánchez, un posible sucesor "evidente" de Orsi
En el programa de M24 los periodistas le recordaron a Topolansky que en la reedición del libro Una oveja negra al poder de Andrés Danza y Ernesto Tulbovitz, se adelantó que se publicará una entrevista a Mujica realizada en sus últimos días en la que dijo que veía al secretario de Presidencia, Alejandro "Pacha" Sánchez, como un sucesor de Orsi.
Consultada sobre estas declaraciones, la exvicepresidenta aclaró que no estuvo presente en esa entrevista pero remarcó que "es bastante evidente" que Sánchez es un candidato a suceder al presidente.
"Si nosotros vemos su actuación parlamentaria y dentro del grupo político, y su trayectoria, y después todo lo que está haciendo de apoyo al presidente y al Poder Ejecutivo, muestra las condiciones que tiene. He oído los comentarios de la gente más variada en ese sentido, por eso me parece que ahí tenemos un valor", relató.
De todas formas, Topolansky cree que "es bueno que haya un abanico" de posibles candidatos, porque "la vida después decide por vos".