Uno de cada tres ingresos a las intendencias el año pasado fueron por designación directa. En total, si se suman los 19 gobiernos departamentales, hubo 2.032 contratos laborales que se firmaron a dedo, sin concurso ni sorteo, según los datos procesados por El Observador a partir de lo informado por la Oficina Nacional del Servicio Civil en la Rendición de Cuentas.
Pero la proporción es dispar según cada intendencia y de hecho es bastante mayor si se quitan del medio a las cuatro comunas que menos designaciones directas hicieron: Flores, Montevideo, Canelones y Maldonado. Sin contar a estos departamentos –que hacen descender significativamente el promedio nacional–, se observa que el 59% de las altas de funcionarios a intendencias fueron por designación directa.
Una vez más, al fijar la lupa sobre algunos gobiernos departamentales, hay porcentajes más pronunciados que otros. Casi todas las contrataciones en las intendencias de Cerro Largo, Río Negro y Rivera durante el año pasado fueron a dedo. En esta última, todos los 24 nuevos ingresos fueron sin concurso o sorteo.
En Artigas, Lavalleja y Rocha los ingresos directos fueron ocho de cada diez, o más. En Durazno y Treinta y Tres fueron, en ambos casos, el 73%.
La proporción es similar a la registrada durante el 2023. En este caso se suma que todas las designaciones en cuestión coincidieron con un año en que el Parlamento llevó a votación un proyecto de ley del difunto senador colorado Adrián Peña para obligar a que a partir de ahora los ingresos a las intendencias sean por concurso o sorteo.
Con una nueva legislatura iniciada, el Frente Amplio, el Partido Colorado, Cabildo Abierto, el Partido Independiente y algunos integrantes del Partido Nacional volvieron a juntar fuerzas en la Cámara de Diputados para reflotar las restricciones a las designaciones directas. El proyecto depende ahora del Senado.
