El Congreso de la Nación se convierte poco a poco en un lugar hostil para las aspiraciones libertarias. Con cinco meses de gestión sobre sus espaladas el oficialismo aún no logró sacar las normas que apuntalen su plan de Gobierno de Javier Milei.
Los acuerdos puntuales entre Unión por la Patria y un sector de la UCR parecen empezar a fluir de manera pausada. La angosta avenida del medio que interpreta Miguel Ángel Pichetto marca el compás del andar parlamentario. La fragilidad parlamentaria de La Libertad Avanza queda a la vista. La falta de volumen político para asegurar los acuerdos por parte del oficialismo hacen estragos con los proyectos que llegan del Ejecutivo.
“Ojalá sea el comienzo de algo, pero lo dudo”, disparó sin miramientos el excanciller y actual diputado de Unión por la Patria, Santiago Cafiero, que todavía ve lejana la construcción de una agenda propia por parte del Congreso. Sin embargo, el quorum logrado en Diputados contra la voluntad del PRO y del oficialismo para garantizar los fondos de las universidades nacionales da cuenta de un proceso que empieza a repetirse.
Los puntos en común contra los proyectos de Javier Milei
Los hechos son sagrados, las interpretaciones libres. En ese marco, el recuento de victorias opositoras construidas con mayorías efímeras se reitera. El freno a la versión original de la ley bases en Diputados, la dilación en la sanción de las normas en el Senado que terminaron por voltear el Pacto de Mayo, el rechazo al DNU en el Senado, el dictamen de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja para modificar la fórmula de movilidad jubilatoria son síntomas de un Congreso que le pone límites a Javier Milei.
“Los tiempos ya no importan, no hay urgencia porque no hay Pacto de Mayo”, explican desde el bloque libertario en el Senado. Sin embargo, la realidad parece ser otra. La imposibilidad de avanzar sin ceder cuestiones nodales marca el pulso de las negociaciones.
En Casa Rosada van un poco más allá. También se toman los traspiés con calma y piensan, con la mirada puesta en los estudios de opinión pública, en el 2025. No son pocos los referentes del Gobierno que comienzan a hablar del recambio legislativo y de la posibilidad de trabajar con otra composición del Congreso. Por eso la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, recorre el país construyendo el sello de su partido distrito por distrito.
La UCR y Unión por la Patria, juntos en el Congreso
Por ahora, la lógica que impera tiene que ver con una comunión entre Unión por la Patria y un sector de la UCR en los cuestionamientos en lo discursivo y votaciones divididas. La articulación es lábil. Desde la UCR y los bloques provinciales se niegan a seguir la agenda que marca el peronismo. Sin embargo, Unión por la Patria está dispuesto a ceder protagonismo y apoyar los cuestionamientos que surjan desde el partido centenarios o los bloques provinciales.
Así las cosas, como el último martes Unión por la Patria bajo al recinto de Diputados para darle quorum a la sesión pedida por el radical Rodrigo de Loredo y avanzar en el emplazamiento de la Comisiones para discutir el financiamiento de las universidades nacionales, ese mismo día en el Senado los dirigentes más cercanos al Kirchnerismo acompañaron el pedido de Lousteau para sumar nuevos invitados a la discusión del pacto fiscal y dilatar aún más la discusión.
En escenarios de mayorías circunstanciales y efímeras, los puntos en común entre el peronismo y un sector de la UCR empiezan a ser moneda corriente. La posibilidad de fortalecer es vinculo es directamente proporcional a la ineficacia del oficialismo para construir acuerdos solidos con la oposición.
