Después de un año y medio como presidente, hay dirigentes políticos, hay empresarios y hay periodistas que no terminan (no terminamos) de entender todavía el modo de ejercer el poder que tiene Javier Milei.
Apenas conocido el dato de su viaje a Europa y a Israel, hubo quienes apostaron a que el presidente argentino no pisaría España. Estaban equivocados.
Lo creían por el conflicto que arrastra el gobierno de Milei con el de Pedro Sánchez, y porque la última vez había suspendido un viaje a Madrid en el que iba a recibir un premio del llamado “Club de los Viernes”, una organización que promueve los postulados económicos de la derecha europea más ultraliberal, esa a la que el periodismo sanchista de España se entusiasma al llamarla ultraderecha.
Pero la intensa agenda internacional que Milei dio a conocer en la Argentina, que incluye reuniones cumbre con Giorgia Meloni (en Roma), con el cacheteado Emmanuel Macron (en Niza), con el flamante Papa León XIV (en el Vaticano) y con el primer ministro y el presidente de Israel (Benjamin Netanyahu e Isaac Herzog en Tel Aviv), se completa con dos visitas a Madrid. No una, dos visitas.
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No hay dudas de que a Javier Milei le gusta doblar las apuestas.
El presidente argentino hará dos incursiones en la capital de España: la primera entre el sábado 7 de junio y el domingo 8, para participar del Madrid Economic Forum, un evento con nombre muy parecido al del Davos Economic Forum, del que busca despegarse maltratando a la cita VIP de cada enero en los Alpes Suizos por demasiado woke.
En Davos fue donde Milei impactó al mundo, cuando expuso sus teorías libertarias y sus ataques al Estado de Bienestar en enero de 2024, apenas un mes después de haber asumido la presidencia.
Este año, ya mucho más conocido, Milei volvió a sorprender a un Davos dominado por el Banco Mundial y los organismos multilaterales de crédito con algunas referencias a la homosexualidad que dieron lugar a la polémica.
No tendrá, seguramente, esas fricciones con el foro económico madrileño, ubicado en una franja política bastante más conservadora.
Entre la economía y la política española
Entre los expositores del Madrid Economic Forum están el economista español Daniel Lacalle, duro polemista en la TV y en las redes españolas; y el también economista Juan Ramón Rallo. Ambos transitan carriles parecidos de la economía liberal a los que en estos años fue recorriendo Javier Milei.
En el sendero de la política, estarán en el encuentro de Madrid la ex alcaldesa de Madrid, Esperanza Aguirre, quien viene del Partido Popular y comparte con Milei la iración por Margaret Thatcher; el abogado catalán Albert Rivera, el fundador del partido Ciudadanos que llegó a ser tercera fuerza política en España y se diluyó tan rápidamente como había crecido; y el ex diputado de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, quien abandonó la formación de derecha extrema española por diferencias con la conducción de Santiago Abascal, el gran amigo y el que primero recibió a Milei en España cuando era un diputado solitario que parecía muy lejos de llegar a presidente.
Este último dato es políticamente interesante porque si bien Milei se siente más cerca de Vox que del Partido Popular en la derecha española, también mantiene buenos vínculos con dirigentes del PP como el que lo une a la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien el año pasado lo recibió para darle una medalla de la ciudad en la Puerta del Sol y ante un millar de simpatizantes que lo ovacionaron.
Son tiempos agitados en la política de España y este domingo, un rato antes de que Milei hable en el Madrid Forum, la cúpula del Partido Popular encabezada por su líder, Alberto Núñez Feijóo, por Díaz Ayuso y por el ascendente presidente de Andalucía, Juanma Moreno, hará un acto en la madrileña Plaza de España para arrinconar a un Pedro Sánchez que atraviesa una nueva sumatoria de escándalos bajo el lema “Mafia o Democracia”.
Siete años al borde del precipicio
Así de complicadas están las cosas para el socialista Sánchez, que tiene a su esposa investigada por tráfico de influencias y a su hermano que no pudo asumir un misterioso cargo estatal que le habían armado a medida.
Lleva siete años en el poder gracias a su habilidad para sortear los escándalos, pero una vez más el "Perro" Sánchez parece al borde del precipicio.
Hasta ahora, a Pedro Sánchez siempre lo había favorecido la negativa del Partido Popular y Vox a sumar fuerzas en la derecha española para hacerse con el gobierno de la Moncloa. Esa grieta parece estar más cerca de cerrarse en estos tiempos y, si eso sucede, las horas del Socialismo en el poder podrían terminarse de un momento para otro.
¿Volverá Javier Milei a cruzarse con Pedro Sánchez cuando pise Madrid?
Esa es la gran incógnita que recorre a quienes trabajan, a un lado y a otro del océano Atlantico, para recomponer la relación histórica entre España y la Argentina.
Mientras tanto, el presidente argentino completará su raid español con una nueva visita el fin de semana siguiente.
Asistirá a un encuentro de “El Club de los Viernes”, otro foro del liberalismo económico que le concederá el premio que no había podido darle hace unos meses. Y el sábado 14 de junio recibirá en la sede de la embajada argentina a empresarios de ambos países para explorar esta nueva etapa de la relación económica bilateral.
Claro que el momento clave de las dos visitas de Milei será este domingo, cuando se suba al escenario del Palacio Vistalegre y les hable durante 45 minutos a los españoles y argentinos que paguen entre 100 y 7500 euros para participar del foro.
Es una oportunidad que quizás les alcance hasta para sacarse una selfie con el presidente que quiere ganar las elecciones legislativas, poder legitimarse y empezar a pensar en la posibilidad de una reelección.
Ese examen de gobernabilidad terminará entre septiembre y octubre, cuando enfrente en las urnas a Cristina Kirchner y a la amenaza permanente del kirchnerismo.
Su batalla verbal con Pedro Sánchez. Su medalla madrileña en Puerta del Sol. Los premios de los clubes libertarios y hasta la maniobra de un ignoto diputado de la ultraizquierda en Murcia que pide que lo detengan a Milei y que lo metan preso. Nada es tibio en el universo Milei.
Se dijeron, se dicen y se dirán en estos días muchas cosas sobre el paso del presidente argentino por España.
Lo que no podrá decirse jamás de Milei es que su destino es el de pasar desapercibido.