A las puertas de una nueva convocatoria de la Prueba de a la Universidad (PAU), donde miles de jóvenes en toda España se enfrentan a días de estudio intenso, nervios y expectativas, es clave la alimentación.
En ese sentido, muchos jóvenes abusan de la cafeína, azúcares y bebidas energéticas en busca de un rendimiento exprés. Una práctica poco eficaz y hasta contraproducente. “Producen efectos verdaderamente negativos porque les sobreestimulan”, advierte Sergio Cook, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid.
En su lugar, la recomendación es optar por alimentos que potencien la memoria y prevengan la fatiga. El pescado azul, los frutos secos y semillas como la chía o el lino mejoran la velocidad mental. El chocolate negro, los huevos y los cereales integrales aportan energía sostenida al cerebro. El queso y las carnes magras también ayudan a mantener el tono físico y mental.
Todo ello debe acompañarse con al menos ocho horas de sueño diarias y algo de ejercicio físico o meditación, actividades que favorecen la estabilidad emocional.
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carne, pescado y conservas
Un calendario de estudio, la mejor herramienta
Organizar bien el tiempo es, según educadores y psicólogos consultados por EFE, el primer paso para reducir el estrés. La receta: un calendario estructurado, bloques de estudio de 45 minutos con descansos, y alternancia entre materias teóricas y prácticas.
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Además, recomiendan técnicas como estudiar en voz alta, elaborar esquemas o mapas conceptuales, y priorizar los contenidos clave. Mantener un entorno de estudio ordenado, sin distracciones ni móviles, también contribuye a una mejor concentración.
Conocer de antemano el centro donde se realizarán las pruebas ayuda a mitigar el nerviosismo. “Acercarse unos días antes al recinto permite controlar la distancia, tiempos de desplazamiento y familiarizarse con el entorno”, apuntan los expertos.
Cómo encarar el primer día
Lengua Castellana y Literatura será la primera prueba para la mayoría del alumnado. Psicólogos y docentes coinciden en que, una vez superado ese primer o con el examen, el miedo se reduce considerablemente.
Para ese día clave, se aconseja desayunar de forma equilibrada —con cereales, fruta, frutos secos, aguacate o huevos—, evitar la bollería, salir con antelación suficiente hacia el centro y llevar bolígrafos de sobra. Comenzar el examen por las preguntas más fáciles ayuda a ganar confianza.
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Durante los descansos entre pruebas, es útil consumir tentempiés ligeros como fruta o chocolate negro. Para la comida, platos a base de arroz, pasta o patata son recomendables por su aporte energético.
Y si los nervios bloquean la mente, un truco práctico del profesor Fernando Miralles, de la Universidad CEU San Pablo, puede ayudar: “Repasar la tabla de multiplicar para obligar al cerebro a pensar en otra cosa”.
En definitiva, estudiar con estrategia, alimentarse bien y mantener la calma son las claves para superar con éxito una prueba en la que, conviene recordarlo, nueve de cada diez estudiantes logran su objetivo.
FUENTE: EFE