La ciudad de Kennett, en Missouri, se encuentra en estado de alerta ante la inminente deportación de una de sus residentes, una migrante radicada en el distrito hace más de 20 años y que hoy se encuentra bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Oriunda de Hong Kong, Ming Li Hui, quien adoptó el nombre de Carol Mayorga al pisar suelo estadounidense de manera irregular, enfrenta un escenario de incertidumbre luego de que fuera detenida en abril tras acudir a lo que parecía ser una cita de inmigración de rutina en St. Louis.
Después de esperar casi siete horas, los agentes de ICE la demoraron, encadenaron y la transportaron por múltiples centros antes de confinarla a una de las cárceles del condado de Greene.
"El noventa y cinco por ciento de la gente aquí apoya a Trump, yo también, pero esto está mal", señaló Bud Garrison, un vecino de Kennett en diálogo con St. Louis Public Radio en el marco de un evento de recaudación de fondos para apoyar a Mayorga.
Los de la comunidad la describen como una madre dedicada y voluntaria frecuente, activa en su iglesia y en los equipos deportivos de sus hijos. Sin embargo, lo que parecía ser un típico estilo de vida americano, ahora no resultaría suficiente para evitar su deportación.
El condado de Dunklin, donde Kennett es la ciudad más grande, apoyó abrumadoramente al actual mandatario Donald Trump en 2016, 2020 y 2024. En las elecciones del año pasado, poco más del 80% de los votantes se volcaron a favor del regreso del magnate a la Casa Blanca.
"Es una persona única", remarcó Liridona Ramadani, propietaria de John's Waffle & Pancake House, firma que empleó a Mayorga hasta abril. "Es la madre más amable, trabajadora y dedicada que he conocido", insistió.
La mujer de 45 años apeló previamente su orden de deportación, instancia que no tuvo éxito. Su abogado Raymond Bolourtchi solicitó también una suspensión a la Junta de Apelaciones de Inmigración.
Según la información recapitulada por The New York Times, el gobierno considera que Hui no detenta un pasado intachable. En los registros judiciales, las autoridades declararon que llegó a Estados Unidos procedente de Hong Kong en febrero de 2004 y pagó 2.000 dólares a un ciudadano estadounidense para que contrajera un matrimonio simulado con ella alrededor de 2005.
"Esperaba que el matrimonio le permitiera obtener la residencia permanente y viajar a Hong Kong para ver a su abuela moribunda y regresar posteriormente a Estados Unidos", amplió el medio.
Desde la cárcel, Mayorga expresó su sorpresa por el hecho de que su arresto hubiera movilizado a tanta gente en Kennett. “No sabía que me amaban”, confesó a The New York Times.