30 de mayo 2025 - 12:13hs

La pregunta por el impacto de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral se vuelve cada vez más relevante en las discusiones sobre las nuevas tecnologías y el futuro del trabajo en Estados Unidos. Dario Amodei, CEO de Anthropic y una de las mentes más influyentes en el desarrollo de la IA, lanzó importantes advertencias sobre cómo esta tecnología podría transformar radicalmente la economía en el corto plazo y aumentar de manera significativa el desempleo en el país.

En una entrevista con Axios, Amodei advirtió que la revolución de la IA podría eliminar hasta la mitad de los empleos de nivel inicial en sectores conocidos como "white-collar", que incluyen trabajos profesionales en tecnología, finanzas, derecho y consultoría, lo que además provocaría un aumento del desempleo en EEUU de entre el 10% y el 20% en los próximos cinco años.

Las principales compañías de IA, como OpenAI, Google y Anthropic, continúan perfeccionando sus modelos capaces de realizar tareas humanas con una eficacia cada vez mayor. Esto no solo está acelerando la automatización, sino que también está impulsando a las empresas a reemplazar masivamente a empleados humanos por sistemas inteligentes, con un impacto inmediato en el mercado laboral, especialmente en los jóvenes trabajadores que se encuentran en los primeros peldaños de su carrera profesional.

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Dario Amodei, CEO de Anthropic. AFP.webp
Dario Amodei, CEO de Anthropic

Dario Amodei, CEO de Anthropic

Silencio y falta de regulación

Ante la posible eliminación masiva de empleos, Amodei destacó que las empresas de IA y el gobierno deben dejar de "endulzar" la situación. El empresario de 42 años subrayó la urgente necesidad de ser transparentes sobre la magnitud del cambio que podría desatarse y advirtió que, si no se alerta sobre el tema, muchos trabajadores no se darán cuenta de los riesgos que implica la posible "apocalipsis laboral" hasta que ya sea demasiado tarde.

A pesar de la magnitud del fenómeno, el gobierno estadounidense y los legisladores mantienen una postura discreta, temerosos de perder competitividad frente a China o generar alarma entre los trabajadores. Amodei sostuvo que la falta de regulación y advertencias públicas crea un vacío de información que impide que la sociedad se prepare para los cambios que se avecinan. Así, advirtió sobre la importancia de que el gobierno comience a elaborar planes de contingencia y regulaciones que protejan a los trabajadores y fomenten la adaptación para evitar un costo social que podría ser devastador.

El CEO de Anthropic sostuvo que la tecnología tiene posibilidades inimaginables para liberar tanto el bien como el mal a gran escala: "El cáncer se cura, la economía crece un 10% al año, el presupuesto se equilibra y el 20% de las personas no tiene trabajo", predijo.

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Amodei anticipó una posible masacre de empleos durante el mandato de Donald Trump. "Nosotros, como los productores de esta tecnología, tenemos el deber y la obligación de ser honestos sobre lo que se viene", dijo.

El presidente no comentó sobre los riesgos laborales de la IA, pero su ex asesor MAGA Steve Bannon aseguró en un episodio de su podcast War Room que la pérdida de empleos por la IA, que ahora no recibe casi atención, será un tema importante en la campaña presidencial de 2028.

Los cambios que ya se están viendo

La transición hacia un mercado dominado por "agentes" de IA —software capaz de ejecutar tareas humanas complejas, como programar, analizar datos, realizar soporte al cliente o gestionar campañas de marketing— avanza rápidamente y sin pausa.

Los despidos masivos en el sector tecnológico y corporativo son una señal clara de la transformación en curso. La advertencia de Amodei llega cuando grandes compañías como Microsoft, Walmart o CrowdStrike ya comienzan a reducir sus plantillas, sustituyendo el trabajo humano con la adopción de tecnología de IA. Mark Zuckerberg, CEO de Meta, pronosticó que los programadores e ingenieros de nivel medio ya no serán necesarios en el corto plazo, tal vez en este mismo año.

Trabajadores en atención al cliente. AP.webp
Trabajadores en atención al cliente.

Trabajadores en atención al cliente.

Amodei dijo que a diferencia de transformaciones tecnológicas pasadas, la rapidez y el alcance de la revolución impulsada por la IA podrían concentrar la riqueza en manos de un puñado de empresas tecnológicas importantes, exacerbar la desigualdad y amenazar la estabilidad socioeconómica.

Otros líderes del sector ven con distintos ojos el futuro con la IA. Amodei comenzó Anthropic después de dejar OpenAI, donde fue vicepresidente de investigación. Su ex jefe, Sam Altman defiende el optimismo realista, basado en la historia de los avances tecnológicos. "Si un farolero pudiera ver el mundo de hoy", escribió Altman en un manifiesto de septiembre, titulado optimistamente La Era de la Inteligencia, "pensaría que la prosperidad a su alrededor era inimaginable".

Posibles soluciones para el "apocalipsis laboral"

Consciente de la inevitabilidad del avance de la IA, Amodei propuso medidas para mitigar su impacto negativo. Sugirió acelerar la educación y la concientización pública sobre el efecto de la IA, tanto para la población en general como en específico para los legisladores, además de fomentar políticas que apoyen la capacitación laboral y la redistribución equitativa de la riqueza generada por esta tecnología.

Una posible política pública que mencionó es un "impuesto de tokens": cada vez que alguien utilice un modelo y la empresa de IA obtenga ingresos, aproximadamente un 3% de esos ingresos "se destinaría al gobierno para ser redistribuido de alguna manera". "Obviamente, eso no está en mi interés económico, pero creo que sería una solución razonable al problema", afirmó. Además, si el avance de la IA se produce como él prevé, esta medida podría generar billones de dólares.

Amodei también estableció el Índice Económico Antrópico, que busca fomentar el debate público informado y ayudar tanto a empresas como a legisladores a comprender y abordar las implicaciones de la IA en el ámbito laboral. Para él, es crucial no detener el progreso de la IA, sino redirigirlo de manera que se minimicen los daños potenciales.

"No puedes simplemente ponerte frente al tren y detenerlo. La única jugada que va a funcionar es dirigirlo: desviarlo 10 grados en una dirección diferente de la que llevaba. Eso se puede hacer, pero tenemos que hacerlo ahora", afirmó.

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