12 de mayo 2025 - 13:35hs

Al igual que en su primer mandato, Donald Trump rompe nuevamente con décadas de protocolo diplomático y eligió que el primer gran viaje exterior de su nueva presidencia sea a la región del Golfo Pérsico. El 13 de mayo comenzará su gira de tres días, con paradas en Arabia Saudita, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos, en un contexto marcado por fuertes tensiones geopolíticas.

En la agenda figuran las negociaciones para un alto al fuego en la guerra Israel-Gaza, los precios del petróleo, inversiones en inteligencia artificial (IA), acuerdos nucleares, la venta de armas, entre otros temas. Pero su mayor prioridad son los posibles acuerdos comerciales. Mientras tanto, muchos observan con sospecha los posibles conflictos de interés derivados de los negocios que la familia Trump mantiene con estos países.

Trump tiene previsto llegar a la capital saudí, Riad el martes, para reunirse con el líder del país, el príncipe heredero Mohammed bin Salman. Luego, se espera que asista a una cumbre de líderes del Golfo en la ciudad el 14 de mayo, antes de viajar a Qatar ese mismo día, y finalizar su viaje de tres días en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) el 15 de mayo.

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Inversiones y nuevos acuerdos comerciales

Donald Trump y el rey saudí Salman luego de una ceremonia para conmemorar la inauguración del Centro Global para Combatir la Ideología Extremista, el 21 de mayo de 2017, en Riad. AP.jpeg
Donald Trump y el rey saudí Salman luego de una ceremonia para conmemorar la inauguración del Centro Global para Combatir la Ideología Extremista, el 21 de mayo de 2017, en Riad.

Donald Trump y el rey saudí Salman luego de una ceremonia para conmemorar la inauguración del Centro Global para Combatir la Ideología Extremista, el 21 de mayo de 2017, en Riad.

Antes de que la muerte del papa Francisco obligara a Trump a asistir a su funeral en Roma a finales de abril, se había previsto que Arabia Saudita fuera el destino de su primer viaje al extranjero en su segundo mandato. Durante su primera presidencia, también eligió este país como su primera visita, rompiendo con la práctica moderna de los presidentes de EEUU de comenzar sus giras en el Reino Unido, Canadá o México. De este modo, el republicano reiteró la importancia económica y política que le otorga a la región.

Trump espera asegurar nuevas inversiones para EEUU provenientes de los estados del Golfo y particularmente de sus fondos soberanos respaldados por el Estado, para mostrar que su agenda "America First" está dando resultados. En enero, el príncipe Mohammed dijo que Arabia Saudita invertiría 600.000 millones de dólares en EEUU durante los próximos cuatro años. Sin embargo, antes de viajar, Trump dijo a sus asesores que le gustaría que esa cifra aumentara a 1 billón de dólares, informó The New York Times.

La visita presidencial parece estar atrayendo a varios titanes de Wall Street y Silicon Valley al reino saudí. Un foro de inversión saudí-estadounidense, anunciado esta semana y programado para el 13 de mayo en Riad, contará con la participación de invitados como Larry Fink, CEO de BlackRock, Alex Karp, CEO de Palantir, y directores ejecutivos de importantes empresas como Citigroup, IBM, Qualcomm, Alphabet y Franklin Templeton, entre otros.

Los negocios de la familia Trump

La agenda de este viaje parece alinearse convenientemente con los planes comerciales de Trump. En los últimos años, su familia desarrolló fuertes vínculos personales y comerciales con los países del Golfo. Al momento cuentan con seis acuerdos pendientes con una empresa inmobiliaria de mayoría saudí, un acuerdo de criptomonedas con una filial del gobierno de los Emiratos Árabes Unidos y un nuevo proyecto de golf y villas de lujo respaldado por el gobierno de Qatar.

Además, se informó que la familia real de Qatar planea hacer un regalo sin precedentes a Trump: un lujoso Boeing 747-8, que se convertiría en una versión privada del Air Force One. Este regalo, que podría ser utilizado por Trump después de dejar la Casa Blanca, generó fuertes preocupaciones éticas, aunque la Casa Blanca asegura que cualquier acuerdo se ajustará a la ley.

Eric Trump en Doha, la capital de Qatar, el mes pasado, mirando una maqueta de un desarrollo que la Organización Trump planea construir allí. AFP.webp
Eric Trump en Doha, la capital de Qatar, el mes pasado, mirando una maqueta de un desarrollo que la Organización Trump planea construir allí.

Eric Trump en Doha, la capital de Qatar, el mes pasado, mirando una maqueta de un desarrollo que la Organización Trump planea construir allí.

Inteligencia Artificial

La IA será un tema central de la agenda de Trump durante su visita. Se espera que las conversaciones se centren, por un lado, en atraer más inversión del Golfo en empresas tecnológicas estadounidenses, y, por el otro, en aumentar el de la región a los semiconductores de última generación de EEUU.

Tanto Arabia Saudita como los EAU han invertido miles de millones de dólares en infraestructura de IA, con la ambición de convertirse en centros globales para esta tecnología, mientras intentan diversificar sus economías del petróleo.

La semana pasada, la istración Trump eliminó las regulaciones de la era Biden que imponían estrictos controles de exportación sobre los chips avanzados de EEUU a más de 120 países, incluidos los estados del Golfo. Aún no se conocen las nuevas reglas que reemplazarán estas medidas, pero se espera que la Casa Blanca las redacte en el marco de negociaciones directas con países como los EAU.

"Para los EAU, esto es absolutamente esencial", afirmó Karen Young, economista del Middle East Institute, a la BBC, destacando que obtener a la tecnología de EEUU es crucial para sus planes de convertirse en un líder mundial en IA. La firma de IA con sede en los EAU, G42, viene haciendo esfuerzos para alinearse con las regulaciones de EEUU, incluida la desinversión de empresas chinas y la asociación con Microsoft, que el año pasado invirtió 1.500 millones de dólares en G42.

Petróleo, financiamiento y un acuerdo nuclear

refinería de petróleo. EFE.webp

La caída de los precios globales del petróleo desde principios de este año incrementó aún más la presión sobre la economía saudí, obligando al país a aumentar la deuda o recortar el gasto para sostener sus objetivos de desarrollo. Los precios del petróleo cayeron a su nivel más bajo en cuatro años, en medio de crecientes temores de que una guerra comercial pueda frenar el crecimiento económico global. Esta caída se vio impulsada aún más por el anuncio de los países productores de petróleo de OPEP+, que revelaron sus planes para aumentar la producción.

El precio del petróleo es un tema central para Trump: la inflación y el precio del combustible fueron ejes clave de su campaña para las elecciones de 2024. Desde que asumió la presidencia, Trump presionó a los países de OPEP+ para que aumenten la producción de petróleo y bajen los precios para los consumidores estadounidenses. Por diversas razones, Arabia Saudita ha estado siguiendo esa estrategia, pero podría verse obligada a cambiar de rumbo en los próximos meses si los precios siguen bajos, lo que afectaría los ingresos del reino.

En este contexto, el financiamiento será un tema importante durante la visita de Trump, ya que Arabia Saudita busca apoyo financiero para su ambicioso plan Visión 2030, destinado a diversificar la economía del reino más allá del petróleo, y otros objetivos económicos.

A pesar de los esfuerzos del gobierno saudí, la inversión extranjera directa en el país cayó por tercer año consecutivo en 2024, lo que pone de manifiesto las dificultades para atraer capital extranjero.

Otro tema importante que podría surgir en las conversaciones es el programa nuclear civil de Arabia Saudita. Mientras que el reino expresó su interés en desarrollar un programa nuclear para fines pacíficos, cualquier apoyo de EEUU a este programa estaba condicionado anteriormente a que Arabia Saudita normalizara sus relaciones diplomáticas con Israel. Sin embargo, este requisito podría cambiar durante la visita de Trump.

El secretario de Energía estadounidense, Chris Wright, dijo durante una visita al reino en abril que Arabia Saudita y EEUU estaban en un "camino" hacia un acuerdo nuclear civil, pero que cualquier anuncio adicional provendría del propio Trump.

Negociaciones Israel-Gaza

Otro tema importante será el futuro de Gaza. Trump prometió poner fin a la guerra, al mismo tiempo que sugirió que podría tomar el control de la devastada franja de Gaza, un comentario que generó críticas de los líderes árabes. Mientras tanto, las negociaciones de alto al fuego siguen siendo un tema de discusión clave. Trump propuso una cesación de hostilidades de 21 días y la liberación de algunos rehenes, pero Israel aprobó esta semana expandir los combates y el control territorial en Gaza.

La respuesta árabe a la situación en Gaza sigue siendo incierta. "Si vamos a ver una respuesta liderada por los árabes, probablemente sea ahora o nunca", consideró Greg Branch, experto en asuntos del Golfo y fundador de Branch Global Capital Advisors, con sede en los EAU. "Creo que eso se manejará de manera muy delicada entre bastidores... probablemente más como un riesgo geopolítico a largo plazo que un riesgo macroeconómico inmediato", dijo a CNBC.

Los asesores de Trump insisten en que todavía quiere mediar un acuerdo de normalización entre Arabia Saudita e Israel. Pero, con la guerra en Gaza aún en curso, el príncipe heredero Mohammed bin Salman no parece tener interés en abrazar públicamente al primer ministro Benjamin Netanyahu de Israel. Y el interés actual de Trump en vincularse a Netanyahu no es mucho mayor que el del príncipe heredero, por lo que un alto fuego puede no llegar a ser una prioridad del viaje.

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