Cuando la voluntad de cambiar el mundo se encuentra con la determinación de transformar vidas, surgen historias que inspiran y desafían lo establecido. Una startup argentina nació de ese anhelo profundo de abrir puertas donde antes solo había muros, para que miles de personas con discapacidad puedan descubrir su verdadero potencial.
En un continente que necesita oportunidades reales, Incluyeme.com se convirtió en un faro de esperanza, iluminando el camino hacia una inserción laboral plena y genuina.
Gabriel Marcolongo, fundador y CEO de Incluyeme.com, cuenta a El Observador de qué se trata la plataforma y cómo surgió la idea desde una intensa creencia propia. “Incluyeme.com es una empresa social que promueve la inclusión socio-laboral de personas con discapacidad en América Latina”, indicó. Y continuó: “Surgió de una profunda convicción personal: transformar la exclusión en oportunidad”.
Marcolongo, ingeniero de profesión, se propuso dejar un legado con impacto social impulsando la inclusión laboral de las personas con discapacidad en la región. Por eso, identificó una grieta en el al empleo para individuos con impedimentos físicos y decidió crear un puente entre talento y empresas comprometidas con la diversidad.
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Gabriel Marcolongo, fundador y CEO de Incluyeme.com
Según cifras que maneja Incluyeme.com, en Latinoamérica hay 85 millones de personas con discapacidad, pero solo el 25% cuenta con empleo. Para comenzar con la plataforma, Marcolongo explicó que tenía pocos recursos y que la inversión inicial fue mínima y principalmente propia: una computadora, conexión a internet y muchas ganas de generar impacto. “Nos apoyamos en tecnología, redes de aliados y un fuerte compromiso social. La clave fue validar rápido y adaptarnos al del ecosistema”, recordó.
El fundador de la plataforma destacó con orgullo que el diferencial de Incluyeme.com tiene un enfoque que va mucho más allá de lo convencional porque radica en un enfoque integral. Señaló que capacitan a personas con discapacidad tanto en habilidades técnicas como blandas, y que transforman las culturas organizacionales desde adentro mediante consultoría, además de acompañar a las empresas en procesos inclusivos reales. Subrayó que no son solo un portal de empleo, sino “un verdadero ecosistema de cambio” y expresó que la comunidad de más de 240.000 personas con discapacidad les otorga un alcance único.
Inclusión laboral en América Latina
En la actualidad, la startup trabaja con más de 700 empresas distribuidas en 14 países de la región, entre ellos Argentina, Uruguay, Brasil, Chile, Colombia y México. La plataforma fue adoptada por compañías de distintas industrias y entre los clientes destacados se encuentran Arcos Dorados, que incorporó a ocho personas con discapacidad a través de Incluyeme.com, pero con el objetivo final de contratar a 40. Y Banco Galicia, por su parte, logró emplear a 21 personas y capacitó a 84 más mediante bootcamps tecnológicos, generando una transformación cultural positiva y mejorando la calidad de vida de los participantes.
El mayor desafío que enfrentó el proyecto fue cambiar mentalidades dentro de las empresas y en la sociedad en general. Para superarlo, se necesitaron evidencia, empatía y persistencia. “Lo superamos con resultados concretos y narrativas transformadoras. Aprendí que el cambio profundo lleva tiempo, pero es posible si se trabaja con autenticidad y consistencia”, aseguró.
En cuanto a los logros, Marcolongo señaló que el éxito se mide en impacto: más de 3.900 personas con discapacidad empleadas y 12.000 capacitadas. Sin embargo, el mayor resultado es ver cómo esas acciones transforman vidas. “Una de las experiencias más gratificantes fue cuando una persona me dijo: ‘Gracias a Incluyeme.com, hoy tengo independencia y autoestima’. Eso lo resume todo”, dijo.
Oportunidad para mujeres
Entre las iniciativas más innovadoras, Incluyeme.com fue la única organización argentina ganadora del Google Impact Challenge, compitiendo entre 7.800 solicitudes a nivel mundial. Con ese reconocimiento, promovieron la empleabilidad de mujeres con discapacidad en la industria del software y tecnología, capacitando a más de 1.700 mujeres en la región para cerrar la brecha de género y discapacidad. Al graduarse, estas mujeres fueron conectadas con empresas y plataformas freelance para facilitar su inserción laboral.
Para 2026, Marcolongo planea escalar la comunidad de freelancers, ampliar los bootcamps en tecnología y duplicar el número de personas capacitadas, superando las 18.000. Las decisiones clave para crecer son apostar a la tecnología como vehículo de escala y fortalecer alianzas estratégicas para abrir nuevos mercados. “De cara al futuro, seguiremos ampliando nuestros programas de upskilling y desarrollando comunidades de emprendedores con discapacidad en toda la región”, afirmó.
Sobre posibles aprendizajes, el CEO de la startup argentina mencionó que probablemente habría buscado mentores con más anticipación, ya que el camino emprendedor puede ser solitario y la guía externa ayuda a acelerar procesos y evitar errores. “Pero cada error fue también una lección”, reconoció.
Consejo para emprendedores
Para finalizar, aconsejó a futuros emprendedores a escuchar activamente a quienes quieren servir y a enamorarse del problema, no de la solución. “Y que recuerden que el propósito es el mejor combustible para sostenerse en los momentos difíciles”, agregó.
Y realizó una invitación concreta. “Si conocés empresas que estén buscando talento diverso o personas con discapacidad que quieran formarse o conseguir empleo, los invitamos a que se registren en nuestra web, porque la inclusión comienza con una oportunidad. Y juntos podemos abrir muchas más puertas", concluyó.
Cada paso dado por este novedoso emprendimiento es un triunfo sobre la exclusión, una prueba viva de que la igualdad no es un sueño inalcanzable, sino una realidad por construir. La fuerza del cambio está en quienes se atreven a creer y actuar, y en ese impulso colectivo reside la promesa de un futuro donde la diversidad sea celebrada, y donde cada persona tenga el derecho y la posibilidad de brillar con luz propia.