Esta joya inmobiliaria escondida en el corazón de la ciudad bonaerense se destaca por su simetría y su clara referencia a la capital sa, a través de mármoles, aberturas, vidrios biselados, molduras y vitrales. El pasaje, conformado por ocho edificios, con plantas bajas y cinco pisos, está inspirado en la corriente Beaux Arts, estilo arquitectónico clásico académico, que fue enseñado en la École des Beaux Arts de París.
Según informa el sitio argentino El Destape, cada detalle estructural de esta construcción se replicó meticulosamente para lograr su característica simetría, desde la ornamentación clásica hasta la herrería artística que adorna puertas y balcones.
Cada edificio de cinco pisos de altura posee dos o tres departamentos por piso y los cuatro edificios que se ubican en las cuatro esquinas del pasaje poseen una cúpula con mirador. En tanto, la planta baja está destinada a locales comerciales.
Los edificios fueron diseñados por los arquitectos Gustavo Adolfo Petersen, Ricardo Otto Thiele y Horacio Cruz en 1924. 100 años después las propiedades ubicadas en el Pasaje Rivarola siguen convocando a personas que valoran el estilo y la calidad de los materiales presentes en los edificios. Además, la calle espejo se posiciona como un punto de interés para fotógrafos, profesionales del cine y marcas que eligen su locación para grabar publicidades en las que buscan recrear atmósferas europeas.
¿Cómo llegar?
El pasaje se encuentra en el barrio San Nicolás de la ciudad de Buenos Aires. Este une las calles Bartolomé Mitre y Tte. Gral. Juan Domingo Perón, en sentido norte - sur, y es paralelo a las calles Talcahuano y Uruguay, que encierran la manzana atravesada por el pasaje.
