El ascenso del juez Sebastián Amor a suplente de Montevideo dejó al juicio por el accidente de Manantiales sin concluir. La sede ya fue ocupada por la jueza Gabriela Azpiroz, quien viene de Minas (Lavalleja) por lo que una vez que el tribunal de apelaciones decida si hace lugar a la pericia de un toxicólogo que fue apelada por el fiscal del caso Sebastián Robles, la nueva magistrada tendrá que interiorizarse sobre le caso ya que no presenció ni una de las cinco audiencias del juicio, lo cual es bastante peculiar para una jueza de juicio.
Entre los elementos que tendrá que analizar Azpiroz, se incluye una prueba que para Robles es fundamental y es la pericia de accidentología vial de la Policía Científica que concluyó: “Analizados todos los factores accidentológicos, se puede determinar que el hecho deriva del denominado factor humano (…) la causa eficiente resulta específicamente por el accionar del conductor de la camioneta VW Nivus matrícula AE912AH el cual circula a velocidad inadecuada y excesiva, invadiendo la senda contraria de circulación (por subviraje), interponiéndose en la trayectoria del auto Ford Ka matrícula AE222SN”.
La pericia realizada por el Ministerio del Interior a pedido de la Fiscalía señala que las trayectorias (posteriores a la colisión) de los vehículos hasta sus posiciones finales confirman que la conductora del Ford Ka, momentos previos a la colisión, efectúa una maniobra evasiva simple de viraje a la izquierda, al aparecer el vehículo en sentido contrario, desde su derecha la Nivus, produciéndose la colisión inmediatamente en su propia senda.
El accidente ocurrió a las 13:30 del 4 de enero en el kilómetro 1 de la ruta 104 con el desenlace de conocimiento y murieron las modelos Josefina Ferrero, de 27 años, y Micaela Trinidad, de 26.
El fiscal Robles pidió la condena del argentino Nicolás Rocca a 8 años de prisión por homicidio culposo.
El 7 de mayo se realizó la última de las audiencias pactadas para el juicio, en la que declararon unos 18 testigos propuestos por el fiscal y por la defensa de Rocca, encabezada por los abogados Pablo Donnángelo y Eduardo Sasson, así como por los representantes de las víctimas patrocinados por el estudio del penalista y senador Andrés Ojeda, quien es representado en el juicio por su colega Joaquín Abal.
Las teorías del caso contrapuestas y tres testimonios relevantes
Para el fiscal y para la defensa de las víctimas la responsabilidad del accidente es únicamente de Rocca porque perdió el control del vehículo e invadió la senda contraria en la que venían las cuatro argentinas en el Ford Ka.
La defensa de Rocca sostiene que las chicas habían consumido drogas y que la conductora perdió el control e invadió la senda por la que iba Rocca. A su vez, aseguran que Rocca no había tomado alcohol ni drogas esa noche y que las sustancias detectadas en el examen forense (en surge que tenía metanfetaminas, éxtasis, alcohol y morfina en dosis terapéuticas en sangre) obedece a que la droga puede quedar en el cuerpo aunque esa noche no hubiera consumido.
Donnángelo y Sasson cuestionaron también las pericias aportadas al juicio (a la del MInisterio del Interior se sumó una privada que confirmó la invasión de senda de Rocca), señalaron que no son completas y que tienen errores e intentan demostrar que las marcas en el asfalto indican que las chicas del Ford Ka "venía por la senda contraria y segundos antes intentó volver a su carril".
Sin embargo, hay declaraciones de testigos en el juicio que confirmaron el cambio de senda. Se trata de Josefina Elissondo, una testigo clave que viajaba en la Nivus con Rocca y ya había declarado en 2023 ante el fiscal Robles que el conductor se había cambiado de senda. Ahora lo confirmó en el juicio.
Elissondo confirmó que a las 8 de la mañana luego de la fiesta en Open Park fueron al after y que en el momento del accidente vio "pasto a la izquierda y cemento a la derecha" así como que Rocca pegó "un volantazo a la derecha", lo cual confirma que estaban en la senda contraria.
Ante reiteradas preguntas de la defensa de Rocca en la que le hizo hincapié en saber por qué había cambiado su versión de un dato "tan relevante" ella dijo que ya había declarado eso. Luego de que Donnángelo y Sasson le exhibieron su primer testimonio policial en el que no había dicho eso, Elissondo dijo que en ese primer momento estaba en shock y que a medida que pasa el tiempo del trauma, "se van recordando más cosas".
El juez Amor le advirtió a los defensores en varios momentos que no siguieran insistiendo. "Ya está…", "no ha lugar", les dijo cuando le espetaron que ella "no tenía la capacidad de percepción" porque había consumido MD. "Es una pregunta para un perito que venga a ilustrarnos sobre el punto", no para la testigo, les señaló el juez.
Por otra parte, la defensa de las víctimas insistió en preguntarle si en "la trayectoria de las fiestas sintió algún efecto psicodélico, alucinógeno, perdida de la conciencia o amnesia", a lo que ella respondió que no.
"¿Está diciendo la verdad?", insistió la defensa de Rocca. "No ha lugar", zanjó el juez.
Por otra parte, otra prueba clave fue un video que aportó la testigo María Eugenia Andreoli, amiga de las víctimas, en el que se ve a Rocca en el after previo al accidente en "actitud de fiesta" y que "estaba tomando y bailando". El video fue exhibido en la audiencia y ella identificó a Rocca y a sus amigos.
Esa testigo tiró abajo la versión de que Rocca estaba trabajando, como había sostenido algún otro testigo. Andreoli relató que fueron al after de la estancia La Malcriada y que Rocca "no estaba trabajando". "Estaba de fiesta, disfrutando de la fiesta, tomando alcohol con sus amigos".
Ante la pregunta del juez si lo vio "cobrando entradas, organizado parlantes", respondió: "Me parece una estupidez que diga que estaba trabajando cuando estaba de fiesta con sus amigos". También dijo varias veces que lo vio tomado alcohol. "Lo vi, estuve ahí, veo botellas, veo cuando la gente se sirve. Es un oco obvio", reiteró.
Otro testigo, propuesto por el imputado fue un amigo de Rocca, Federico Yagguedu, quien confirmó una pregunta de Abal sobre que el imputado tenía la libreta hacía cuatro meses cuando ocurrió el accidente, con lo que pretendía demostrar que no tenía experiencia previa en conducir en rutas, lo que fue ratificado por su declaración.
Cómo sigue el juicio
La prueba que falta, en caso de que sea aceptada por el tribunal de apelaciones, es el testimonio del perito toxicológico propuesto por la defensa de Rocca.
Luego vendrán los alegatos de cada parte y la jueza Azpiroz tendrá 15 días para resolver sobre el caso y dictar sentencia. Para ello la jueza tendrá que escuchar los audios de todos los testigos y analizar las pericias.
Según dijeron a El Observador fuentes del caso, esta situación ha generado nerviosismo en la familia de las víctimas y en los abogados que entienden que atenta contra la inmediación que es la clave del actual proceso penal, esto es que el juez del juicio, escucha de primera mano los testimonios de los testigos y en base a lo que ve y escucha, juzga.
Todavía no hay fecha de esa audiencia que está pendiente porque el fiscal recurrió la decisión de que se incorpore la prueba pericial de toxicología. Según la defensa del imputado el fiscal la rechazó porque no conviene a su teoría del caso.
Si el tribunal avala esa audiencia, se realizará seguramente antes de la feria de julio.
Las fuentes contaron que ese testigo iba a declarar en el juicio pero no se presentó porque trabaja también en Conmebol, y alegó que era el encargado de realizar el antidoping en el partido de fútbol por Copa Sudamericana entre Cerro Largo y Universidad Católica. Se había aceptado que declarara al día siguiente por Zoom pero alegó que no le autorizaban a hacerlo desde su trabajo ante lo cual el fiscal señaló en audiencia que "parecería que el interés es que el juicio se detenga”.
Si esa audiencia se concreta en junio, la sentencia de la jueza quedará para después de la feria que termina el 15 de julio.