El Carnaval, la fiesta donde todo es posible, ha permitido en Uruguay la confrontación cara a cara del presidente electo, José Mujica, con un alter ego irreverente que bromea con acidez pero también con cariño sobre la necesidad de "civilizar" al ex guerrillero, famoso por su desapego a las formas.
El encuentro, registrado anoche, será seguramente la anécdota más recordada de las fiestas carnavalescas de este año en Montevideo, al menos para los cerca de 5.000 asistentes a la gala celebrada en el Teatro de Verano, a los que sorprendió la visita inesperada de su futuro presidente.
A menos de dos semanas de ser investido presidente y en medio de la actividad frenética que los preparativos de una gestión gubernamental acarrean, Mujica encontró tiempo para conocer a su otro yo, creado por la murga (grupo) "Agarrate Catalina", la más popular del Carnaval y que fue fundada en 2001.
La parodia del mandatario, que recibió con cara de circunstancias alguna de las bromas pero que terminó sonriendo y aplaudiendo, es el número central del espectáculo "Civilización", que "Agarrate Catalina" ha presentado en el concurso oficial del Carnaval montevideano.
Las murgas, conjuntos corales que interpretan sus propias letras humorísticas, son las reinas indiscutibles del Carnaval uruguayo, el más largo del mundo con unos cuarenta días de duración.
"Agarrate Catalina" ha ganado tres veces la competición en los últimos cinco años y sus actuaciones en distintos barrios de la ciudad, que llegan a tres o cuatro al día, agotaron este año las entradas con meses de anticipación.
"Civilización", ideado por los hermanos Tabaré y Yamandú Cardozo, reflexiona sobre ese concepto a partir de cuatro cuplés cómicos. Entre ellos sobresale "Civilicemos al Pepe" (como la gente llama cariñosamente al próximo mandatario), que retrata con saña el habla campechana y la informalidad en el vestir del futuro presidente, así como la incomodidad que esto genera en algunos uruguayos.
Mujica tiene 74 años y vive en una chacra (granja) en un barrio humilde de Montevideo que se convertirá en la próxima residencia presidencial. En el espectáculo, por no salir no sale bien librada ni la perra de Mujica, "Manuela", que perdió una de sus patas en un accidente pero que a decir de los murgueros lo hizo porque tener cuatro "es demasiado burgués".
Los creadores del show explicaron a Efe que su objetivo en realidad es cuestionar a la gente "que pone antes la estética que la ética", al revés de lo que a su juicio hace el ex guerrillero. Así, lo que parece burla en realidad es un homenaje a su integridad.
De hecho, la simpatía de la murga hacia Mujica es tal que "Agarrate Catalina" será uno de los conjuntos que actuará durante la investidura del mandatario el próximo 1 de marzo, en la que sin censuras harán el número que tanto furor está causando.
Para Tabaré Cardozo, hechos como esos demuestran que el próximo gobernante es "un hombre muy abierto, no un fanático ni un fundamentalista", y que "tiene mucha calle y experiencia de vida". "Toda persona que sea capaz de reirse de sí misma es una persona equilibrada que no tiene nada que le impida relacionarse con el resto", apuntó.
La murga permite "decir cualquier cosa, hacer la caricatura más brutal sin comprometer el cariño", además de ser "un ejercicio de poder maravilloso, al permitir que el tipo que nos representa en el poder pueda ser vapuleado, en una bárbara expresión de democracia", señaló por su lado su hermano Yamandú.
El 1 de marzo Mujica se convertirá en el segundo presidente de izquierda de la historia de Uruguay, al suceder a su compañero de bloque político, Tabaré Vázquez.